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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 27/05/2025 16:31
Desde su formación como scout hasta su rol actual como guardaparque y guía de turismo en Concordia, Marcelo Cortiana ha recorrido un camino marcado por el contacto directo con la naturaleza, la educación ambiental y el trabajo comunitario. En esta edición N° 121 de Entrevistados, con motivo del Día del Ecoturismo, conversamos con él para conocer su historia, los desafíos de su oficio y la importancia de fomentar un turismo sostenible, consciente y pedagógico. ¿Cómo nace tu vínculo con el turismo de naturaleza? “Soy guardaparque, guía de turismo y también me he formado como guía de fauna. Además, actualmente trabajo en un área del municipio relacionada directamente con mi profesión. Mi historia con el turismo comienza siendo turista. Desde siempre me gustó salir, acampar, vivir el contacto con el ambiente. Y esa pasión la compartí con mi familia: todos somos scouts. Eso me formó en una ética de respeto por la naturaleza, de convivir con ella desde adentro y no desde la comodidad del hotel. Desde ahí entendí que el turismo de naturaleza no era sólo una actividad recreativa, sino una forma de vida”. ¿Cuál es tu función diaria como guía turístico y guardaparque? “La actividad empieza antes del contacto con el grupo. Primero analizamos qué tipo de contingente vamos a recibir: si es una escuela, una familia, jubilados, una universidad. En función de eso, planificamos la experiencia. Si son alumnos, coordinamos con los docentes el tema curricular que están trabajando, si es biología, geografía, fauna local, etc. Hacemos senderismo, interpretación ambiental, talleres lúdicos, avistaje de aves. Pero nada se improvisa: todo se estudia. Recibimos desde salitas de cuatro hasta estudiantes de posgrados. Y en todos los casos, buscamos dejar una semilla de conciencia ecológica”. ¿Cómo ha evolucionado la conciencia ambiental en Concordia a lo largo de los años? “Enormemente. Hace veinte años nadie hablaba de plantar especies nativas. Hoy ya hay normativas que lo exigen. Antes éramos pocos los que explicábamos que un árbol autóctono atrae mariposas, aves y regenera suelos, hoy muchas escuelas lo enseñan. La educación ambiental es transversal en Entre Ríos, lo cual es una ventaja enorme sobre otras provincias. El cambio climático es una realidad: no es discurso, es ciencia. Y el turismo activo es una herramienta poderosa para generar conciencia en todos los sectores sociales. Ver a niños que no conocían el Parque San Carlos o el Naranjal de Pereda emocionarse al visitarlo por primera vez te demuestra que falta mucho, pero también que vamos en camino”. ¿Qué desafíos enfrentás en tu oficio? “Uno de los más grandes es la falta de difusión y de llegada a ciertos barrios. Hay chicos que viven a pocos kilómetros del río y nunca han visto una costa natural. No conocen nuestros espacios verdes. Eso habla de una desconexión tremenda. Y nosotros, como trabajadores del ambiente, tenemos que salir a buscarlos, llevar el turismo y la educación a donde más se necesita. Otro desafío es el constante perfeccionamiento. Nunca dejamos de estudiar. Yo tengo más de 50 años y sigo haciendo diplomaturas, cursos, capacitaciones. El guía turístico y el guardaparque no pueden quedarse quietos: hay que leer, investigar, adaptarse. Porque no se trata solo de contar historias bonitas: se trata de interpretar científicamente lo que vemos y transmitirlo con pasión”. ¿Qué consejos darías a alguien que quiere dedicarse al turismo activo? “Primero que estudie. Que se capacite. Hoy hay más posibilidades que antes. Hay tecnicaturas, cursos online, diplomaturas en universidades públicas. Y que tenga en claro que esto no es una actividad para hacerse millonario, sino para enriquecerse espiritualmente. Hay que ser curioso, observador, respetuoso, tener algo de actor, de narrador, de docente. Y sobre todo, amar profundamente el lugar en el que uno trabaja. Porque el guía turístico es un embajador de su tierra. Si no te emociona contar la historia de tu ciudad, no estás en el camino correcto”. ¿Volverías a elegir este camino si tuvieras la oportunidad? “Sin dudarlo. El movimiento scout me marcó profundamente. Y el turismo de naturaleza me dio muchas más satisfacciones de las que alguna vez imaginé. Cuando me llaman para dar una charla en una escuela o me mandan dibujos de los chicos que me escucharon y dibujan al ‘guardaparque con sombrero y panza’, sé que estoy dejando una huella. El ecoturismo no es una moda: es una necesidad. Y mientras pueda seguir sembrando conciencia, voy a seguir en este camino”. Te invitamos a ver lo más destacado de la entrevista a través de los reels en redes sociales, buscanos como: Despertar Entrerriano.
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