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Concordia » El Heraldo
Fecha: 29/05/2025 08:14
El presidente estadounidense Donald Trump advirtió este miércoles al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu que no atacara a Irán, en medio de los esfuerzos de su Administración por alcanzar un nuevo acuerdo nuclear con el régimen. Durante una conferencia de prensa en el Despacho Oval, el mandatario reconoció que, en una reciente conversación que mantuvo con su homólogo israelí, abordó los crecientes rumores de una posible ofensiva sobre instalaciones nucleares iraníes y aseguró que, para “ser honesto”, le transmitió su descontento con esta idea. “No es una advertencia (...) pero le dije: ‘No lo creo apropiado’. Simplemente dije que no lo creo apropiado. Estamos teniendo muy buenas conversaciones con ellos y no lo creo apropiado ahora mismo”, sostuvo Trump, sin entrar en mayores detalles. El pasado martes, la cadena CNN había reportado que la posibilidad de un ataque israelí sobre instalaciones nucleares iraníes había aumentado considerablemente, en medio de los persistentes cruces de las Fuerzas de Defensa con las milicias terroristas que el régimen financia y promueve. Esta intención quedó al descubierto con ciertos movimientos militares y mensajes en público y privado de altos funcionarios del gabinete de guerra, aunque nada de ello sería del todo definitivo, dado que habría diferencias al interior del Gobierno e, inclusive, se especuló con que todo pudiera ser una estrategia para presionar a Irán. No obstante estas dudas, Trump se comunicó con Netanyahu para persuadirlo a desistir de esta idea y priorizar los avances conseguidos por su delegación, liderada por Steve Witkoff, en el marco de las negociaciones. En cumplimiento de su promesa de neutralizar la amenaza nuclear iraní, el mandatario ordenó a un grupo de funcionarios de su mayor confianza entablar contactos indirectos con la contraparte, a fin de conseguir un acuerdo similar al de 2015, que permitió limitar el programa atómico persa. Hasta el momento, se han realizado ya cinco encuentros, todos con la mediación de Omán, ya sea en Mascate o en su Embajada en Roma. El fin de semana, Trump celebró que la última reunión, del viernes, fuera “muy, muy buena” y destacó que “hemos logrado avances reales, avances importantes” y “constructivos”. Sin embargo, un funcionario de la Casa Blanca fue un poco más cauteloso y sostuvo que “hemos avanzado pero aún queda trabajo por hacer”, adoptando una línea más conservadora, como la de Irán, que señala, también, que se trata de cuestiones “demasiado complejas” para ser resueltas en unos pocos encuentros. Si bien desde el primer encuentro, el 12 de abril, se han resuelto varias cuestiones e -inclusive- se ha incorporado a expertos nucleares y en sanciones para avanzar en los detalles de una posible futura implementación de las medidas bajo debate, lo cierto es que aún no se ha alcanzado un consenso sobre el principal punto de fricción: el enriquecimiento de uranio. La Casa Blanca busca que Irán cese por completo esta actividad que, según informes de inteligencia, el régimen realiza en múltiples plantas del país, a una pureza del 60 por ciento, que lo deja a tan solo un paso técnico del 90% necesario para una bomba. No obstante, Teherán insiste en que su enriquecimiento de uranio no está vinculado a capacidades nucleares y, por tanto, considera un “disparate” esta demanda, a la que -asegura- no dará lugar.
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