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  • El Museo Marc exhibe el horror de la guerra a través de la mirada de un médico rosarino

    » La Capital

    Fecha: 29/05/2025 12:20

    La historia de Carlos De Sanctis, que en 1932 viajó al Chaco Boreal y sacó 200 fotografías de la guerra entre Bolivia y Paraguay para La Capital. Este jueves se exponen por primera vez En 1932, Bolivia y Paraguay comenzaron una cruenta guerra al disputarse el territorio del Chaco Boreal , una inmensa e inhóspita región de 300.000 kilómetros cuadrados que se encontraba entre ambos países. Ese mismo año, el cirujano rosarino Carlos De Sanctis se incorporó voluntariamente como médico a las tropas paraguayas. Además se anotó como corresponsal y realizó una minuciosa cobertura fotográfica para el diario La Capital . Las imágenes, que retrataron la crueldad del conflicto, estarán exhibidas por primera vez a partir de este jueves en el Museo Histórico Provincial "Dr. Julio Marc", en el parque Independencia . Sin dudas, De Sanctis es un personaje local digno de estudio. El médico cirujano se anotó de manera voluntaria para asistir a las tropas paraguayas en la guerra que comenzó en 1932 y terminó recién en 1935, con el triunfo de Paraguay . El rosarino estuvo tan sólo dos meses pero fue suficiente para ser testigo de la violencia y la crueldad del conflicto . Antes de partir desde Rosario, se compró una cámara Zeiss Ykon Ikonta modelo A y se ofreció como corresponsal para realizar una cobertura periodística para el diario La Capital . Las fotografías que sacó durante los sesenta y un días que estuvo en el frente retrataron con crudeza el aspecto más salvaje de la guerra . Su mirada de médico, y no tanto de reportero, hizo que capture la muerte en su forma más despiadada. Cuerpos mutilados, cadáveres irreconocibles, vísceras, sangre y gusanos fueron algunas de las imágenes que tomó en la guerra y reveló en Rosario el corresponsal y médico. El diario publicó las impactantes imágenes junto a las crónicas redactadas por el propio De Sanctis. De Sanctis no tenía hijos, no estaba casado, y tampoco lo estaría nunca. Era un médico cirujano soltero y tenía un buen pasar económico. C uando regresó a Rosario en enero de 1933 reveló las fotografías, escribió las crónicas y decidió irse a Mar del Plata durante un mes para aliviar, quizás, las atrocidades que había vivido. Años después, cuando la Segunda Guerra Mundial estaba comenzando y ya había transcurrido la descarnada Guerra Civil Española, De Sanctis decidió volver sobre todo el material que había recopilado en el Chaco Boreal. Había llevado alrededor de doce rollos y sacó un aproximado de 200 fotografías junto a cientos de anotaciones de todo lo que experimentó durante aquellos 61 días. La guerra y la violencia volvían a aparecer en el mundo y De Sanctis la había experimentado de cerca, por lo que decidió construir un archivo que retrate el horror de la manera más fiel posible. En definitiva, abrió una mirilla para que cualquier persona pueda ver lo que él vio. nota lc.jpeg Las crónicas de De Sanctis en La Capital Virginia Benedetto / La Capital El resultado fueron tres álbumes que son una joya histórica. Además de las imágenes y los escritos realizados por De Sanctis, incorporó recortes de periódicos y diversos objetos que dan cuenta de su paso por la guerra. El trabajo, dividido en doce capítulos, lo tituló: "Mi campaña en el Chaco. Álbum de fotografías explicadas (1932-1933)" y estuvo bajo poder de su familia hasta que, en 1990, decidieron donarlo al Museo Marc. ALBUMES.jpeg Los álbumes Virginia Benedetto / La Capital Después de la guerra, De Sanctis se mantuvo activo pero con un perfil bajo. Uno de sus grandes objetivos fue la difusión de la obra sanmartiniana. En 1935, fundó el Club Hípico General San Martín y realizó la misma cabalgata llevada adelante por el Libertador, uniendo