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  • La importancia del trazo de Solano López en El Eternauta

    » El litoral Corrientes

    Fecha: 25/05/2025 02:27

    Desde muy chico, Darío se sintió atraído por el mundo del dibujo animado. Con apenas cuatro años, se sentaba frente a la televisión para ver Transformers, Robotex y Las Tortugas Ninja. Pero fue Caloi quien lo llevó a descubrir la magia de la animación y la narrativa a través de su programa en ATC, vio allí los dibujos en secuencias. A medida que crecía, su interés por el dibujo y la historieta intensificaban su pasión de leer revistas como Patoruzú, Locura y Selecciones, también descubrió a maestros como Manuel García Ferré, Osvaldo Viola y Carlos Meglia. La llegada de revistas como Fierro y Escorpio lo llevó a sumergirse en el mundo de la historieta diferente a las lecturas iniciáticas. En la secundaria, Darío comenzó a editar su propia revista llamada “Apogeo" en formato fanzine. No podemos dejar pasar que fue el “dibujante oficial” de la Escuela de Comercio Manuel Belgrano, donde creó efemérides que lo llevaron a reafirmar su pasión. Al finalizar la secundaria y sin posibilidades de estudiar formalmente algo relacionado con su interés del dibujo relacionado con las artes gráficas, Darío decidió estudiar Licenciatura en Historia, pero su amor por el trazo del dibujo nunca desapareció. En 2008, creó Master Comics, un evento que reunió a autores y fanáticos de la historieta y el dibujo animado. A partir de ahí, Darío comenzó a dar clases de historietas y a trabajar como historietista para diferentes editoriales. Publicó revistas propias como Chun y Pitu, Apogeo y Oxígeno, y colaboró con el Sindicato de Canillitas. La historieta "El Eternauta" de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López fue un punto de inflexión en su vida. En la secundaria, Darío descubrió la icónica historieta pero fue en 2008, durante un viaje con su padre a Buenos Aires, cuando profundizó en la obra y consiguió las ediciones de Récord originales. Fue consciente de que la Argentina venía de una profunda crisis económica y política en 2001. Sin embargo, percibió que lentamente, el país comenzó a encontrar nuevos rumbos y visiones. Darío vivió este proceso como un fin de ciclo y el comienzo de otro. "El Eternauta empieza a tener vigencia en ese proceso que teníamos los argentinos porque la cosa es cíclica", dice Darío. "Después de una nevada mortal que mata todo, hay que resistir". Esta frase resonó en él como una metáfora de la resiliencia y la creatividad. A partir de 2008, Darío comenzó a dar clases de historietas en el Centro Cultural Nordeste. En 2012, se trasladó a Corrientes y conoció a Fernanda Tocalino, directora del Centro Cultural Universitario. Juntos, lanzaron los cursos de historietas y los eventos Master Comics en extensión universitaria. Hoy, después de 10 años, Darío sigue creando y enseñando en El taller Nube Studios en calle Ombú, 4941, en el barrio San Marcelo El Eternauta sigue siendo una fuente de inspiración para él y para muchos otros. Su historia es un testimonio de la capacidad de la creatividad y la resiliencia para superar desafíos y encontrar nuevos caminos. Solano López en Resistencia y la importancia la obra Me llamó mucho la atención, muy bien, en medio de todo esto, una foto que publicaste, un taller que hiciste en Resistencia en el 2008. Contame la experiencia y de quién estamos hablando. El año 2008 podríamos enmarcarlo dentro de los 50 años de la publicación del Eternauta, de su primera publicación en el año 1957, en la revista Hora Cero Semanal de la editorial de Héctor Germán Oesterheld, que se llamaba “Frontera”, y que la saca junto a Francisco Solano López, quien lleva a cabo los dibujos de esta obra. Entonces, en el marco de 50 años, gestioné la llegada de Solano López al Centro Cultural Nordeste, que estaba también marcado en la Feria Regional del Libro chaqueño. Comencé los contactos un año anterior y comencé a hablar por teléfono con él, me fui a Buenos Aires, a un evento de historietas, de cómics, y pude tomar contacto con él, hasta que finalmente se dio, después de un año de gestión, su llegada en marzo del año 2008. ¿Por qué es importante El Eternauta? ¿Qué marca? Marca un antes y un después en la narrativa, en la historieta argentina sobre todo, porque establece un contexto nuevo, en el año 1957, hay personajes locales en contexto local también, porque la historia se desenvuelve en Argentina. Si bien es de género de ciencia ficción, estamos muy acostumbrados a que pase en Nueva York, Filadelfia o Europa. Entonces el caso del Eternauta es trasladar