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Concordia » Saltograndeextra
Fecha: 18/05/2025 14:13
«Clemencia para los vencidos, curad a los heridos, respetad a los prisioneros»: El legado humanista de Artigas que sigue vivo en la memoria nacional. Este 18 de mayo, Uruguay conmemora el 214º aniversario de la Batalla de Las Piedras, un hito clave en el proceso emancipador del Río de la Plata y una fecha de profunda significación histórica y simbólica para la nación. En el campo de batalla, José Gervasio Artigas no solo obtuvo su primer gran triunfo militar, sino que sentó las bases de un ideario humanista con su recordada frase: “Clemencia para los vencidos, curad a los heridos, respetad a los prisioneros”. En los albores de 1811, Artigas regresó al territorio oriental y se sumó al movimiento revolucionario. Desde Mercedes, en el departamento de Soriano, organizó su cuartel general y convocó a los patriotas a levantarse en armas contra la dominación española. La chispa revolucionaria se encendió el 28 de febrero con el Grito de Asencio, considerado el inicio de la Revolución Oriental, encabezado por Pedro José Viera y Venancio Benavídez. Las acciones insurgentes se multiplicaron. Tres columnas revolucionarias salieron desde distintos puntos del territorio, encabezadas por José Artigas, Venancio Benavídez y Manuel Francisco Artigas. El pueblo acompañó el avance patriota, sumándose de forma espontánea y formando lo que algunos historiadores, como Agustín Verazza, denominaron el “Ejército Nuevo”. El enfrentamiento decisivo ocurrió el 18 de mayo de 1811, cuando las fuerzas revolucionarias se enfrentaron al ejército realista comandado por el capitán José Posadas en las inmediaciones de Las Piedras. A pesar de la diferencia en preparación y equipamiento, los orientales lograron la victoria gracias a una táctica envolvente que dejó sin salida a las tropas españolas. Durante el combate, varios grupos de soldados desertaron del bando realista para unirse a los revolucionarios. Entre ellos, se destacaron la caballería del comandante Rosales, un alférez de apellido Tort con su tropa, y un contingente de 135 presidiarios de la Ciudadela de Montevideo, quienes optaron por pelear en lugar de permanecer encarcelados. “Clemencia para los vencidos, curad a los heridos, respetad a los prisioneros”, ordenó Artigas tras la rendición de los realistas, en una muestra de compasión y principios que marcaron para siempre la historia nacional. Tras la rendición, Artigas dio muestras de una ética revolucionaria centrada en el respeto a la vida y la dignidad de los vencidos. Envió al capellán Valentín Gómez a asistir a los heridos y a recoger el sable clavado por Posadas como señal de entrega. Su actitud selló un legado humanista que aún resuena en la identidad oriental. La Batalla de Las Piedras no solo consolidó a Artigas como líder del movimiento emancipador, sino que también marcó el inicio de una nueva etapa en la lucha por la libertad del pueblo oriental. A más de dos siglos de aquel hecho, su legado permanece vivo en la memoria colectiva del país.
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