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Concordia » El Heraldo
Fecha: 19/05/2025 00:41
"Ahora me voy a dormir y a limpiar un poquito las ideas", confesó Franco Colapinto después de su fuerte accidente en la clasificación del GP de Emilia-Romagna, séptima fecha de la 76ª temporada de Fórmula 1. La rotura de toda la zona frontal del Alpine fue la factura del despiste de Tamburello. Sin dudas, el argentino tenía que enfriar la cabeza, pasar página y tratar de tener una carrera limpia. Llegar al final, sin pasar sobresaltos y que el auto llegara entero. Y lo cumplió. El bonaerense completó así su décima carrera en la máxima categoría con el 16º puesto final. Puede interesarte La escudería de Enstone trabajó hasta el último minuto permitido del sábado, luego comenzó el toque de queda por el parque cerrado y a las 10 de este domingo, cuando se habilitó el trabajo otra vez, los mecánicos retomaron las tareas para dejar listo el A525 del argentino. “Gracias por el trabajo para reparar el auto de anoche y hoy a la mañana”, fue el mensaje por radio de Colapinto en plena vuelta previa, antes de partir desde el 16º lugar. Hacer una carrera prolija, sumar kilómetros y acostumbrarse al auto era el objetivo de mínima antes de llegar a Imola. Desués del accidente del sábado, se convirtió en la meta principal. Tal vez ahí se encuentra la cautela con la que largó la carrera: perdió con Esteban Ocon y Nico Hülkenberg. La detención casi inmediata del francés lo dejó 17º y ahí se quedó por un buen rato. Solo avanzó por las detenciones de los pilotos y llegó hasta el octavo puesto, pero debía detenerse. En la primera parte, Colapinto cometió un exceso en la séptima vuelta en Rivazza y pisó abajo, levantando leca. Fue el único error visible del argentino durante toda la competencia, en la que finalizó 16º, el mismo lugar desde el que había largado. Su ritmo de carrera tuvo momentos buenos y otros, con tiempos altos, como cuando llegó el ingreso del auto de seguridad. Dos vueltas antes del abandono de Kimi Antonelli que provocó la salida del coche insignia, el equipo le pidió al argentino que dejara pasar a su compañero Pierre Gasly, porque viajaba más rápido. Con el auto de seguridad en pista, aprovecharon para llamar a Colapinto a boxes y le pusieron neumáticos duros nuevos. Desde ahí, en la última decena de giros que realizó con el nuevo compuesto, su ritmo fue similar al de Gasly (llegó 13º) y el argentino lo venció en la comparación de la vuelta más rápida de cada uno en carrera. El argentino marcó 1m20s345, mientras que el francés hizo 1m20s607. En apenas cinco días volverá a correr en una pista totalmente diferente: el intrincado callejero de Mónaco. No cometer un error ahí será clave, porque las paredes están muy cerca. Completar un fin de semana limpio y mejorar en el ritmo será el objetivo siguiente. (ESPN)
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