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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 20/05/2025 02:40
Las abejas contribuyen al 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo, incluyendo frutas, hortalizas, semillas y frutos secos (Imagen Ilustrativa Infobae) El Día Mundial de las Abejas, que se conmemora cada 20 de mayo, destaca la significativa contribución de estos polinizadores no solo a ecosistemas locales, sino al mundo. Establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017, esta fecha enfatiza el papel que esta especie desempeña en la preservación de la biodiversidad y en la seguridad alimentaria a nivel global. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), esta efeméride “permite sensibilizar acerca del papel esencial que las abejas y otros polinizadores desempeñan en el mantenimiento de la salud de las personas y del planeta, así como sobre los muchos desafíos que afrontan hoy en día”. La entidad advierte que, en la actualidad, el número de abejas, polinizadores y muchos otros insectos está disminuyendo: “Los polinizadores están cada vez más amenazados por la pérdida de hábitats, las prácticas agrícolas poco sostenibles, el cambio climático y la contaminación”. La FAO advierte que sin abejas las producciones agrícolas enfrentarían desafíos graves, afectando a comunidades rurales vulnerables (Imagen Ilustrativa Infobae) Pese a su crucial importancia, los polinizadores, y en particular las abejas, enfrentan cada vez más peligros. Tal como ha divulgado anteriormente la FAO, “los herbicidas, la pastura en gran escala o la tala de la vegetación al borde de los caminos de penetración y otros tipos de destrucción de plantas en flor, eliminan las fuentes de abastecimiento alimenticio de los insectos polinizadores. Las prácticas de cultivos intensivos de la tierra y la destrucción de las empalizadas, de los montículos de tierra y del terreno agreste, destruyen ulteriormente el hábitat donde las abejas construyen sus panales y respectivos nidos de hibernación”. Además, cambios climáticos imprevistos podrían estar alterando sus patrones de comportamiento. Por eso, se enfatiza la necesidad urgente de acciones para protegerlos, ya que la presencia de polinizadores saludables indica un medio ambiente sano y robusto. Su capacidad para aumentar el rendimiento de los cultivos y mejorar su calidad y diversificación los sitúa en el centro de los esfuerzos por hacer frente a retos globales como la escasez de alimentos y el cambio climático. La importancia de las abejas: pilar de la biodiversidad y seguridad alimentaria Las abejas son responsables de polinizar y, de esta manera, permitir la reproducción de una cantidad incontable de plantas en la naturaleza. De este proceso dependen muchos hábitats para mantener un cierto equilibrio. Además, son vitales para la producción del 75% de los cultivos alimentarios del mundo, incluidos frutas, hortalizas, frutos secos y semillas, según la FAO. Su papel como indicadores de la salud del medio ambiente pone de relieve su importancia no solo para la agricultura, sino para la estabilidad de los sistemas naturales en general. El PNUMA sostiene que las abejas son clave para un medio ambiente sano, su presencia indica la robustez de los ecosistemas (Freepik) Esta conmemoración anual no solo sensibiliza sobre las funciones de estos insectos, sino que también ofrece una plataforma para abordar las amenazas que enfrentan y para proponer soluciones que fomenten su bienestar y el de los ecosistemas que sostienen. En 2025, la jornada toma un enfoque renovado bajo el lema “Las abejas se inspiran en la naturaleza para nutrirnos a todos”. De acuerdo con la FAO, sin las abejas, las producciones agrícolas enfrentarían serios desafíos, lo que incrementaría la inseguridad alimentaria, en especial en comunidades rurales vulnerables. Además, sirven como indicadores del estado ambiental, ya que dan pistas sobre los cambios en el clima y los ecosistemas. Los expertos de PNUMA también mencionan que cuando los animales e insectos “recogen el polen de las flores y lo esparcen, permiten que las plantas, incluidos muchos cultivos alimentarios, se reproduzcan”. La Sociedad Argentina de Apicultores impulsa el rescate urbano de enjambres, evitando su eliminación y educando a la población (Imagen Ilustrativa Infobae) “La polinización es esencial para los sistemas agroalimentarios, ya que contribuye a la producción de más del 75% de los cultivos del mundo, incluidas frutas, hortalizas, frutos secos y semillas. Además de aumentar el rendimiento de los cultivos, los polinizadores mejoran la calidad y la diversidad de los alimentos. Más de 200.000 especies animales son polinizadores, la gran mayoría silvestres, entre ellas mariposas, pájaros, murciélagos y más de 20.000 especies de abejas”, han precisado desde la FAO. Además de mejorar la calidad y la diversidad de los alimentos, las abejas son responsables de asegurar el equilibrio de los ecosistemas y de la biodiversidad misma. Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) resaltan que forman parte “de la biodiversidad de la que todos dependemos para sobrevivir”. Cómo proteger a las abejas Como se repasó anteriormente, el lema de la efeméride -“Las abejas se inspiran en la naturaleza para nutrirnos a todos”- destaca la importancia de proteger a estos polinizadores, cuyo papel es fundamental para garantizar el equilibrio ambiental y la seguridad alimentaria global. En ese sentido, por ejemplo, la Sociedad Argentina de Apicultores (SADA) plantea el rescate seguro de enjambres en áreas urbanas, una iniciativa que no solo cuida a las abejas, sino que también concientiza a la población sobre su importancia, mediante la acción del llamado Grupo de Rescatistas Unidos de SADA. “Cuando un enjambre aparece en zonas urbanas, muchas veces es visto como una amenaza, en lugar de exterminarlas, los rescatistas intervienen para trasladarlas de forma segura. Cada rescate salva miles de abejas que, de otro modo, serían eliminadas”, explicaron desde el grupo, que es coordinado por Paola Bagnasco. Las abejas sirven como indicadores ambientales, revelando cambios en el clima y en el estado general de los ecosistemas (SEAN BRESNAHAN) El futuro de las abejas depende del esfuerzo colectivo de gobiernos, organizaciones, comunidades y ciudadanos interesados por cuidar a estos seres vitales de nuestro planeta. La movilización grupal para la creación de un entorno más respetuoso y sostenible asegurará la supervivencia de esta especie, lo que, a su vez, garantiza la subsistencia de toda la humanidad. Qué acciones se pueden realizar para proteger a las abejas Desde la FAO, el PNUMA y la SADA han propuesto una serie de medidas prácticas que pueden implementarse para proteger a las abejas y otros polinizadores. Estas acciones, accesibles para individuos y comunidades, son fundamentales para salvaguardar estas especies. Plantar flores y árboles nativos : optar por plantas que provean néctar y polen para los polinizadores en jardines y espacios verdes. Evitar el uso de pesticidas dañinos : utilizar métodos de control de plagas más seguros. Comprar productos apícolas locales : apoyar la economía regional comprando miel y productos derivados de proveedores locales que practican la apicultura sostenible. Instalar hábitats para polinizadores : crear espacios de anidación adecuados para abejas y otros polinizadores en balcones y jardines urbanos. Rescatar enjambres de manera segura : contactar con grupos de rescate como el Grupo de Rescatistas Unidos de la Sociedad Argentina de Apicultores para reubicaciones seguras en caso de avistamientos urbanos. Conservar prados y espacios silvestres: cuidar y fomentar la diversidad en terrenos no cultivados, permitiendo que más tipos de plantas florezcan y nutran a los polinizadores. Al aplicar estas estrategias, se puede contribuir a crear un entorno más seguro y saludable para las abejas y otros polinizadores, lo que asegura su rol esencial en la biosfera.
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