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Parana » Vorterix
Fecha: 29/05/2025 12:37
El primer ministro de la autoproclamada república llegó al país para pedirle al Gobierno el reconocimiento internacional de su independencia. El trasfondo colonial, la conexión con el Virreinato del Río de la Plata y una situación humanitaria extrema. El primer ministro de la autoproclamada República de Annobón, Orlando Cartagena Lagar, llegó esta semana a la Argentina con un pedido inusual, pero cargado de dramatismo: solicitar el respaldo del Gobierno nacional frente a las sistemáticas violaciones de derechos humanos que sufre su pueblo, sometido al régimen autoritario de Guinea Ecuatorial. Pese a que en redes sociales circuló la versión de que Annobón deseaba anexarse al territorio argentino, lo cierto es que su propuesta dista mucho de una unión territorial. “Le pedimos a la Argentina su ayuda. No queremos ser parte de otro imperio. Queremos ser reconocidos”, declaró Cartagena Lagar en una entrevista con radio Rivadavia. Desde 2022, Annobón se proclama independiente, pero su reclamo ha sido ignorado por la comunidad internacional. Situada en el golfo de Guinea, Annobón es una isla de menos de 20 km² que vive bajo un régimen de control extremo desde hace décadas. Según denuncias documentadas ante la ONU, sus habitantes padecen desplazamientos forzados, censura, falta de servicios esenciales y vigilancia permanente. “No tenemos agua potable, electricidad ni atención médica. Nos están matando lentamente”, afirmó su primer ministro. Guinea Ecuatorial, gobernada desde hace 45 años por Teodoro Obiang Nguema —el presidente con más tiempo en el poder en todo el mundo— niega la posibilidad de autonomía para Annobón, a pesar de sus diferencias étnicas, lingüísticas y culturales con el resto del país. El vínculo histórico con Argentina En el corazón del pedido annobonés hay también una apelación simbólica. Annobón fue parte del Virreinato del Río de la Plata entre 1778 y 1780, como resultado de una reorganización de las rutas atlánticas por parte de la corona española. Durante ese breve período, dependió administrativamente de Buenos Aires y se utilizó como escala para el tráfico de esclavos hacia América del Sur. Hoy, esa conexión histórica es utilizada por Cartagena Lagar para construir un puente diplomático con el país: “Nos une una historia colonial común. Hablamos español. Pero más que eso, compartimos la experiencia del sometimiento y la voluntad de libertad”, señaló. Una propuesta diplomática, no una anexión Lejos de plantear una anexión formal —como sugirieron algunos posteos virales en redes sociales—, la solicitud al Gobierno de Javier Milei apunta a que Argentina se convierta en el primer país en reconocer la independencia de Annobón. En palabras del primer ministro: “No pedimos ser una provincia argentina. Pedimos apoyo político para liberarnos de una dictadura feroz”, aclaró. Cartagena Lagar remarcó también que su movimiento no busca implantar un conflicto diplomático con África, sino que apunta a visibilizar una situación de opresión silenciada por años. “Annobón no es como Malvinas. Nosotros no fuimos implantados por otra potencia. Nosotros queremos decidir nuestro propio destino”, sostuvo. Un pedido incómodo para Cancillería Hasta el momento, no hubo una respuesta oficial del Gobierno argentino. Sin embargo, la visita del líder annobonés genera interrogantes en el Palacio San Martín: ¿Debe Argentina involucrarse en un conflicto territorial que aún no figura en las grandes agendas diplomáticas? El enfoque de la gestión de Javier Milei, centrado en una política exterior basada en afinidades ideológicas y relaciones comerciales estratégicas, podría no dar lugar a una causa que mezcla cuestiones humanitarias, reivindicaciones coloniales y un conflicto africano de escasa visibilidad internacional. Sin embargo, la presión por los derechos humanos —una bandera que Argentina ha sostenido en otros escenarios— podría ubicar el tema en el radar diplomático.
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