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Colon » El Entre Rios
Fecha: 25/05/2025 09:31
Del cine mudo a un boliche bailable Atención Esta imágen puede herir su sensibilidad Ver foto Compartir imágen Atención Esta imágen puede herir su sensibilidad Ver foto Compartir imágen Escuela de danzas y formación teatral Teatro en temporada, hasta el cierre en pandemia Atención Esta imágen puede herir su sensibilidad Ver foto Compartir imágen Su arquitectura, una combinación de estilos Estado de conservación y condiciones de integridad Domingo de festejos Domingo 25 de mayo de 2025. El Teatro Centenario de Colón cumple 100 años. Su historia incluye el paso de grandes figuras nacionales, modificaciones en su estructura, cambios de dueño, cierres y reaperturas.El grupo de vecinos autoconvocados denominado PIC (Patrimonio e Identidad Colonense) compartió conun extenso documento, fruto de una investigación realizada sobre su pasado y presente. En base a él, armamos una síntesis de lo sucedido con este lugar emblemático de la ciudad en su primer siglo.Dentro del marco jurídico, podemos contar que el Decreto Provincial 6676/2003 lo declara de Interés Histórico Cultural. Luego, mediante la Ordenanza 57/2017 se lo reconoce como “Bien Histórico, Arquitectónico y Cultural de Interés Patrimonial” de la Municipalidad de Colón. Finalmente, con la sanción de la Ley Provincial N° 10.911 de Protección del Patrimonio Cultural Material e Inmaterial de la Provincia de Entre Ríos (año 2021) se afirmó su carácter de Patrimonio Cultural Material, por ser parte de los bienes comprendidos en el Decreto Provincial N° 6676/2003 y a través de su reglamentación (Decreto 128/2023), se reafirma esa condición.A largo de sus 100 años de antigüedad, la evolución del teatro está representada al menos por tres etapas con sus correspondientes características materiales e inmateriales y por los cambios en su situación dominial, administración y funcionamiento. Sobrevinieron en su trayectoria algunos cierres temporales en su función como teatro y cine, el primero de ellos en el año 1988; el segundo en el año 2008 y el tercero en el año 2020, interrupción que llega hasta nuestros días. En paralelo, la propiedad del inmueble posee siete instancias de cambio en la titularidad de su dominio privado.El Cine-Teatro Centenario de Colón fue inaugurado el 25 de mayo de 1925 en un hermoso edificio de estilo italianizante y colonial de excelente acústica, erigido por José Brovatti, constructor de nacionalidad italiana.Desde 1910 la calle se denominaba Centenario (anteriormente calle América). En 1938 volvió a cambiar la denominación por la actual 12 de Abril, fecha de fundación de la ciudad.La noche del 25 de mayo el Teatro Centenario abrió sus puertas a través de sus propietarios iniciales, Luis González y sus hermanas Isabel, María del Pilar y Rosa, de origen uruguayo, quienes trasladados a la localidad habían adquirido toda la manzana a su anterior propietaria, Cipriana Willat de Massera. Decidieron brindar un perfil cultural a la ciudad que crecía con el vapor de los barcos, encargar a Brovatti la construcción del mismo y darle una proyección social al emprendimiento. Se dice que los verdaderos motores del emprendimiento fueron sus hermanas; de hecho, en 1926 Luis vende su parte a su hermana María del Pilar.Los asistentes a la inauguración quedaron inmortalizados en una fotografía en el Hall Central, al lado de las placas, en la función que contó con la presencia de la Compañía de Teatro de Eloy Álvarez de la Ciudad de Buenos Aires.El Cine-Teatro Centenario fue un sitio de privilegio desde donde se intentó mostrar espectáculos de jerarquía que llegaban al interior del país, además de los que se ofrecían para esa época desde el Teatro “Florencio Sánchez” de Paysandú.A pocos años de su habilitación, los propietarios del edificio comenzaron a gestar la idea de ampliarlo hacia uno de sus lados, como una zona de “terraza” donde asistir a funciones al aire libre durante el verano. En esa “sala al aire libre” se instalaron butacas de cemento.Entre las primeras figuras que pisaron las tablas estuvieron Eloisa Cañizares y Libertad Lamarque. El cine mudo fue otro actor central en su recinto, animado por el pianista Schiafino y una mínima orquesta estable, dirigida por Carlos Bonfilio.Se recuerda que en esas primeras décadas hasta Carlos Gardel estuvo en la programación, hecho que no se concretó por razones de enfermedad que lo obligaron a volver a Buenos Aires después de sus actuaciones en Paysandú y en el Cine Gran Rex de Concepción del Uruguay.En la década de los ’40 la administración del Teatro Centenario comienza a gerenciarse a través de la Compañía Exhibidora del Litoral, dedicándose a la proyección de películas, aunque también se presentaban espectáculos musicales y teatrales. En 1957 los diarios anunciaban la inminente inauguración de “pantallas panorámicas, vista visión y cinemascope” en el Teatro-Cine Centenario.La compañía exhibidora, además