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» Diario Cordoba
Fecha: 19/05/2025 01:34
Seguro que han visto la escena. En un vagón de tren (de esos vagones de las películas, cuando los trenes eran señoriales), hay tres personajes que hablan. Los están filmando y, cuando comprueban que los filman, uno de ellos coge de un revuelo un papel que hay sobre la mesa e intenta esconderlo en el bolsillo. Es el presidente de Francia. Los otros dos ocupantes del vagón son el canciller de Alemania y el primer ministro británico. Van a Kiev, a ver al presidente Zelenski. La escena es totalmente inocua. El papel en cuestión es un pañuelo arrugado, hecho un manojo, muy probablemente infestado de los virus del resfriado que parece tener Emmanuel Macron. Elegante como es, consciente de que un encuentro de este nivel no admite la presencia de un objeto tan utilitario, tan prescindible y efímero, de origen tan banal, corre a ocultarlo. Es evidente que Macron sabe que las cámaras han entrado en el vagón, pero es cuando de repente se da cuenta de la presencia del pañuelo que hace un gesto, casi de prestidigitador, para deshacerse de él. A raíz del episodio, se ha creado una campaña, atizada por los «enemigos de Francia, en el exterior y en el interior» que se fundamenta en la mentira que consiste en decir que no era un pañuelo cualquiera, sino una papela de cocaína. El Elíseo, es decir, la sede oficial del jefe de Estado, ha actuado de maravilla con el desmentido del bulo. Más allá de los enemigos de Francia, ha recalcado que los demonios se desatan cuando «la unidad europea molesta» y ha citado implícitamente a René Magritte, el pintor que nos aclaró que la reproducción de una manzana «no es una manzana» y también que la reproducción de una pipa «no es una pipa». El Elíseo ha enfocado el pañuelo, pues, junto a un vaso de agua, ha agrandado la imagen hasta el detalle y ha escrito: «Ceci est un mouchoir. Pour se moucher». Un pañuelo para sonarse. Simplemente. Ha sido como ver el VAR aplicado a la comunicación política. Vista la repetición, no ha sido penalti, porque de la nariz sale un humor espeso segregado por la mucosa y nada más. *Periodista
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