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» Elterritorio
Fecha: 23/05/2025 06:04
La medida tiene efecto inmediato. Hay casi 6800 estudiantes que están cursando y que deberán irse del país o transferirse a otras escuelas. viernes 23 de mayo de 2025 | 3:00hs. En una nueva ofensiva contra el sistema universitario estadounidense, el gobierno de Donald Trump revocó a la Universidad de Harvard la certificación que le permitía inscribir estudiantes internacionales. La medida no solo afecta futuras admisiones: también obliga a los casi 6.800 alumnos extranjeros actualmente matriculados a transferirse a otras instituciones o abandonar el país, según informó la agencia AP. “Con efecto inmediato, se revoca la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS) de la Universidad de Harvard”, comunicó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en una carta dirigida al rector de la institución, Alan Garber. SEVIS es el sistema que regula la permanencia legal de estudiantes extranjeros en Estados Unidos. En el último ciclo académico, el 27,2% del alumnado de Harvard provenía del exterior, de acuerdo con el sitio especializado ShunStudents. “Harvard tuvo muchas oportunidades de hacer lo correcto. Se negó. Han perdido su certificación como consecuencia de su incumplimiento de la ley. Que esto sirva de advertencia para todas las universidades e instituciones académicas del país”, escribió Noem en la red social X. El gobierno también afirmó que, a partir de ahora, Harvard “no podrá inscribir nuevos estudiantes internacionales y los actuales deberán transferirse o perder su estatus legal”. Acusaciones de antisemitismo y vínculos con China Según Noem, la universidad habría “fomentado la violencia, el antisemitismo y coordinado actividades con el Partido Comunista Chino en su campus”. El Departamento de Seguridad Nacional había enviado el pasado 16 de abril una carta exigiendo a Harvard datos sobre la participación de alumnos internacionales en protestas, en particular aquellas vinculadas con la causa palestina. De acuerdo con el medio The Harvard Crimson, la universidad entregó parcialmente los registros disciplinarios solicitados. Desde hace meses, el gobierno de Trump sostiene una cruzada contra las universidades a las que acusa de permitir expresiones antisemitas. También impulsa la eliminación de los programas de diversidad que, históricamente, buscaban combatir la exclusión de las minorías. La semana pasada, la administración republicana anunció un nuevo recorte de 450 millones de dólares en subvenciones federales a instituciones educativas, que se suma a los 2.200 millones ya recortados con anterioridad. “Matricular a estudiantes extranjeros es un privilegio, no un derecho. Las universidades se benefician de sus altos pagos de matrícula para alimentar sus multimillonarias dotaciones”, argumentó Noem. El expresidente Trump calificó recientemente a Harvard como una “institución de extrema izquierda y antisemita”, un “desastre progresista” y una “amenaza para la democracia”. La universidad, por su parte, demandó a la administración federal por intentar imponer cambios en su plan de estudios, políticas de admisión y criterios de contratación. Nuevo impuesto a las remesas: otro golpe a los migrantes En paralelo, la Cámara de Representantes aprobó el megaproyecto de ley presupuestario impulsado por Trump, que incluye un impuesto del 3,5% a las remesas enviadas por migrantes a sus países de origen. El proyecto pasará ahora al Senado, donde se esperan modificaciones. Sin embargo, la iniciativa ya genera preocupación en América Latina, especialmente en México, principal receptor de remesas con casi 65.000 millones de dólares recibidos en 2024, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Pese a que la tasa fue reducida respecto al 5% originalmente previsto, el gobierno mexicano expresó su rechazo al considerar el tributo como una “doble imposición”, ya que los migrantes ya pagan impuestos sobre la renta en Estados Unidos. El embajador mexicano en Washington, Esteban Moctezuma, mantuvo reuniones con legisladores estadounidenses para manifestar su oposición, aunque calificó de “buenas noticias” la rebaja al 3,5%. “Es un avance importante en defensa de la economía de nuestros migrantes y sus familias”, señaló en redes sociales. Las remesas son un pilar económico en muchas regiones del continente. En México, los estados de Chiapas y Guerrero dependen fuertemente de estos recursos, que equivalen al 15,9% y 13,8% de sus respectivos PIB, según BBVA. En países como Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití y Jamaica, las remesas representan más del 15% del producto bruto, según el Banco Mundial.
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