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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 19/05/2025 18:33
Monseñor Jorge Gottau, a un paso más cerca de convertirse en santo Impulsor de la colecta solidaria “Más por Menos” y figura clave en la transformación social del norte argentino, monseñor Jorge Gottau —primer obispo de Añatuya, en Santiago del Estero— está un paso más cerca de ser reconocido como santo. Este lunes en la catedral de Buenos Aires se clausuró una etapa decisiva de su proceso de beatificación. Su legado incluyó la lucha contra el mal de Chagas, la alfabetización y el combate a la desnutrición infantil, entre otras acciones que siguen vigentes. La causa de beatificación fue oficialmente abierta en 2010 en la arquidiócesis porteña, cuando Jorge Mario Bergoglio, era el arzobispo de Buenos Aires. El proceso se radicó en Buenos Aires, dado que fue en esta ciudad donde monseñor Gottau falleció en 1994. La clausura de esta etapa marca el fin de la investigación local sobre su vida, virtudes y obra en la que toda la documentación será enviada al Vaticano para su evaluación por parte del Dicasterio para las Causas de los Santos, y da paso al inicio de la llamada “fase romana”. Durante la clausura el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, procedió al cierre, sellado y lacrado de las cajas que contienen el expediente completo del proceso, el cual consta de seis mil folios. Estas cajas incluyen los testimonios recogidos, el análisis documental y toda la investigación canónica e histórica realizada durante los últimos años. El riguroso trabajo fue llevado adelante por comisiones especializadas, en un proceso prolongado que requirió la colaboración de numerosos expertos y fieles. Por su parte, el obispo de Añatuya, José Luis Corral, destacó el gran compromiso con la promoción humana de Gottau. También participaron a la ceremonia de Clausura el secretario de Culto de la Nación, Nahuel Sotelo, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora y el rector de la Universidad Católica de Santiago del Estero, Luis Lucena. Las cajas que contienen el expediente completo del proceso que serán enviadas al Vaticano La clausura de la fase diocesana representa un paso de gran valor simbólico y espiritual para la diócesis de Añatuya, para la provincia de Santiago del Estero y para toda la Iglesia en Argentina. Monseñor Gottau es ya reconocido oficialmente como “siervo de Dios”, el primer título que la Iglesia confiere al iniciar una causa de canonización. De ser aprobado por el papa, el proceso continuará con la declaración de “venerable”, y más adelante, si se verifican milagros atribuidos a su intercesión, podría avanzar hacia la beatificación y, finalmente, la canonización. Monseñor Jorge Gottau: el obispo que convirtió la fe en motor de transformación Cuando Jorge Gottau llegó a Añatuya, en el árido monte del corazón santiagueño, apenas había siete parroquias, ninguna congregación religiosa y una pobreza estructural que lo desafiaba en cada rincón. En 1961 el papa Juan XXIII acababa de nombrarlo primer obispo de una diócesis nueva, olvidada por el estado y por muchos sectores de la Iglesia. Fue entonces cuando comenzó una de las gestas pastorales y sociales más profundas del siglo XX en la Argentina. Gottau nació en 1917, en Esteban Agustín Gascón, provincia de Buenos Aires, en el seno de una familia de inmigrantes alemanes del Volga. Desde joven abrazó la vocación religiosa: ingresó al seminario redentorista a los 11 años y fue ordenado sacerdote en 1942. Su vida misionera lo llevó a recorrer zonas rurales y postergadas del país durante más de una década, experiencia que marcaría su impronta pastoral. Participó activamente del Concilio Vaticano II, donde fortaleció vínculos con la Iglesia alemana y propició el espíritu renovador en su diócesis Al asumir en Añatuya, encontró una región golpeada por el analfabetismo, el mal de Chagas, la falta de agua