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» Diario Cordoba
Fecha: 29/05/2025 14:39
La calle del Infierno de la Feria de Córdoba responde a su nombre en un doble sentido. Primero, porque las atracciones dan miedo, algunas de ellas verdadero pavor como se supone que debe ocurrir en el averno. Hay ingenios que giran y voltean a sus ocupantes, otros suben a espacios inaccesibles para quien tenga vértigo y los hay que ascienden como un trueno y bajan como un rayo, como cantó el periodista republicano del XIX Martínez Villergas: "Vete, plomo, noramala". Y es un infierno también por el calor. Con la alerta amarilla activada desde la una del mediodía, los cacharritos de la Feria sólo verán ambiente cuando refresque un poco por la tarde. Hasta entonces, los primeros feriantes se concentran en los espacios de sombra y algunos jardincillos que dan un poco de alegría al Arenal. Sobre todo, lo hacen en la portada de la Feria, el verdadero punto de encuentro, que adornan unos enormes macetones de imitación. "Quedamos aquí que es fácil verse en la portada", decía una joven vestida de flamenca. Son muchos los que optan por usar los buses de Aucorsa para llegar hasta el Arenal, si bien la mayoría a primera hora lo hace a pie. A la entrada de la Feria, Antonio aseguraba que "hay mucha gente que quiere venirse en autobús porque así van con el aire acondicionado, pero luego los autobuses vienen llenos y al final pasas el mismo calor". El ambiente del jueves de Feria en El Arenal, en imágenes / A. J. González Lo que no utiliza nadie para ir a la Feria de Córdoba es la bicicleta (a ver dónde la dejas), y mira que la ciudad es apropiada para ese medio de locomoción, con pocas cuestas aunque pocos carriles bici. Uno llega hasta el Arenal, y un marcador informa sobre cuántos vehículos de movilidad personal (lo que incluye también los patinetes). Son pocos, medio centenar al mediodía en un día cualquiera, y casi todos patinetes. Este jueves también ha habido quien ha optado por ir a caballo hasta el recinto ferial, montado o en un enganche. No son muchos -medio centenar en el paseo organizado por Doma de Campo-, pero sí muy vistosos. Son animales que, como recuerda el coordinador de la comitiva Joaquín Zurita, "están adaptados al calor en Andalucía". A todos ellos, sin excepción, se les realiza un control sanitario a la entrada de la Feria. Al menor síntoma de deshidratación o de cualquier otra dolencia, se les envía de vuelta a la cuadra.
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