de gerenciar el establecimiento, en 1965 adquirió el dominio a sus primeros propietarios (para entonces Rosa González). Mientras, se continuaba con espectáculos musicales, teatrales y de otras características. Se recuerdan en esa época la actuación de Darío Víttori y las presentaciones de Tu Sam.Hacia 1978 la Compañía Exhibidora del Litoral (representada en la escritura de dominio por Moisés Baralya, Isidoro Barmay Mon e Isaac Kremer) traspasa el gerenciamiento del teatro a las hermanas Irma Tiqui Luy y Elina Jaquet de la localidad de San Salvador, encargándose éstas de la actividad de proyección, vinculadas al distribuidor de películas Tony Álvarez.En ese momento había mucha actividad en el cine, cortometraje seriados (donde un episodio terminaba con gran incertidumbre y deseos de ver la continuación), largometrajes norteamericanos, algunas producciones europeas y –con altibajos- cine nacional. En su interior se conserva aún uno de los primeros proyectores fílmicos, pieza que marcó un período importante de la historia local.En esa etapa, por el escenario desfilaron la compañía de los Hnos. Podestá, la de Blanca Podestá, la de Eloy Álvarez y un sinnúmero de reconocidos artistas, entre los que citan a Edda Díaz, Azucena Maizzani, Mecha Ortiz, Bertha y Paulina Singerman, Pepe Soriano y China Zorrilla.La memoria descriptiva menciona una publicación de diario “El Entre Ríos” (año 1973) en la que se indica que el Centenario “está realmente venido a menos” y otra al comienzo de los ’80 en la que se expresaba: “Nos decimos ciudad turística y no contamos con Teatro-Cine”, evidenciando un cierre temporal del mismo.En 1984 la Compañía Exhibidora del Litoral vende el inmueble a Rubén Inkier. A mediados de esa década la sala al aire libre fue eliminada para construir la actual galería comercial contigua al teatro, con un diseño realizado por arquitectos locales. Sus butacas de cemento fueron depositadas en la Calera Colombo.Hacia 1988 se refuncionalizó el establecimiento, continuando el cese de teatro y cine y produciéndose diversas modificaciones en su interior que convirtieron al lugar en un salón bailable o “boliche” denominado “Teatro By Discoteque”, administrado por el Sr. Premat. Se procedió en algún momento al desmantelamiento de la pinotea, la nivelación del piso con cemento y se anuló el balcón más alto o “gallinero”. Desapareció también el foso que existía entre el escenario y la platea, y que servía para ubicar a los músicos que acompañaban las funciones. En ese corto período –que finalizó en 1989- funcionó además una feria de productos regionales.Entre los años 1993 y 2008, el Teatro Centenario volvió a recuperar la actividad teatral que se había perdido a comienzos de la década de 1980. El inmueble propiedad de Rubén Inkier, era administrado por entonces por Miguel Bazzuri, vecino de Colón.En su reapertura (1993) el teatro mantenía su estructura general, aunque con algunas reparaciones. A través de numerosos socios adherentes de la localidad, se contribuía para solventar los gastos.El emprendimiento tuvo la colaboración del Instituto Nacional del Teatro y si bien la actividad principal sería la teatral (formación actoral y presentación de obras), se incluyó la realización de numerosas actividades.Se implementó la escuela de danzas “Isadora Duncan” cuyos profesores Analía Mout y Edgardo Garnier impartieron clases de danzas nativas, clásicas, tango, folklore y árabes a niños, jóvenes y adultos de la localidad.Hubo dos grupos corales: "Cantares del Mundo”, conducido por la profesora Lilia Moyano (posteriormente denominado “Tierras de Agua”); y “Coro Alas”, a cargo de la profesora Silvina Simón. También se realizó en esa época un Seminario de Artesanías. El Teatro de Títeres fue otro de los emprendimiento y en ese marco tuvo lugar en el Centenario el Primer Encuentro Nacional de Títeres “Timoteo y Narigueta”, con el auspicio del Instituto Nacional del Teatro.A la par, en el lugar se dictaron clases de la carrera de Periodismo que impartía el Instituto de Estudios Superiores, muchas de las cuales eran dictadas por calificados periodistas de nivel nacional.Para la misma época el Teatro Centenario fue sede de la 4ta. Muestra de Teatro Internacional del Mercosur Interior, organizada en conjunto con la Asociación Civil “La Fragua” de la localidad de Villa Elisa que convocó a unos 6.500 espectadores, realizándose además el Encuentro Provincial “Colón a Todo Teatro”.La administración del grupo teatral ART-TEATRO “Alas” se prolongó durante aproximadamente 14 años hasta que cerró su emprendimiento en el año 2008. El Centenario volvería a funcionar en 2013.El 8 de diciembre de 2013 el Teatro Centenario volvió a funcionar a través del emprendimiento del actor, director y productor Adrián Venagli, quien se instaló en Colón para dar impulso al nuevo proyecto, "un teatro para la gente", que incluía una academia de arte y un cine, recuperando el escenario, arreglando y repintando sus paredes, reparando cañerías, retapizando