potable y la precariedad habitacional. Pero no se quedó en el diagnóstico: su propuesta fue tan simple como revolucionaria para la época. Puso en marcha un modelo de evangelización integral, que unía la fe con el desarrollo humano. Promovió la construcción de escuelas, represas, acueductos, viviendas dignas, y fundó centros de salud y cooperativas agrícolas. Innovó con la creación de las primeras barritas de cereales para palear la desnutrición infantil. Una de sus iniciativas más emblemáticas fue la erradicación de ranchos insalubres, reemplazados por casas construidas con participación de las propias familias, bajo planes de autoconstrucción y ayuda mutua. Para ello, articuló redes de solidaridad con Alemania y otros países, y estableció una fuerte presencia territorial. También enfrentó a la vinchuca, con campañas de fumigación y prevención, y alentó la formación de laicos y misioneros. Lejos del despacho episcopal, Gottau fue un pastor de cercanía: recorría los pueblos en mula o en camioneta, escuchando a las comunidades, alentando la organización y sembrando esperanza. Su espiritualidad mariana y eucarística, junto con una mirada social profundamente cristiana, le dieron coherencia a una obra que hoy aún perdura. Tras su llegada a Añatuya, puso en marcha un modelo de evangelización integral, que unía la fe con el desarrollo humano Participó activamente del Concilio Vaticano II, donde fortaleció vínculos con la Iglesia alemana y propició el espíritu renovador en su diócesis. En 1970 impulsó la creación de la Colecta Nacional “Más por Menos”, destinada a las diócesis más necesitadas del país, que se mantiene como una de las acciones solidarias más importantes de la Iglesia argentina. Tras 31 años al frente de Añatuya, renunció en 1992 al cumplir 75 años, dejando una diócesis fortalecida, con infraestructura, presencia misionera y una red de contención que aún inspira. Falleció el 24 de abril de 1994 en Buenos Aires. Apoyado por el papa Francisco e hincha de River Monseñor Jorge Bergoglio quería mucho a Jorge Gottau y apreciaba el trabajo realizado en Añatuya, comentó a Infobae el postulador de la causa, Roberto Dabusti. El arzobispo Bergoglio expresó en una carta, al momento de la muerte de Gottau: “Aquel roble ya estaba flaco y débil... pero sus ojos eran los mismos. Esos ojos que tienen la virtud de mirar más allá del horizonte. Y así me gusta recordarlo: mirando siempre más allá de los límites logrados, penetrando —con esa mirada— el monte santiagueño para abrir brecha en ese monte y en el corazón de su pueblo. Era hombre de Iglesia, de Iglesia toda, enterita, sin partidismo, sin fisura, como Cristo lo quiso. ¿Lindo, no?”, redactó el arzobispo Jorge Mario Bergoglio. Una vez convertido en papa, Francisco envió un emotivo video a la comunidad de Añatuya con motivo del 60.º aniversario de la diócesis. En sus palabras, destacó la figura de monseñor Jorge Gottau, primer obispo diocesano, a quien definió como “un gran misionero que levantó la diócesis y la llevó adelante”. Jorge Gottau era fanático de River Por otra parte, Jorge Gottau era fanático de River Plate. Tanto, que una vez pidió permiso en el seminario para ir a ver al club de sus amores a la cancha, pero no lo autorizaron. Sin embargo, él igualmente fue. Cuando volvió, lo expulsaron del seminario y un arzobispo tuvo que interceder para que lo dejaran ingresar nuevamente. En otra ocasión, cuando inauguraron un polideportivo en Añatuya, logró que varios jugadores de la primera de River participaran de semejante evento. Monseñor Gottau no solo evangelizó con palabras. Lo hizo con hechos concretos, con barro en los zapatos y visión transformadora. En una de las regiones más olvidadas del país, dejó huella de pastor y sembrador. Como reconocimiento a su legado, hace pocas semanas quedó inaugurada una butaca en honor al obispo Gottau en el Teatro Coliseo de Buenos Aires.
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