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» Diario Cordoba
Fecha: 28/05/2025 16:35
A la Feria de Córdoba le cuesta salir de su letargo diario, desperezarse y ponerse a punto para la gente. A primera hora de la mañana, las cuadrillas de limpieza de Sadeco ya han hecho su trabajo para dejar el Arenal en perfecto estado de revista. Los camiones de riego pasan con frecuencia para aplacar el albero, y se agradece ese olor a tierra húmeda en un mediodía caluroso como el de este miércoles. Es el petricor, esa palabra tan bonita y poco común que parece el nombre de una ferretería cordobesa, aunque fue inventada por unos científicos británicos hace menos de un siglo. Aún tienen que pasar varias horas hasta que la feria se anima. Sobre la una del mediodía, la noria de la calle del Infierno engrasaba sus goznes dando vueltas silenciosa, vacía, como todos los demás cacharritos de la Feria. No será hasta la tarde cuando la zona se anime gracias al día en que las atracciones cuestan más baratas. Eso lo agradecen los padres. "El miércoles es sagrado para los niños, no podemos dejar de venir este día", afirmaba José Rafael a la entrada del recinto ferial, bajo la sombra que da la gigantesca portada. Ambiente en El Arenal el miércoles de Feria / Manuel Murillo A esa hora, lógicamente, todavía no había niños en el Arenal. "Nosotros esperamos aquí en la Feria, comemos con los amigos y luego por la tarde ya vendrán los nietos. Después nos volvemos todos juntos a casa", aseguraba José Rafael. Un plan parecido es el que tenía el matrimonio fuensantero de Rafa y Josefina: "Los niños se quedan primero con los abuelos y luego vamos a recogerlos para venirnos todos a la Feria a pasar la tarde". Iban con ropas cómodas, nada de faralaes ni corbata, "que luego el día se nos hace muy largo y más con el calor que está haciendo". El calor está siendo seguramente el tema más comentado en las casetas de la Feria de Córdoba de este año, con los cuarenta grados sobrevolando el ambiente. Quizás el clima haya hecho que al mediodía de este miércoles el ambiente fuera bastante tranquilo, con no demasiada gente paseando por las calles del Arenal. Una ligera brisa compensaba un poco las altas temperaturas, pero aun así era insuficiente para superar el calor. Lo mejor es un sombrero para los hombres, abanico para las señoras y agua fría para todos. Trajes de gitana en el miércoles de Feria / Víctor Castro Oficialmente, la Aemet declaró este miércoles la alerta amarilla en todo el Valle del Guadalquivir a su paso por Córdoba, con temperaturas que en la capital alcanzaron los 39 grados. Para este jueves se espera un termómetro con los mismos valores y de nuevo con aviso amarillo. Habrá que ir preparado a la Feria. Grupos de amigos De nuevo, como en los dos días laborables anteriores, se han visto muchos grupos en el Arenal, tanto de amigos como de empresas, en una jornada en la que ya se han terminado las recepciones oficiales. De camino por la calle Guadalquivir, una de las arterias principales que sigue un trazado paralelo al río, un trío de cuarentones caminaba buscando la sombra hacia una de las casetas donde habían quedado con otros compañeros. Iban todos ataviados de forma parecida, con vistosas camisas de colores y sombreros de paja, cada cual con su jarra de rebujito. "Lo hacemos todos los años, unas veces pueden venir unos y otras veces otros, pero siempre procurarnos juntarnos los amigos", declaraban. Un camión de Sadeco echa agua en el albero del recinto ferial, este miércoles. / Manuel Murillo Ese ambiente relajado no tenía nada que ver con lo que ocurrirá más tarde en la celebración del botellón, con miles de jóvenes en los aledaños del recinto ferial como cada año. Al mediodía todo estaba preparado y acotado en la zona, con menos espacio que otros años debido a las obras del tanque de tormentas del Guadalquivir que está construyendo Emacsa. Amigos y familiares en el miércoles de Feria / Víctor Castro La caseta municipal ha tenido una vez más un amplio programa de actuaciones. A las 14.30, con Alto Guadalquivir, grupo rociero de Cañete de las Torres con 35 años de carrera. Por la noche será el turno de La Gramola, orquesta juvenil con temas que van desde el country a ritmos tropicales, así como el grupo Reconvers, con años de experiencia y un repertorio a base de las mejores versiones del pop y el rock de los 80 y 90. Además, por la tarde la caseta municipal acogió un taller de moño tradicional a cargo de Elisabeth Atenciano.
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