31/05/2025 04:11
31/05/2025 04:10
31/05/2025 04:10
31/05/2025 04:10
31/05/2025 04:10
31/05/2025 04:10
31/05/2025 04:10
31/05/2025 04:10
31/05/2025 04:09
31/05/2025 04:08
» El Sur Diario
Fecha: 30/05/2025 01:07
Gabriela López, madre de Atahualpa Nahuel Alegre López, el joven de 34 años asesinado el pasado sábado 24 de mayo en Juncal, decidió hacer pública su versión de los hechos a través de una carta publicada en redes sociales. En el mensaje, con un tono cargado de dolor, indignación y necesidad de justicia, relató el episodio que terminó con la vida de su hijo y cómo vivió sus últimas horas. “Jamás, pero jamás, pensé hacer una publicación como esta... Pero tengo la obligación de defender a mi hijo”, comienza diciendo López, quien detalló que el hecho ocurrió mientras Atahualpa jugaba al fútbol, como solía hacerlo cada tarde en el pueblo. Según relató, durante el partido tuvo una discusión con un adolescente de 17 años, Víctor Silvero. “Discusión normal de un partido de fútbol... A lo que este chico amenazó con ir a buscar al padre para que lo defienda, amenazándolo con matarlo”. La mujer aseguró que nadie le dio importancia a esa amenaza porque “esas cosas en mi pueblo nunca, pero nunca pasaron”. Sin embargo, minutos después, el padre del adolescente, identificado como Justino Silvero, llegó al lugar, discutió con Atahualpa, sacó un arma del auto —una Magnum 357, según su relato— y le disparó al pecho desde una distancia de un metro y medio. “La bala entró y salió”, señaló. El joven fue asistido por el equipo médico y bomberos de Juncal y trasladado en ambulancia a Villa Constitución. Gabriela lo acompañó. En el camino, su hijo comenzó a descompensarse. “Le costaba respirar... El doctor lo asistía y él le decía: ‘Ya está, loco, ya está, loco’. Yo desesperada le gritaba que no se rinda, que no se le ocurra dejarme, y él me dijo: ‘Ya está, mamá, ya está, má’”, escribió. Al llegar al hospital, entró a cirugía, pero no resistió. “No aguantó y a los 20 minutos se me fue. La bala le había roto los órganos, no se pudo hacer nada”. Aclaración y dolor Gabriela explicó que decidió hacer pública esta carta por consejo de su abogado, “para difundir el caso exactamente como fueron las cosas”. También expresó su dolor hacia el agresor y el daño causado. “Este hombre Justino Silvero, paraguayo, que llegó a mi pueblo hace unos años, me destrozó la vida, y a sus hermanitos, y a toda la familia y amigos. Le falló a sus hijos y esposa... y manchó a mi pueblo de tal manera que ya nada volverá a ser como antes”.
Ver noticia original