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Federal » El Federaense
Fecha: 21/05/2025 10:37
Las terribles inundaciones en la Costa Azul han dejado un saldo trágico de al menos tres fallecidos y han obligado a las autoridades a tomar medidas drásticas. Este fenómeno climático, que se ha manifestado en el departamento del Var en el sureste de Francia, ha sorprendido a muchas comunidades locales. La prefectura de Var ha informado que, en un primer balance, dos de las víctimas han sido originarias de la turística localidad de Le Lavandou, mientras que la tercera se registró en Vidauban, un área cercana a Saint-Tropez. Las intensas precipitaciones han llevado a la evacuación de al menos 50 personas de diversas localidades, incluyendo Bormes, Vidauban, Taradeau, La Môle y Cogolin. A medida que la situación se complicaba, el pequeño aeropuerto de La Môle-Saint-Tropez, conocido por su afluencia de celebridades, ha sufrido afectaciones. Las autoridades locales están monitoreando la situación de cerca, mientras la población siente el impacto devastador de estos eventos climáticos. Impacto en el Transporte y la Electricidad El caos no solo se limita a las evacuaciones y la pérdida de vidas. Las lluvias torrenciales han provocado interrupciones significativas en el tráfico ferroviario. Un tren de alta velocidad que cubría la ruta Toulouse-Burdeos-París se detuvo en su camino a causa de un problema en la vía relacionado con la lluvia, obligando a evacuar a sus 507 pasajeros en plena noche, generando preocupación y confusión entre los viajeros. Además, la prefectura ha indicado que alrededor de 635 hogares permanecen sin electricidad. En respuesta a la emergencia, se han movilizado en la región aproximadamente 320 bomberos zapadores, junto con dos helicópteros de protección civil y un contingente de 40 gendarmes para evaluar y responder a las necesidades urgentes de la población afectada. La Devastación en Le Lavandou El alcalde de Le Lavandou, Gil Bernardi, ha descrito la situación como una verdadera catástrofe, señalando que las carreteras han sido gravemente dañadas e incluso algunos puentes han sido demolidos. Las cifras hablan por sí solas, ya que el barrio de Cavalière recibió más de 250 litros por metro cuadrado en solo una hora, lo que ha contribuido a la magnitud del desastre. Bernardi resumió la grave situación indicando que no hay acceso a agua corriente, servicios de depuración ni electricidad, lo cual complica aún más el rescate y la ayuda a los afectados. La comunidad ahora enfrenta un largo camino hacia la recuperación después de estas estremecedoras inundaciones.
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