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  • Los 8 aliados naturales para la salud del hígado, la digestión y la desinflamación

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 29/05/2025 02:49

    El consumo regular de infusiones con estas plantas no reemplaza tratamientos médicos, pero puede complementar una dieta saludable bajo supervisión profesional (Imagen Ilustrativa Infobae) El auge de los remedios naturales, impulsado por la búsqueda de alternativas menos invasivas, trajo de vuelta prácticas tradicionales como el uso de hierbas amargas para tratar trastornos digestivos. En el marco del Día Mundial de la Salud Digestiva, distintos especialistas y publicaciones científicas coinciden en destacar el rol que pueden cumplir determinadas plantas en la protección del hígado, órgano clave para el procesamiento de los nutrientes y la eliminación de toxinas. La revalorización de la medicina herbaria, lejos de ser una tendencia aislada, se apoya en estudios que examinan los efectos de compuestos vegetales sobre funciones como la secreción de bilis, el metabolismo de grasas o la regeneración celular. En este contexto, algunas infusiones o preparados culinarios vuelven a ocupar un lugar en la rutina diaria como complemento a una dieta equilibrada. Las hierbas que ayudan a la salud del hígado y por qué Las plantas medicinales forman parte de una tradición que hoy se integra a prácticas alimentarias orientadas al bienestar digestivo (Canva) Varias hierbas amargas poseen efectos positivos sobre el funcionamiento hepático. Actúan como protectores, desintoxicantes o regeneradores, y se pueden consumir en infusiones o incorporadas a comidas. A continuación, una guía con sus propiedades y formas de consumo. Alcachofa o alcaucil: Contiene cinarina, una sustancia que contribuye a la protección de las células hepáticas y mejora la secreción biliar. Según la organización AARP, puede prepararse hervida, en ensalada, crema o infusión. Boldo: Utilizado en la medicina tradicional para aliviar trastornos hepáticos y digestivos, favorece la eliminación de cálculos biliares y actúa como laxante suave. El Ministerio de Salud de Chile señala que debe evitarse en embarazadas, niños menores de 10 años y personas con obstrucciones biliares. Se consume en infusión, con una cucharadita de hojas secas por taza. Cardo mariano: La silimarina, presente en sus semillas, tiene efectos antioxidantes y favorece la regeneración de tejidos hepáticos dañados, incluso en casos de cirrosis o hepatitis, según . Se recomienda hervir entre 3 y 5 gramos de semillas trituradas por taza de agua. La silimarina, presente en sus semillas, tiene efectos antioxidantes y favorece la regeneración de tejidos hepáticos dañados, incluso en casos de cirrosis o hepatitis, según Mayo Clinic . Se recomienda hervir entre 3 y 5 gramos de semillas trituradas por taza de agua. Cúrcuma: Estudios de la Universidad de Granada indican que tiene efecto hepatoprotector frente a agentes tóxicos. Se puede consumir como condimento o preparar una infusión con una cucharadita de polvo en agua caliente. Diente de león: Contiene antioxidantes que reducen el estrés oxidativo, protegen el hígado y ayudan a eliminar grasa intrahepática. Según el Ministerio de Salud chileno, se utiliza en infusión, con una cucharadita de planta seca por taza, pero no debe tomarse en caso de ictericia obstructiva. Jengibre: Aporta enzimas antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades hepáticas como la fibrosis. La organización AARP sugiere consumirlo en té, cortando finas rodajas de la raíz en agua caliente. Manzanilla: como el de la Universidad Nacional Kharkov Karazin demostraron que sus flavonoides protegen al hígado frente a toxinas. También estimula la producción de bilis y posee acción antiespasmódica. Se prepara con una cucharada de flores secas por litro de agua hirviendo. Estudios como el de lademostraron que sus flavonoides protegen al hígado frente a toxinas. También estimula la producción de bilis y posee acción antiespasmódica. Se prepara con una cucharada de flores secas por litro de agua hirviendo. Té verde: Rico en catequinas, ayuda a reducir la inflamación y la grasa acumulada en el hígado. Varios estudios destacan su efecto positivo sobre las enzimas hepáticas. Se prepara en infusión con una bolsita o una cucharadita de hojas por taza. Qué tipo de dieta seguir para tener una buena salud digestiva El cuidado de la salud digestiva va de la mano con un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio físico y manejo del estrés (Imagen Ilustrativa Infobae) Además del consumo moderado de hierbas específicas, una alimentación saludable es clave para sostener la salud digestiva. Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y asociaciones de gastroenterología recomiendan pautas basadas en evidencia. Entre los pilares fundamentales se encuentra el aumento del consumo de fibra, presente en frutas, vegetales, cereales integrales y legumbres, que favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. También se sugiere limitar la ingesta de grasas saturadas y azúcares añadidos, que pueden alterar la microbiota intestinal y afectar la función hepática. El consumo regular de agua, el control del estrés, la actividad física diaria y la regularidad en los horarios de comida son otros factores que inciden directamente en el bienestar digestivo. En personas con antecedentes de trastornos hepáticos o digestivos, los profesionales de la salud recomiendan ajustar la dieta bajo supervisión médica y evitar el uso prolongado de suplementos herbales sin indicación profesional.

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