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» El Ciudadano
Fecha: 29/05/2025 00:35
Un hombre denunció a su ex esposa por violencia familiar. A la mujer le dictaron la prohibición de acercamiento a su ex cónyuge. Según publicó el periodista especializado en temas judiciales Alberto Furfari, el esposo, con el patrocinio del abogado Sebastián del Vecchio, radicó una denuncia a su ex esposa por haber cometido contra él violencia familiar de carácter económica, y psicológica, por el uso de violencia, amenazas y falsas denuncias tras divorciarse de ella en 2022. Sostuvo que su ex, mediante una falsa denuncia de violencia de género, se apropió de la única vivienda que posee y que constituye un bien propio, ya que era soltero cuando adquirió la propiedad. Tras una denuncia de violencia contra la mujer, fue obligado a retirarse del hogar conyugal de la zona sur de Rosario. La ex pareja se quedó con una serie de documentos y llaves de bienes de otra propiedad de él, ubicada en una localidad cercana a Rosario. El hombre inició el divorcio y se dictó la sentencia correspondiente. La sociedad conyugal no poseía bienes gananciales. Decidió alquilar el inmueble cercano a Rosario, que estaba deshabitado. Según la denuncia, cuando una sobrina del hombre iba a mostrar la casa a potenciales clientes, se aproximó al lugar la ex esposa junto a la Policía, argumentando que había sido alertada por vecinos, y aseguró al personal uniformado actuante que dicha vivienda era de su propiedad, versión que fue descrita como absolutamente falsa por la sobrina, quien a su vez le aseguraba a los policías que la propiedad pertenecía exclusivamente a la familia de su tío, y que la mujer estaba mintiendo al asegurar que era de ella. La mujer radicó una denuncia denunció contra la sobrina del dueño por usurpación. El hombre ya había denunciado tiempo antes constantes maltratos y hechos de violencia. Dijo que había comprado con ahorros y una indemnización un terreno y construyó una pequeña vivienda. Agregó que la mujer siempre tuvo la intención de apropiarse del inmueble, a sabiendas que no le pertenece y que jamás convivieron allí, y por ende ningún derecho le correspondía. “Con denuncias falsas cargadas de mentiras fácilmente demostrables, logró su objetivo de quedarse con mi propiedad e impedir que por miedo a represalias policiales basadas en falsas denuncias me acerque a la misma”, sostuvo el damnificado. Además, sostuvo que su ex esposa y los tres hijos de ella vivían en la casa que él tiene en la zona sur de Rosario, de la cual fue excluido. La Justicia de Familia dispuso la prohibición de acceso a la casa donde vive el esposo, extensiva a cualquier ámbito material donde desarrolle actividades laborales, en forma autónoma o en relación de dependencia, y asimismo a los lugares donde concurre él y/o grupo familiar. Se le prohibió también acercarse a un radio de 200 metros o realizar actos de hostigamiento o violencia, incluidas las comunicaciones telefónicas, vía correo electrónico, Facebook y/o cualquier red social y además acceder a la casa que el hombre posee en cercanías de Rosario.
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