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Parana » ViaParana
Fecha: 20/05/2025 11:27
Con la histórica derrota en la Ciudad de Buenos Aires, el PRO sufre la peor crisis desde su fundación y ahora pelea por la supervivencia. El resultado de este domingo puso en el ojo de la tormenta al expresidente Mauricio Macri, quien quedó totalmente marginado de la estrategia electoral en territorio bonaerense. En medio de fuertes pases de factura, comienzan a reanudarse las conversaciones con La Libertad Avanza tras el llamado de Javier Milei a hacer “tabula rasa”. En las próximas horas, Macri se subirá a un avión para encarar una gira por España y Medio Oriente. De esa manera, bajará el perfil público tras los cruces con Milei y dejará de ser un obstáculo para las negociaciones en “la madre de todas las batallas”, la provincia de Buenos Aires, donde buscan evitar que la dispersión sea funcional al kirchnerismo. El partido entró en estado de ebullición luego de que el libertario Manuel Adorni duplicara en votos a la macrista Silvia Lospennato. En la catarsis, los hermanos Mauricio y Jorge Macri aparecen como responsables indiscutidos del fracaso, ya sea por la errática decisión de desdoblar los comicios de los nacionales, la de no converger en una alianza con los libertarios, o por una gestión de gobierno que en el último tiempo fue puesta bajo la lupa. Para el sector del PRO más alineado a Milei, el resultado comprobó la hipótesis de que la mayoría de sus votantes están con el presidente, por lo que triunfó la postura del “apoyo incondicional” y ya no queda margen para medias tintas. “Ojalá haya quedado claro lo que muchos venimos diciendo y que la ciudadanía ha ratificado con su voto: es tiempo de no especular, de dejar los egos de lado y de ayudar a que la Argentina salga adelante. El cambio por la libertad en nuestro país lo lidera el presidente Milei”, sentenció, en un tiro por elevación a Macri, el diputado del PRO Damián Arabia, que fue el armador de la campaña de Patricia Bullrich. En el PRO “mileísta” culpan a Macri de generar una catástrofe en tres dimensiones. La primera, advierten, se da en las provincias: si el partido sacó el 15% de los votos en su bastión y “con todo el aparato”, creen que “poco puede esperarse” en los demás distritos si no se unen a los libertarios. La segunda dimensión, señalan, es la provincia de Buenos Aires, donde el partido quedó “devaluado” y con menos poder para imponer candidatos en las listas. Por último, hablan de una tercera dimensión en la propia Ciudad, donde Jorge Macri quedó con 10 legisladores sobre 60, relegado a la tercera minoría frente al crecimiento de los libertarios y el peronismo. En la otra vereda, dirigentes de diálogo más fluido con Macri buscan bajar la espuma y descartan que el PRO vaya a desaparecer. Destacan que el partido gobierna tres distritos (además de CABA, Entre Ríos con Rogelio Frigerio y Chubut con Ignacio Torres), además de numerosos municipios. “Tenemos territorialidad y nuestros dirigentes saben gobernar”, dicen. En ese sector descreen que haya fugas del PRO a La Libertad Avanza e insisten en la idea de un frente de partidos en lugar de una fusión. “Compartimos valores, ideas y un rumbo económico por el que está yendo el país, pero que lo podemos hacer cada uno desde su espacio, sin perder identidad”, sostienen. Con Macri corrido definitivamente, las negociaciones en provincia de Buenos Aires seguirán a cargo de los diputados nacionales Cristian Ritondo y Diego Santilli, junto al intendente marplatense Guillermo Montenegro, capitanes de un barco que navega en la tempestad. El trío seguirá adelante con las tratativas con Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y Sebastián Pareja, titular local de La Libertad Avanza. “Vamos a seguir conversando para que el acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza sea posible. En las próximas semanas seguramente haya reuniones y conversaciones, como lo venimos haciendo desde enero hasta ahora”, afirman cerca de Ritondo, donde además hablan de incluir a otros partidos que impulsan el cambio para hacerle frente al kirchnerismo. ¿Se rompe el bloque? La catarsis interna tendrá una escala este martes a las 18, en una reunión del bloque de diputados del PRO, que conduce Ritondo. El encuentro se realiza cada martes, pero esta vez no será uno más: de mínima, habrá una fuerte autocrítica puertas adentro. A pesar de ello, nadie parece ir decidido a romper el bloque. Al menos hasta el momento. Los diputados más alineados al Gobierno nacional son alrededor de 12 sobre un total de 35. Sobresale en ese grupo la porteña Silvana Giudici, quien asumió el rol de Lospennato cuando ésta se dedicó a la campaña, y funciona como rueda de auxilio de los libertarios cuando quedan en aprietos en los debates parlamentarios. A pesar de la afinidad con el oficialismo, en el sector “mileísta” no quieren dar ningún paso en falso ni hacer nada inconsulto con el Gobierno. En ese sentido, temen que romper el bloque termine siendo perjudicial a Milei, porque la fragmentación suele hacer más costosas las negociaciones. Desde ese punto de vista, sería más funcional la unidad del conjunto que una isla más del archipiélago que es la Cámara. Por otra parte, los legisladores alejados de Macri se preguntan cuál sería la ganancia de dar el portazo: toman como antecedente el caso de los radicales “con peluca”, que armaron un bloque propio pero no recibieron el trato esperado por parte del Gobierno. El ejemplo más paradigmático es el del misionero Martín Arjol, que quedó afuera de la lista de La Libertad Avanza en su provincia.
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