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    » El litoral Corrientes

    Fecha: 25/05/2025 02:27

    n Amén de discriminativa la frase pone límite al bienestar. Cada dato que el INDEX se reserva para ser ilustrativo cada mes, sirve para comprobar cuánto hemos decaído en el desprecio informativo sin preocupar las consecuencias anímicas de los desposeídos: LA GENTE a la espera del “chubasco”. Las frases se arman para ser publicadas sin medir consecuencias que, mucho más daño que la inflación misma hacen al desplazar con soberbia y desparpajo, sin importar poco de familias que quedan atrapadas por debajo de la línea de flotación”, en esta vorágine de hundimiento o bien superar, sin fuerzas ni aire para soportar, el último hálito de oxígeno. La última información, rezó tristemente: “Para no ser pobre, una familia necesitó $1.110.063”. Elocuente la sentencia de haberse salvado por un pelo. Y, por un pelo, haber fenecido yéndose al fondo de este mar de furia que jamás se calma. Los con menos posibilidades, aún tienen voluntad de vivar y aplaudirlo, aunque la maldita inflación superada de la macro no se hace ver por la micro, la de los bolsillos vacíos, la de todos los días, en el súper, en las farmacias, en los servicios cada vez más engordados y prohibitivos. Decía alguien sobre la batalla cultural, en el poco interés por el respeto, el orden como “metrónomo”, que el cambio abrupto de las palabras ha roto el equilibrio entre lo que debe ser, y lo que no. Hace un tiempo, y no porque lo haya descubierto, sino al haberse percatado de las influencias que la “Rosa de los Vientos”, se altera al menor desequilibrado movimiento, con resultados incontrolados y nefastos por la comprensión empírica de la lógica. A esa alteración, el escritor argentino Julio Cortázar al dar una charla, en el año 1981 en la ciudad de Madrid de España, sobre “Las Palabras”, precisa: que “LAS PALABRAS SE GASTAN. Si algo sabemos los escritores es que las palabras pueden llegar a cansarse y a enfermarse, como se cansan y se enferman los hombres o los caballos. Hay palabras que a fuerza de ser repetidas, y muchas veces mal empleadas, terminan por agotarse, por perder poco a poco su vitalidad”. Más adelante, Cortázar asevera: “Sabemos muy bien cuáles son esas palabras en la que se centran tantas obligaciones y tantos deseos: libertad, dignidad, derechos humanos, pueblo, justicia social, democracia entre muchas otras.” “Sin la palabra no habría historia y tampoco habría amor, seríamos como el resto de los animales, mera sexualidad. El habla nos une como parejas, como sociedades, como pueblos. Hablamos porque somos, pero somos porque hablamos”. Y, finaliza contundentemente, en este juego de palabras donde hoy nos debatimos porque los principios han sido alterados: “Es hora de pensar que cada uno de nosotros tiene una máquina mental de lavar, y que esa máquina es su inteligencia y su conciencia, con ella podemos y debemos lavar nuestro lenguaje político de tantas adherencias que lo debilitan. Sólo así lograremos que el futuro responda a nuestra esperanza y a nuestra acción, porque la historia es el hombre y se hace a su imagen y a su palabra”. No ser pobres por ser un estado inclusivo, donde nadie quede afuera. Se agrede. Se vitupera. Se falta el respeto gratuitamente. Delinquen con el juego de las palabras, deponiendo sentidos, ofuscándose cuando el periodismo es contrario a sus pretensiones, específicamente cuando las notas son críticas apelando al sentido común. Desdibujando la figura del hombre público, sin importar poco y nada de las que se empleen cuando en ira respondan, arrogándose como verdad la propia como única e inapelable, cuando la mayoría de las veces son solamente dardos que perforan sin importar, dignidad, respeto, educación hoy tirada a la “marchanta”. Cerramos con palabras de otro pensador como Cortázar, el español José Luis Sampedro preocupado por la Democracia de los pueblos: “El mercado está en manos de los poderosos. Dicen que el mercado es la libertad, pero a mí me gustaría saber qué libertad tiene en el mercado quien va sin un céntimo. Cuando se habla de la libertad hay que preguntarse inmediatamente: ¿La libertad de quién..?” “El déficit democrático es grande. Democracia quiere decir gobierno del pueblo y por el pueblo. En Democracia la ciudadanía tiene voz y voto. Aquí sólo hay voto una vez cada cuatro años, un voto más condicionado por la manipulación mediática que por la educación”. Unas líneas finales que apelan a la cohesión que como sociedad y pueblo nos debemos unidad, y que nos las recuerda José Luis Sampedro: “…pero nos seguimos matando con una codicia y una falta de solidaridad escandalosas. No hemos aprendido a vivir juntos y en paz.” Alcanzar las metas sin olvidar que en cada una de ellas está la gente, que no son máquinas sino personas pensantes, que se alimentan, que estudian, que aspiran al bienestar común, que exigen justicia, pero también respeto. Se necesita una determinada cantidad de pesos PARA NO SER POBRES, pero también comprensión para no utilizarlos como parámetro. Para marcar y hacer más lacerante su situación social no elegida, ahondando la discriminación, percibiendo la compensación justa quienes se deslomaron en vida, y aún aguardan.

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