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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 30/05/2025 02:56
El titular de la UIA, Martín Rappallini, y otros industriales se reunieron este jueves con el secretario de Coordinación Productiva, Pablo Lavigne A un mes de haber asumido al frente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, comenzó su agenda de reuniones con el Gobierno para impulsar un trabajo conjunto que busque avanzar con las reformas que la industria considera clave a los fines de reducir el “costo argentino” y a la vez poder transmitir las preocupaciones tienen varios sectores manufactureros en materia de aumento de las importaciones y marcha de la actividad. Luego de reunirse con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, días atrás, este jueves fue el turno del secretario de Coordinación Productiva, Pablo Lavigne, con quien ya venían manteniendo un diálogo fluido antes del cambio de conducción. Por parte de la UIA, acompañaron a Rappallini, los vicepresidentes David Uriburu, de Techint, y Luis Tendlarz, del sector textil; y el director ejecutivo, Diego Coatz. Desde la entidad fabril destacaron que se trató de una primera instancia de diálogo, en la que se abordaron cuestiones vinculadas a la coyuntura, así como también temas estratégicos más de mediano plazo, principalmente vinculados a reformas en los regímenes laboral e impositivo, que se esperan para después de las elecciones de octubre. Los industriales manifestaron su inquietud ante la falta de dinamismo en la actividad económica y Lavigne les transmitió su expectativa de que la reactivación se afiance en la segunda mitad del año. Uno de los ejes de la conversación giró en torno a los precios relativos. El Gobierno insistió en que los valores en el mercado interno deben reacomodarse en relación con los de países vecinos como Uruguay, Brasil y Paraguay y el planteo incluyó menciones específicas a algunos electrodomésticos, como las licuadoras, por ejemplo. La visión oficial subrayó que muchos precios locales continúan por encima de los estándares regionales, mientras que los representantes del sector fabril defendieron su desempeño señalando que, en muchos casos, sus precios aumentaron muy por debajo de la inflación general. Este es el gráfico que la UIA le mostró al Gobierno, con el objetivo de mostrarle que los precios de la industria subieron menos que la inflación general Desde la Secretaría de Comercio expresaron que el foco de la política oficial está puesto en facilitar el acceso de los consumidores a bienes más baratos. Y con ese objetivo es que se avanzó en una fuerte reducción de aranceles, en la medida en que se los permite el acuerdo del Mercosur. Al respecto, los industriales reclamaron que no se continúe con esta política, a menos que se implementen cambios relevantes en los tributos que afectan a la producción. Y en el Gobierno no tienen, por ahora, ningúno otro proyecto que apunte a reducir aranceles, aunque nadie duda de que aparecerá tan pronto como el Gobierno avisore una nueva distorsión de precios. El reclamo por el “costo argentino” Sobre el llamado “costo argentino”, uno de los ejes sobre los cuales la UIA insistirá durante la actual gestión, fuentes de la entidad remarcaron que “se ubica entre 25% y 40%, con una proporción del 70% atribuida a factores externos y un 30% a causas internas”. Del tipo de cambio no se habló en la reunión, pero en la industria sostienen que si bien una gran parte de la falta de competitividad tiene que ver con las estructuras tributarias, de infraestructura, de logística, y laboral, que son muy superiores a las de la región, que el dólar esté apreciado no ayuda. Ayer la cotización cerró casi en $1.200, que es una cifra más razonable que $1.000, dijo una fuente de la entidad, pero aún así resulta bajo para ser competitivo, consideran en la central fabril. A eso se le suma que el Gobierno abrió la economía sin avanzar todavía con reformas impositivas importantes. El secretario de Coordinación Productiva, Pablo Lavigne, les planteó a los empresarios que hay muchos precios que están muy por encima del promedio regional Sobre esas reformas que se vienen, seguramente pos elecciones, la UIA transmitió la necesidad de generar mesas de trabajo sectoriales para abordar estas problemáticas en profundidad y poder presentar propuestas. De todos modos, y más allá de los reclamos, una de las fuentes consultadas fue tajante: “Los sectores industriales tenemos que entender que tenemos que ser competitivos”. También insistieron en que se devuelvan los saldos de IVA acumulados por exportadores y que se avance con la eliminación de las retenciones en rubros que no fueron incluidos en la última quita de derechos. Es el caso del sector automotriz y el de insumos básicos. Son los que tendrían mayor incidencia en la actividad industrial, pero al mismo tiempo los que generarían más costo fiscal, razón por la cual quedaron afuera. También se abordó la problemática del dumping, sobre la cual los representantes del sector industrial informaron que ya están trabajando en varios casos concretos, luego de la reglamentación del decreto que modificó el régimen. Qué pasa con la actividad La UIA también remarcó su inquietud por la situación del mercado interno, particularmente por la falta de dinamismo en varios sectores. Indicaron que el impacto de la recesión no es uniforme, y hablaron de heterogeneidad en la recuperación. Si bien identificaron señales de reactivación en algunos segmentos, advirtieron que en términos generales la actividad se encuentra amesetada. El Gobierno acaba de anunciar medidas para incentivar a que los argentinos saquen sus “dólares del colchón” y que puedan, sin tener que justificar su situación patrimonial, utilizarlos para consumir. Los expertos tributaristas creen que la medida no tendrá impacto en lo inmediato, ya que las leyes siguen siendo las mismas y no eximen al contribuyente de pagar, si fuera fiscalizado, lo que corresponde. Pero el Gobierno cree que ayudarán a dinamizar la actividad, que por ahora muestra números mixtos, de sube y baja y con un alto grado de heterogeneidad entre sectores.
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