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» Sin Mordaza
Fecha: 29/05/2025 18:35
Científicos del CONICET llevaron a cabo distintos estudios para evaluar el impacto de la radiación ultravioleta (UV) emitida por las lámparas utilizadas en el secado de esmaltes para uñas. Descubrieron que diversas moléculas, entre ellas la enzima responsable de generar melanina, ven alteradas sus funciones al exponerse a este tipo de luz. El inicio de la investigación se remonta a hace cuatro años, cuando María Laura Dántola, profesora universitaria e investigadora del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET-UNLP), se sorprendió por la apariencia impecable de las uñas de muchas de sus estudiantes de primer año. Al consultarles cómo mantenían la manicura en perfecto estado, las jóvenes explicaron que utilizaban esmalte semipermanente y que gracias al bajo costo de los insumos, podían aplicárselo por su cuenta en casa. Los productos empleados incluyen esmaltes especiales y un artefacto con una fuente de luz LED que permite un secado veloz y uniforme en cuestión de minutos. Aunque inicialmente Dántola se mostró inquieta por la potencia y el tipo de radiación de estas lámparas, su verdadera alarma surgió al saber que muchas usuarias las utilizaban semanalmente y en su máxima intensidad para ahorrar tiempo. “Los primeros modelos de estos aparatos funcionaban con radiación UVA, pero luego evolucionaron hacia dispositivos con luz LED UVA visible, que corresponde a la misma franja del espectro solar que llega a la Tierra. Aunque las versiones anteriores eran más dañinas, comprobamos que incluso las actuales generan alteraciones químicas en componentes de la piel que aún no han sido estudiados en profundidad y que tampoco se mencionan en los instructivos del producto, el cual se comercializa libremente y a precios accesibles”, explicó Mariana Serrano, también investigadora del CONICET. “La inquietud aumenta por el uso excesivo y sin supervisión de estos aparatos, en un contexto donde no existen regulaciones que obliguen a los fabricantes a advertir sobre los posibles riesgos asociados a exposiciones frecuentes a este tipo de radiación”, concluyó la especialista. Qué daño provocan en la radiación emitida por lámparas Los investigadores explicaron que los procesos fotosensibilizados como el descripto son responsables de los daños que la radiación electromagnética causa en los organismos vivos y que conducen a problemas médicos tales como fotoalergia o fototoxicidad, es decir hipersensibilidad, irritación y otras reacciones inmunológicas, o distintos tipos de cáncer de piel. “Se trata de procesos que, de una u otra forma, derivan en la muerte celular. El ejemplo más claro en este caso es la acción que se produce sobre la tirosinasa, una de las enzimas que participan de la síntesis de melanina, el pigmento natural que da el color a la piel y el pelo y que nos protege de los efectos de la radiación del sol. Una vez que esa función se altera o desaparece, el cuerpo pierde esa protección natural, y de ahí todos los daños que se puedan producir”, apunta Vignoni. De hecho, el estudio científico demuestra que las alteraciones químicas que sufren las moléculas analizadas son comparables a las provocadas por la radiación solar que alcanza la superficie del suelo platense en un día de primavera al mediodía. Fuente: Ambito
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