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Parana » AnalisisDigital
Fecha: 27/05/2025 03:32
Por Hugo Remedi - Especial para ANÁLISIS (*) Mientras subieron al cuadrilátero al ministro de Salud, Daniel Blanzaco, a una batalla que por cierto no tenía en agenda como es eliminar al Iosper y en su lugar avanzar con un proyecto oficialista, el titular de UPCN José Allende, apañado por el gobierno, hizo, con el mismo combo, una monumental demostración de poder. Curiosa coincidencia -cuando menos- alineó a los planetas para que luego de inmediato a que se viniera reclamando la posición imprescindible del Ministerio de Salud en el debate, el titular de la cartera sanitaria luego de haberse mantenido a buena distancia de la zona de fuego, habló y de hecho no se corrió de las indicaciones del gobierno. No tienen valor los gestos ante hechos inevitables o bien, desmejoran su legitimidad. De modo tal que, segundos antes de que Blanzaco fijara su posición a favor del proyecto de creación del nuevo Iosper, Rogelio Frigerio había planteado mediáticamente que lo buscaran para conocer su posicionamiento, como si el posible hallazgo periodístico admitiese la posibilidad de ver a un funcionario opinar en contra de su propio gobernador. Demasiado ya tiene Blanzaco con enderezar el Titanic y poner a funcionar el Programa Entrerriano de Salud que dejó su antecesor Guillermo Grieve, que anunció el gobernador como política de Estado y que aún sigue en la carpeta de los pendientes. Si es que aquella peregrina idea continúa con vida. Desde que salió el dictamen de comisión en el Senado entrerriano con los favores obscenos de dos senadoras del PJ, el gobierno ya sabe que cuenta con los votos para aprobar el proyecto impulsado y todo el resto del pataleo pasó a ser parte del decorado. Quizás en la evaluación expresa del combo que tuvo a Blanzaco y Allende como protagonistas, lo del ministro de Salud con su redundante apoyo a la medida es previsible absolutamente. Lo harto significativo fue la ostentación de poder del titular de UPCN. Con el argumento de la realización de unas jornadas de Enfermería, Allende hizo ir al ministro de Salud a su “casa” gremial para que asumiera en conferencia de prensa, lo que necesitan todos los socios del acuerdo para detonar al Iosper. Quedan dudas entonces que lo que no hizo la prensa propia del ministro, sí lo hizo el brazo ejecutor del acuerdo. Letra chica en dos direcciones: por un lado UPCN muestra su poder de fuego dentro de la cooperativa que armó con el gobierno para disciplinar lo que fuese necesario funcionarios inclusive y por el otro lado y quizás la más importante, inflar el pecho y gritarles a todos, que el poder dentro de las negociaciones del toma y daca con el gobierno, lo tiene absolutamente cerrado y es de su absoluta propiedad. Quizás haya próximos objetivos. Blanzaco, de absoluto bajo perfil, pidió que no lo metan en las convulsiones mediáticas por el tema Iosper de modo tal que no es casual que ni en la página del Ministerio están sus declaraciones pero claro, salir de paseo con determinada gente tiene su costo. El gobierno también hizo bajar a la provincia al ministro de Salud de CABA, Fernán Quirós para que de una mano con el tema, pero el asesoramiento no pasó de un discreto susurro al oído de su par entrerriano con la condición que no se sujetarán a ningún tipo de repercusiones públicas. En definitiva, Allende es bien peronista tiene el poder y lo ejerce… y lo ostenta. El resto que siga participando. (*) Periodista
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