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» Sin Mordaza
Fecha: 28/05/2025 19:31
Aunque el frío todavía no golpea con fuerza, el Hospital José María Cullen atiende unas 300 consultas diarias, aún sin haberse registrado el pico de enfermedades respiratorias típico del invierno. Próximo a cumplir 116 años el próximo 9 de julio, el Cullen cuenta con 30.000 metros cuadrados y alrededor de 2.000 empleados, de los cuales unos 600 son profesionales de la salud. Hospital de tercer nivel por atender casos de alta complejidad, es un efector de referencia para toda la región centro-norte de la provincia. Actualmente, el hospital cuenta con 63 servicios, de los cuales 29 son médicos, y 22 salas de internación, con un total de 320 camas. De esas, 67 son críticas. De la gigantesca estructura, uno de los sectores más sensibles es el de guardia, que hoy recibe entre 250 y 300 consultas diarias. Aunque todavía no se registró un pico por patologías respiratorias invernales, “sí hay una alta demanda por politraumatismos, heridas de arma de fuego o arma blanca, y situaciones que requieren equipos médicos numerosos y altamente capacitados”, sostuvo el director del hospital Bruno Moroni. Ante los reclamos por demoras, el director fue claro: “Pedimos comprensión. El tipo de paciente que atendemos muchas veces necesita atención inmediata y compleja. Hay un sistema de triage que determina la prioridad. La intolerancia y la violencia hacia el personal es un problema que enfrentamos a diario y que no debería naturalizarse”. Tecnología de punta y recurso humano calificado Uno de los pilares del Cullen es su infraestructura tecnológica, que incluye equipos de última generación para terapia intensiva, diagnóstico por imágenes y tratamientos complejos. Un ejemplo es el uso del sistema ECMO, una técnica que permite oxigenar la sangre fuera del cuerpo en pacientes críticos. “Es un equipo que se utiliza cuando fallan simultáneamente los pulmones y el corazón. Es tecnología de punta, pero también requiere personal capacitado. Incluso, hay veces que se traslada al paciente con este sistema en funcionamiento, lo que es una de las maniobras médicas más complejas”, señaló. Además, el hospital dispone de tomografía, resonancia magnética —incluso cardíaca—, ecografía, respiradores de alta complejidad y monitores multiparamétricos, tanto en guardias como en internación. “Tenemos el recurso humano y técnico para responder a lo que se necesita. No solo hay suficiente personal, sino que está capacitado para situaciones de altísima exigencia”, afirmó Moroni. Derrumbe, obras y nuevos proyectos Sobre el episodio del derrumbe ocurrido semanas atrás, el director informó que la situación fue estabilizada. “La estructura ya está segura. Allí estaba proyectada la nueva sala de neurotoxicología, una obra muy importante para mejorar la calidad y la cantidad de atención. Esperamos poder retomar ese proyecto pronto”. Compromiso sostenido Finalmente, Moroni resaltó el trabajo conjunto con distintos comités institucionales —de bioética, farmacia, control de infecciones, cuidados paliativos, calidad y seguridad— y reafirmó su compromiso con la salud pública: “El Cullen es un hospital que sostiene día a día un funcionamiento de altísima complejidad. Lo hace con recursos humanos comprometidos, con tecnología de punta y con la vocación intacta de seguir siendo un pilar del sistema de salud santafesino”. Escuchar la nota completa:
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