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Parana » AIM Digital
Fecha: 30/05/2025 10:42
El 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco, una fecha impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para visibilizar los efectos devastadores del tabaquismo y reforzar la implementación de políticas de control. Este año, el lema propuesto por la OMS es: "Desenmascaremos su atractivo: las tácticas de la industria con los productos de tabaco y nicotina al descubierto". La consigna 2025 pone el foco en las estrategias de marketing que las tabacaleras continúan utilizando para sostener un negocio que, según cifras globales, causó 100 millones de muertes en el siglo XX. Si no se toman medidas contundentes, esta cifra podría repetirse. Actualmente, el tabaco mata a más de 8 millones de personas cada año, y al menos 1,2 millones de esas muertes se deben al tabaquismo pasivo. Gran parte de esta carga se concentra en países de ingresos bajos y medios, blanco frecuente de campañas publicitarias agresivas que asocian el consumo de tabaco con valores como el éxito, la rebeldía, la independencia o el atractivo físico. Nuevas formas de marketing, viejos objetivos En los últimos años, estas tácticas se han adaptado a las nuevas formas de consumo y comunicación. Series populares entre adolescentes y jóvenes —como Stranger Things, The Umbrella Academy o Lucifer— incluyen reiteradas escenas con consumo de tabaco que no responden a necesidades narrativas, sino que refuerzan estereotipos aspiracionales. A esto se suma la exposición constante a figuras públicas que fuman en redes sociales o eventos: celebridades como Bella Hadid, Dua Lipa o Paul Mescal han sido fotografiadas fumando, amplificando el mensaje desde una estética de moda o rebeldía. Estas representaciones inciden en la percepción de normalidad y atractivo del consumo, sobre todo en edades tempranas. Una encuesta realizada en 2023 por la Fundación InterAmericana del Corazón (FIC Argentina) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reveló que el 19,4% de los adolescentes de entre 13 y 18 años es consumidor actual de productos de tabaco y/o nicotina, y que el 6,7% utiliza dos o más productos en simultáneo. Estos datos muestran una tendencia preocupante en el uso combinado de cigarrillos tradicionales, electrónicos y otros dispositivos, especialmente en contextos urbanos y con fuerte exposición a redes sociales. Cigarrillos electrónicos: un riesgo creciente entre adolescentes Aunque su importación, comercialización y publicidad están prohibidas en Argentina desde 2011, los cigarrillos electrónicos y productos similares muestran un crecimiento preocupante. Su diseño llamativo, sabores dulces y fuerte presencia en redes sociales los convierten en una puerta de entrada al consumo para nuevas generaciones. Un estudio internacional reciente, publicado por Tobacco Induced Diseases, reveló que el 85% de los jóvenes de entre 15 y 30 años que conocen los cigarrillos electrónicos estuvo expuesto a su publicidad a través de redes sociales, televisión, tiendas o carteles, incluso en países con restricciones legales. A mayor número de canales de exposición, mayor probabilidad de consumo. "La mayoría de estos productos están dirigidos directamente a niños, niñas y adolescentes, con estrategias visuales y narrativas que imitan golosinas, personajes animados o influencers de moda. Pero contienen sustancias tóxicas, adictivas y, a largo plazo, cancerígenas. Su aerosol puede generar daños pulmonares de diferente gravedad, como neumonías bilaterales o lesiones bronquiales y enfisematosas", advierte la Dra. Raquel Pendito, Coordinadora de la Sección Tabaquismo de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR). Y enfatiza: "Es fundamental que los jóvenes comprendan los riesgos asociados al consumo de tabaco y nicotina en todas sus formas. La prevención y la educación son herramientas clave para proteger su salud." Lo que propone la OMS Frente al avance de estas estrategias, la OMS propone una respuesta colectiva y sostenida, con tres líneas principales: Crear conciencia sobre las tácticas de marketing engañosas utilizadas por la industria del tabaco. Promover políticas públicas que prohíban sabores, aditivos, publicidad —incluida la digital— y regulen el diseño de los productos para reducir su atractivo. Disminuir la demanda, especialmente entre jóvenes, para evitar la iniciación al consumo de tabaco y nicotina. Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria señalan: "No se trata solo de acompañar a quienes desean dejar de fumar, sino de proteger a las nuevas generaciones del inicio del consumo. Sabemos que se trata de una tarea compleja. Pero insistiremos, una y otra vez, para lograrlo." Copyright © 2025 AAMR Prensa, All rights reserved.
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