una historia de ciencia ficción a nuestro país, enmarcada en una invasión extraterrestre, que a través de una nieve tóxica empieza a suceder lo mismo en diferentes partes del país, pero específicamente en Buenos Aires. La gente no creyó que era una nevada natural, porque era en verano y no nevaba en Buenos Aires, entonces empiezan a notar que al tener contacto con la nieve la gente moría, sale a la calle y ve que esa nieve no es natural, si bien es fría, es artificial. Vieron que tener contacto con esa nieve, mata. Se dan cuenta, quienes quedan dentro de la casa están seguros y que tienen que quedarse encerrados herméticamente. Empieza una suerte de pensar qué hacer, hasta que finalmente deciden salir al exterior, porque tenían que buscar provisiones, un personaje se arma un traje hermético, y comienza la historia. Todos están dispuestos a resistir a esa nieve y después descubrir quiénes organizan esa sustancia y con qué fin. ¿Cuántos capítulos fueron? ¿Cuántas tiradas tuvo esto? En la primera versión clásica, la de la serie es del año 1957, y se terminó de publicar en el año 1959. Luego, es un libro bastante amplio, tuvo una segunda parte, o mejor dicho una nueva versión en el año 1969, en este caso con Alberto Brecha, que es más bien un resumen de la historia, y un cambio de guión también, y otra parte en 1976, hasta que finalmente Solano López hace una tercera parte en el año 2003. ¿Fue un libro o aparecieron fascículos?. Salían en fascículos en el año 1957, estábamos en una época de la historieta, todavía en Argentina la televisión tenía muy poco auge, el cine estaba en urgencia, por lo tanto la historieta era una herramienta, o más bien un material de muy fácil acceso porque se vendían muy baratos. ¿Semanal? Si, semanal. Estamos hablando de que se publicaban alrededor de 200.000 o 250.000 ejemplares por semana. ¡Qué increíble! O sea, fue bien recibido. Fue muy bien recibido por el público en general, porque los vio como personajes locales, como si fueran Paturuzú o Mafalda. Que siempre trascienden esas historias por el contexto local, la gente identifica mucho más los personajes, las vivencias, tienen experiencias relacionadas a esos lugares. Eso fue un puntapié inicial y un buen mecanismo para que la gente que no leía historietas se acercara a la historieta por primera vez. Sumado a que es una historia que no es común, más allá de que es ciencia ficción, el internauta lo que tiene es múltiples lecturas. Tienes una visión política, cosmogónica, metafísica, psicológica, geopolítica, es decir, las variantes que vos buscas en la lectura y encontrar metáforas o alegorías, sí, lo encontrás y lo relacionás con tu conocimiento. Contanos quién era Oesterheld. Era un geólogo que había trabajado en YPF mucho tiempo y había escrito cuentos para niños desde muy joven, siempre se interesó en los temas editoriales, hasta que creó una que se llamaba “Frontera” con sus hermanos donde empezó a publicar historietas. Él ya venía publicando historietas de índole militar y temática bélica. Estaba Arturo Llerogas, Sargento Kirk, y luego comienza a publicar “El Eternauta” ya ambientado en una resistencia desde la Argentina, donde ya manejaba muy bien los ritmos, los mecanismos del género. En el año 76 hace una segunda versión y como éste se había acercado a Montoneros y era jefe de prensa, trasladó un poco su ideología al personaje de Juan Salvo. Y Juan Salvo terminó siendo más un guerrillero, cosa que en su momento Solano lo había dibujado a regañadientes, porque había un vuelco en la historia. Al final que tenían pensado, o por lo menos la proyección del personaje porque se hablaba del viaje del tiempo, era mucho más integral la visión. Entonces, al final, al estar él encolumnado bajo ese partido, termina siendo la guerra civil, la última dictadura militar y Montoneros, y termina con la desaparición de él y sus cuatro hijas, en el año 1977. Qué increíble. ¿Y Solano López qué? Terminó emigrando a Río de Janeiro, Brasil y su hijo terminó yendo a España, es decir, fue muy trágico. Pero no por El Eternauta sino porque Oesterhel era militante, como lo era Rodolfo Walsh. Es decir, hacía una batalla desde las letras, constante por todo el contexto político de la época, sobre todo cuando Perón echa a Montoneros de Plaza de Mayo y fija una posición política, y los intelectuales de la izquierda tomaron posición e hicieron ya una batalla más cultural. Vos trabajás específicamente el dibujo y la caricatura. ¿Qué te pasó con la película? ¿Te gustó o no te gustó este traslado de una cosa a otra? En realidad hubo intentos de película durante diferentes etapas de la historia argentina