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» Diario Cordoba
Fecha: 18/05/2025 15:00
A la estación de trenes de Córdoba no solo llegan a veces con retraso los AVE, Iryo, medias distancia y demás pájaros que circulan por la red ferroviaria nacional. También lo hacen algunas noticias, cuya dilación, por ser buenas, nos parece más excusable. La estación de Córdoba llevará pronto el nombre de Julio Anguita, gracias a una iniciativa popular promovida por el Colectivo Prometeo, que fue apoyada por 8.000 personas y logró el respaldo del Pleno de Córdoba (a excepción de Vox). Dos ministros socialistas, Óscar Puente y María Jesús Montero, han empujado para hacer realidad la designación, según informó el coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, junto a la plana mayor de la coalición de izquierdas, que tuvieron «el honor» de dar la noticia a los cordobeses. Con esta iniciativa, Córdoba zanja una deuda y palia la ausencia imperdonable en el callejero de quien ha sido el referente de la izquierda a la izquierda del PSOE desde las postrimerías del franquismo hasta su muerte, hace ahora cinco años, en un acto que es también de agradecimiento cívico al primer alcalde democrático que tuvo Córdoba desde la Segunda República. El desamparo de la izquierda por la pérdida de un político como Anguita y su «aspiración unitaria» se había evidenciado días antes en un acto organizado en la Facultad de Derecho precisamente por el Colectivo Prometeo como homenaje a su fundador. Pese al título del debate y al afán de los promotores por hermanar en la misma orilla algunas propuestas políticas frente a los movimientos antidemocráticos dando cita a todo el espectro parlamentario de izquierdas, la eurodiputada de Podemos Irene Montero dio plantón sin excusarse y en el último minuto a los confluyentes (tampoco mandó a nadie para sustituirla) y, de paso, al espíritu unitario invocado por Anguita. Toda una declaración de guerra de quienes no están dispuestos a ir con IU ni a tiros en el próximo ciclo electoral. «Quien tiene que tomar una decisión no es Podemos, son las fuerzas que forman parte del gobierno de la guerra y empujan un régimen de guerra». Ione Belarra, secretaria general de Podemos, respondió con ganas de retomar la guerra de guerrillas al ofrecimiento de IU y Sumar de reeditar alianzas electorales. Hasta la derrota, siempre. Desde luego, el belicismo iba a juego con el inicio de semana que el gobierno municipal había tenido en Madrid, donde el Ayuntamiento de Córdoba fue el único con stand propio en la Feria Internacional de Defensa (Feindef). A Ifema fuimos a vender poderío militar con el polo de atracción de la Base Logística del Ejército (BLET), a la que se ha sumado una nueva empresa, Grupo Oesía, multinacional dedicada a la ingeniería digital e industrial de uso dual. Insisten nuestros dirigentes que no será la única empresa en aterrizar en el polígono de La Rinconada, cuya urbanización espera despegar también en los próximos días. Ese desarrollo urbanístico, equivalente a todo el casco histórico, irá de la mano de la construcción de los enlaces con la A4, después de que el Ayuntamiento haya llegado a un acuerdo con Fomento en este particular. Seguimos a la espera de ver qué pasa con la variante Oeste, cuyo avispero sacudió desde el Senado el PP, convencido de que la infraestructura duerme el sueño de los justos. Antonio Hurtado, portavoz socialista, dijo que se hará y en poco tiempo. Veremos. Otra socialista, María Jesús Montero, vino a visitar los Patios antes de celebrar su primera ejecutiva regional en Córdoba. La líder del PSOE andaluz sacó el capote para hablar de los mensajes de WhatsApp entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos (tema de la semana en Madriz) y pidió perdón por los penúltimos retrasos del AVE. De la inspección iniciada por la Agencia Tributaria a las casetas de la Feria no dijo nada, porque eso vino después. La noticia estalló el jueves y puso patas arribas El Arenal, en plena vorágine de montajes e instalaciones. El alcalde y el delegado de Fiestas, Julián Urbano, salieron en tromba contra la ministra de Hacienda, a la que todos han puesto en su objetivo, y la acusaron de no ser sensible y de quererse cargar la fiesta. En su defensa salió de nuevo Hurtado, «avergonzado» de que los responsables municipales defiendan postulados contrarios a la labor tributaria del Estado y su incansable lucha contra los pagos en b. Terminamos con una miscelánea porque se acaba el papel: Villarrubia vuelve a exigir su autonomía; las visitas al Templo Romano están más cerca, y el espectáculo del Alcázar se retrasa más que los trenes en España. Chimpún. Suscríbete para seguir leyendo
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