butacas y proponiéndose ampliar su capacidad de 200 a 270 asistentes.Para esa oportunidad el Teatro Centenario contó con el padrinazgo del actor Facundo Arana quien citó palabras de García Lorca “un pueblo que no cuida su teatro si no está muerto está moribundo”.La reapertura agotó sus 300 localidades, más 300 sillas que se dispusieron en la calle. Cientos de vecinos se sumaron con sus sillones.En esta tercera etapa, por su cartelera pasaron Jorge Corona, Rodolfo Ranni, Jean Francois Casanovas con el grupo Caviar, Baby Etchecopar, Cacho Garay, Luis Rubio, Rodrigo de la Serna, Raúl Rizzo, Marta González, Mora Godoy, Germán Krauss, Martha Bianchi, Gabriel Rolón, Chichilo Viale, Miguel Ángel Cherutti y Facundo Arana, entre otros.Este periodo se caracterizó por la producción de diversos espectáculos, especialmente enfocados a visitantes y turistas, si bien poseía en su origen la finalidad de que fuera un centro cultural para la comunidad.De acuerdo con la descripción que realiza el Arquitecto Norberto Iribarren en su obra “Recorriendo Colón en Croquis” (2018), el estilo arquitectónico del Teatro Centenario combina lo italianizante con lo colonial, con una fachada de composición clásica claramente configurada a partir de un eje de simetría y vanos que dejan ver desde la calle hacia el interior del foyer y viceversa, considerándose una “interesante propuesta de uso que apela al rítmico uso de vacíos y llenos”.“En planta alta, además de continuar el ritmo de planta baja, la tipografía que le da nombre al edificio se acordó montarla en el espacio del entablamento, sobre el arquitrabe en el espacio destinado al friso y todo eso debajo de la cornisa que posee sus clásicos dentículos”.“El Teatro Centenario utiliza el modelo ‘a la italiana’ que es aquel que dentro de la estructura del edificio teatral, presenta el espacio escénico en relación con el espacio del público siguiendo las pautas establecidas por el Teatro Farnese construido en Parma en el siglo XVII (1618), ciudad que estaba a 119 km de Pavía, ciudad natal de José Brovatti”, quien se presentaba como “constructor de obra, especialidad en obras artísticas, funerarias, planos y presupuestos, artífice del Teatro Centenario”.“Comprendía su composición de platea, balcón alto o ‘gallinero’ (hoy inexistente), tertulia alta y baja; su piso de pinotea, el cual se reclinaba con gatos hidráulicos para las noches de cine y se enderezaba para los grandes bailes de fin de semana; su fosa donde un piano o una orquesta llenaba el aire de música, su terraza adornada con esterilla, flores, plantas, mesas y sillas donde se extendía una pantalla de lienzo para dar cine al aire libre”.Agrega como particularidad que la arquitectura del Teatro Centenario presenta e identifica a la arquitectura del Río de la Plata, de gran magnitud en Buenos Aires pero que se replica en obras edilicias en el interior, una tendencia al eclecticismo que los arquitectos inmigrantes desarrollaron en la primera mitad del siglo XX a través de sus obras, algo que en el Viejo Mundo no podrían haber practicado. Para el caso, el Teatro Centenario combina el estilo italianizante, el colonial y el clásico.El estado actual de conservación resulta en gran medida incierto. Según la memoria descriptiva del grupo PIC, “no se ha realizado un relevamiento técnico que dé cuenta de su situación a través de un adecuado análisis y evaluación de sus condiciones que brinde un diagnóstico certero, y a la vez permita idear las alternativas necesarias para su reparación arquitectónica en términos de restauración y/o restauración combinada con refacciones o reconstrucciones parciales de partes faltantes o muy deterioradas”. Consideran que “esta sería una primera medida indispensable”.El Teatro Centenario permanece cerrado y su relevamiento requiere primariamente la autorización de sus propietarios. No obstante, de acuerdo con simples observaciones de su exterior y relatos de escasos actores que han podido acceder a una ligera visión de su interior, el grupo sacó algunas conclusiones de su estado: “Las condiciones de integridad (la representatividad de las partes y el todo) han sido vulneradas en varios aspectos constructivos, estéticos y de significación cultural, cuestión que se podría mitigar con una prolija recuperación que tenga en cuenta un punto de partida con la previa realización de un profundo relevamiento técnico de situación actual, diagnóstico y recomendaciones de intervención, y en el contexto de aplicación de principios y criterios establecidos para la conservación del patrimonio edilicio”.En el marco de la celebración por los 100 años, este domingo a partir de las 16.00 en el anfiteatro de Plaza Artigas, habrá música y obras de teatro. En caso de lluvia se realizará en el museo (12 de Abril 461).A las 18:30, en el Museo Histórico Regional de Colón, se proyectará un audiovisual alusivo realizado por el grupo Patrimonio e Identidad Colonense.
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