Buenos Aires y San Lorenzo. A caballo también unió Rosario y San Lorenzo, cruzó el río Paraná conmemorando la gesta de Justo José de Urquiza, efectuó el cruce de la Cordillera de los Andes y recorrió la ruta Buenos Aires-Asunción en honor a la Expedición al Paraguay de Manuel Belgrano. Formó parte de la Comisión Nacional del Monumento y Parque Nacional a la Bandera encargada de motorizar el tan ansiado proyecto. El Monumento fue inaugurado el 20 de junio de 1957 y catorce días después falleció Carlos De Sanctis. ds.jpeg Una hoja del álbum de De Sanctis que muestra su carnet de corresponsal y el recorte de diario anunciando su viaje a Asunción Virginia Benedetto / La Capital La guerra es una porquería Fotografías, anotaciones, objetos, uniformes utilizados por De Sanctis estuvieron guardados en el museo durante los últimos 35 años. Este jueves, por primera vez, van a formar parte de una gran exposición en el Museo Marc. Finalmente, los rosarinos podrán ver los horrores de la guerra que él vio. Sin embargo, lo registrado por el médico no será lo único que se podrá observar en las salas del museo. DSS.jpeg Retrato de Carlos De Actis Virginia Benedetto / La Capital El nombre de la muestra nace a partir de una frase escrita por De Sanctis, que evidencia una verdad ineludible: "La guerra es una porquería". A partir de allí, se pondrán en juego múltiples lenguajes de los cuales las fotografías del médico son un primer disparador para pensar este aspecto terrible de la condición humana. La Guerra de Chaco fue también retratada por los artistas contemporáneos al conflicto, por lo que se podrán observar grabados de Antonio Berni, Juan Berlingieri, Juan Carlos Castagnino, Lino Spilimbergo y Guillermo Facio Hebequer así como esculturas de Guillermo y Godofredo Paino. Lo cierto es que las guerras terminan pero el dolor y el impacto de aquellas vivencias quedan en la memoria y en el cuerpo de quienes combatieron. La muestra fotográfica refleja eso: los rostros de los bolivianos que experimentaron el conflicto en primera persona. La instalación fotográfica y los textos son parte de Patricio Crooker (Bolivia). FOTOGRAF.jpeg La muestra fotográfica "Guerreros. Un homenaje a los excombatientes de la Guerra del Chaco" del boliviano Patricio Crooker Virginia Benedetto / La Capital Los dibujos del paraguayo Eurides Asque Modesto Gómez también forman parte de esta muestra gigantesca. Allí, la Guerra del Chaco aparece registrada a partir de los relatos que el artista escuchó de su abuelo. La memoria de la guerra tiene también su lugar. Habrá además obras de Laura Códega, Federico Cantini, Maxi Rossini y Michele Siquot. El escrito de Roberto Amigo se suma a los realizados por Pablo Montini, Paulina Scheitlin, Caro Urresti y la investigación histórica de Gabriela Águila, Laura Luciani y Mariana Ponisio junto a la infografía de Pablo Boggeli. Una muestra para aprovechar La guerra es una porquería es una muestra temporaria, por lo que en pocos meses dejará de estar exhibida. Hasta el 28 de septiembre estará disponible para todos los rosarinos que quieran conocer el mundo retratado por De Sanctis y las diversas maneras de repudiar la guerra. Por supuesto, el museo también mantiene parte de su muestra permanente. Pero hay más: estos cuatro meses son los últimos en los cuales el Museo Marc estará abierto. A partir de octubre, el museo ubicado en el parque Independencia cerrará sus puertas temporalmente. El director de la institución, Pablo Montini, le comentó al diario La Capital que el gobierno provincial envió un importante presupuesto que será invertido en realizar tareas de mantenimiento que habían sido postergadas durante mucho tiempo y construcciones necesarias para mejorar el establecimiento. De esta manera, las puertas del Marc permanecerán cerradas, al menos, un mes y medio.

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