reciente. Por ejemplo, en 1980 Adolfo Aristarain, tuvo la intención de llevarla al cine que no se dio. Luego Lucrecia Martel, a partir del año 2004, 2005. De hecho, cuando viene Solano a Chaco, estaba muy en vigencia lo que podía ser la película con Lucrecia Martel que tampoco se dio. La versión de Bruno Stagnaro mantiene la esencia porque maneja muy bien el costumbrismo, un cine más existencialista, si se quiere, más trabajo de los personajes, la psicología. Hay un clima en la película, de una neblina permanente, una bruma que está permanentemente dentro y fuera. ¿Eso es así en la historieta? En la película. pero esa bruma constante . ¿También está de algún modo sugerida o dicha en la historieta? Hay etapas donde empieza a nevar y etapas donde frena, es decir, no era una nieve constante. Había etapas donde parecía que había terminado la nevada y que podían salir. La gente volvía a salir y volvía a nevar. Entonces era un constante vaivén, muy intermitente. En el retrato se ve como que es constante la nevada y también la bruma y la neblina lo que logra el efecto de no saber, de no ver. O sea, es una metáfora también de no ver y de agobio. Claro. Hay gente que se cansa de esa situación, se saca el casco y listo, decide morir. Es decir, es una situación que está marcada y permite leerlo como lo que vivimos en la última cuarentena. Por eso también el éxito global de la historia. El hecho de estar encerrados. Claro, buscar provisiones y poder relacionarlo a muchos factores climáticos que están sucediendo en todo el mundo. Entonces la gente asocia y El Eternauta da una representación gráfica de ese contexto que es muy actual y también posibles soluciones y personas que se constituyan creadores de un nuevo sistema global en lo climático por ejemplo. Hay otra cosa que tiene, por supuesto, relacionado con la libertad del director, de incorporar algo a través de un guionista cosas. ¿Hay algo de lo que está en la caricatura que no esté en la película? Sí, hay bastante. Bastante de Brundo Stagnaro en la película. Por ejemplo, al cambiar de época, él se tomó una suerte de licencia artística de modificar los personajes, agregar otros, cambiar escenarios donde se desarrolla la historia, sacar parte de la historieta que él considera no mostrar todavía en la película. Entonces genera una suerte de confusión entre muchos lectores clásicos que conocen la obra de memoria y decir, esta no es una adaptación fiel. Pero por otro lado, atrae a quien nunca leyó la obra. Es decir, la gente dice, quiero leer la obra original, a ver cómo era, porque hay algunos datos, unos cabos que no me cierran. Pero tanto para el lector como para el lego, la película en sí es muy atractiva, invita a pensar, invita a debatir, sobre todo los jóvenes, a acercarse también al cine de ciencia ficción y al cine argentino también, que estamos en un momento muy clave. Es una coyuntura. El Eternauta sale en un momento propicio. ¿Cómo trabajaron el dibujante con el guionista en el original? Esto lo contó Solano en su momento, fue un modelo de trabajo clásico, es un guión previo, el guionista generalmente debate con el dibujante, por ahí le da pie a que el dibujante pueda aportar ideas, hay guionistas que no, hay guionistas que se mantienen con sus planos, con sus ritmos y no permiten cambios, entonces el dibujante acepta y puede agregar desde la gráfica, nada más. Pero realmente cuando se trabaja de a dos, tiene dos opciones: trabajar guionista y dibujante, que es lo ideal, lo cual produce un símbolo interesante, o bien te entrega el guión, te da unas indicaciones y nada más. Y eso genera muchas veces algunos encontronazos con los dibujantes. Vos trabajas todos los días como profe de arte. ¿Notas interés en este tema? ¿Hay entusiasmo de tus alumnos en El Eternauta? Totalmente, mis alumnos están mirando la serie, muchos que ya la vieron completa, quedan muy interesados porque además la editorial Planeta que tiene los derechos, la está sacando dentro de todo, a un precio accesible, y están pensando en comprar la obra original o los leen bien por pdf o por internet. Hay un acercamiento a la lectura también, un momento donde los chicos y adolescentes necesitan poder hablar bien, pensarse bien, y El Eternauta tiene un lenguaje muy trabajado, es decir, palabras que se pueden buscar en el diccionario, es un documento, es una historieta de época, por lo tanto hay palabras que van descubriendo y van interesándose en qué significa y eso enriquece el vocabulario y yo creo que la historieta didácticamente tiene esa función y El Eternauta la cumple con éxito.

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