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» Data Chaco
Fecha: 23/05/2025 21:03
Juan Carlos Tuyaré. Esta semana una noticia tenebrosa ocupó lugar en los principales medios de comunicación del país. Una mucama, cuando ingresó a su lugar de trabajo, en una casa de familia, encontró muertos a todos los integrantes de la misma. Ellos eran Bernardo Adrián Seltzer (53), su esposa Laura Fernanda Leguizamón (50) y sus dos hijos varones, Ian (15) e Ivo /12); y también se encontró una hoja de papel escrita con frases sueltas y alguna mancha de sangre sobre ella. Varias hipótesis Inmediatamente surgieron varias hipótesis acerca de lo que habría ocurrido mientras la policía trataba de recoger datos y elementos como para intentar conocer que pasó. Entre las hipótesis, la más fuerte –al menos por ahora- es que pudo tratarse de un ataque psicótico en Laura, la esposa de Bernardo; quien podría haber apuñalado primero a su marido que dormía y posteriormente a sus dos hijos. Pero reiteramos, solo es una suposición hasta que avance la investigación. En líneas generales, sin determinar una definición específica o puntual, que corresponde solo a profesionales de la medicina, se conoce como un ataque psicótico, o brote psicótico, a una ruptura temporal de la realidad donde la persona puede experimentar alucinaciones (ver o escuchar cosas que no existen), delirios (creencias falsas pero que la persona cree como verdaderas) y cambios en la percepción y el comportamiento. También la psicosis puede ser una manifestación de un trastorno mental, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, o puede ser desencadenada por sustancias (drogas) o condiciones médicas. Otra hipótesis Pero también, esta tragedia pudo haber tenido su origen en razones espirituales, específicamente nos referimos a la posibilidad de un ataque demoníaco sobre la persona que haya ejecutado semejante monstruosidad, ya que las características de un ataque psicótico son similares a los de una persona endemoniada, por ejemplo el de escuchar voces en su mente que le inducen a realizar lo que hacen. Si bien es cierto que esta posibilidad puede ser rechazada por la mayoría, incluido los medios de comunicación, es algo que se manifiesta en la atención a personas endemoniadas que recurren en la búsqueda de ayuda espiritual, en la mayoría de los casos traídas por sus propios familiares. Experiencias vividas Hablamos desde la experiencia de haber observado personalmente este tipo de reacciones en personas tomadas por los demonios. Es una práctica en la cual –el, o los espíritus demoníacos- ingresan espiritualmente al cuerpo de las personas y conducen su conducta por un determinado espacio de tiempo y manejan la voluntad de la persona poseída, incluso hablan por la boca de la persona poseída con voces audibles y perfectamente detectables por quienes participan y actúan para la liberación de esas personas. Ellos, los espíritus demoníacos, le llaman "casa" al cuerpo del poseído y se niegan a salir, pero finalmente deben obedecer a aquellos que los expulsan por el poder del nombre de Jesucristo. Tal vez parezca nuestro relato como algo poco creíble, pero no es otra cosa que una experiencia espiritual que se da a menudo. Todos aquellos que creen en Jesús, también deberían creer en sus enseñanzas depositadas en el texto bíblico, donde aparecen escenas de este tipo. El endemoniado gadareno Por ejemplo, el caso del endemoniado gadareno, un evento central en los Evangelios, en el que se describe a un hombre poseído por demonios que se encuentra con Jesús en la región de Gadara. Jesús libera al hombre, y el hombre es posteriormente convertido a un nuevo propósito para proclamar las grandes cosas que Jesús ha hecho en su vida. Confirmando todo esto, cuando Jesús –resucitado- se despide de los apóstoles, antes de ascender al cielo, les dice: "Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en la mano serpientes, y si beben cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán". También enseñó que el ladrón (el demonio) no viene para otra cosa que para hurtar, matar y destruir. Exactamente lo que pudo haber ocurrido con esta familia de Villa Crespo, Buenos Aires. No afirmamos que haya ocurrido así, pero lo planteamos como una hipótesis verosímil.
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