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  • Administración patrimonial en casos de incapacidad o enfermedad

    » El litoral Corrientes

    Fecha: 18/05/2025 03:29

    Dra. Silvia Zarza Abogada UNNE Especialista en derecho previsional Planificación patrimonial y sucesoria ¿Por qué es esencial contar con un mandato anticipado? Frecuentemente vemos casos en los que las familias enfrentan enormes dificultades a la hora de administrar los bienes de un ser querido que atraviesa una incapacidad temporal o permanente. Es común que las personas consideren innecesaria la planificación patrimonial preventiva hasta que surge una situación imprevista que los encuentra sin herramientas jurídicas adecuadas. Precisamente, para evitar esta problemática es indispensable recurrir a instrumentos como los mandatos o poderes anticipados. La incapacidad puede ser consecuencia de enfermedades, accidentes o deterioros cognitivos propios de la edad avanzada. En cualquiera de estas situaciones, la persona afectada pierde la capacidad de expresar claramente su voluntad, dejando sus bienes y decisiones financieras en un limbo que genera conflictos familiares, demoras burocráticas y potenciales pérdidas económicas. La prevención, en estos casos, es crucial y puede ser lograda mediante herramientas jurídicas específicas. Una de las opciones más recomendadas es el mandato anticipado, también conocido como poder preventivo. Este instrumento jurídico permite a una persona, mientras aún se encuentra lúcida y plenamente capaz, designar anticipadamente quién administrará su patrimonio en caso de que en el futuro sufra una incapacidad. Este mandato puede abarcar la administración de propiedades, manejo de cuentas bancarias, inversiones, operaciones comerciales e incluso decisiones sobre la venta de bienes específicos, todo según los deseos previamente establecidos por el mandante. ¿Por qué es recomendable un mandato anticipado? Fundamentalmente, por dos razones principales: claridad y seguridad jurídica. Por un lado, garantiza que las decisiones financieras se ejecuten conforme a la voluntad expresada por el titular de los bienes. Por otro lado, evita la intervención judicial obligatoria que implicaría un proceso de declaración de incapacidad, el cual es largo, costoso y emocionalmente desgastante para la familia involucrada. El procedimiento para realizar un mandato anticipado es sencillo, pero debe seguir rigurosamente ciertas formalidades. Es fundamental asesorarse legalmente para evitar nulidades futuras. Generalmente, se formaliza ante escribano público mediante escritura pública, lo que les otorga una robustez probatoria esencial frente a terceros. El mandante determina no solo quién será su representante, sino también los alcances y límites específicos del mandato, incluyendo instrucciones detalladas sobre cómo desea que sean manejados ciertos asuntos económicos o patrimoniales. Otra figura relevante en esta materia es la autotutela, por la que una persona puede anticipar quién será su tutor o curador, así como las condiciones y términos de esta tutela, en el supuesto de que sea declarada incapaz por un tribunal. La diferencia principal respecto al mandato anticipado radica en que la autotutela requiere un proceso judicial posterior para su puesta en funcionamiento, mientras que el mandato anticipado tiene vigencia inmediata tras la constatación médica de la incapacidad, sin requerir intervención judicial inicial. El artículo 139 del Código Civil y Comercial de la Nación establece que la persona capaz puede designar, mediante una directiva anticipada, a quien ejercerá su curatela. Los padres pueden nombrar curadores y apoyos para sus hijos incapaces o con capacidad restringida, y cualquier designación debe ser aprobada judicialmente. En ausencia de estas previsiones, el juez puede nombrar al cónyuge no separado de hecho, al conviviente, a los hijos, padres o hermanos de la persona a proteger, según quien tenga mayor aptitud. En la práctica, la planificación anticipada evita situaciones en que familiares, incluso con buenas intenciones, no puedan acceder a recursos económicos necesarios para sostener gastos médicos o asistenciales urgentes, lo que puede agravar aún más la situación del afectado. Consideremos un ejemplo práctico: una persona adulta mayor, propietaria de inmuebles y con cuentas bancarias a su nombre, sufre repentinamente un accidente cerebrovascular que limita drásticamente su capacidad de decisión. Sin un mandato anticipado, los familiares deberán iniciar un procedimiento judicial complejo para administrar sus bienes, generando costos adicionales y exponiendo a la persona y a el patrimonio a riesgos innecesarios. Por el contrario, de contar con un mandato anticipado previamente otorgado, el representante designado podría actuar de inmediato, garantizando continuidad en la administración del patrimonio sin interferencias ni demoras. Según nuestra experiencia, recomendamos siempre que cada persona, especialmente aquellas con bienes significativos o en situaciones de vulnerabilidad potencial, considere otorgar un mandato anticipado. Esta herramienta no solo brinda tranquilidad al titular del patrimonio, sino también asegura la estabilidad financiera y emocional de toda la familia ante situaciones inesperadas. La planificación patrimonial anticipada es, en definitiva, un acto de responsabilidad y previsión. En un mundo cada vez más complejo y cambiante, proteger adecuadamente nuestro patrimonio y asegurar su administración eficiente y segura frente a posibles situaciones de incapacidad es un paso indispensable que todos deberíamos considerar seriamente. Es cuando la persona cae en situación de mayor vulnerabilidad, porque tiene que atravesar una enfermedad, a veces larga y terminal, que le impide tomar decisiones, incluso sobre su propia vida, y debe afrontar el pago de tratamientos muy costosos que sus familiares no pueden afrontar y el dueño de los bienes, pudiendo hacerlo, no está en condiciones de decidir por no tener la plenitud de sus capacidades lo que dificulta enormemente, su salud, su tratamiento y la imposibilidad de gestionarlo porque no se ha tomado la precaución de la planificación patrimonial adecuada, es allí cuando la planificación toma mayor relevancia. A veces no se toma la mejor decisión cuando se deja un poder a favor de los hijos y ambos, padre e hijos caen en situación de incapacidad y el resto de la familia no puede acceder a los fondos de las cuentas bancarias para afrontar su tratamiento, es por ello que se torna fundamental la planificación, para que la persona pueda tener la tranquilidad de que en ese caso extremo va a poder ser atendido de la forma elegida, con los tratamientos adecuados. -

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