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  • Resaltan que la intervención temprana mejora el lenguaje

    » Elterritorio

    Fecha: 17/05/2025 07:01

    Al año deben aparecer las primeras palabras y a los dos, el niño debería decir unos 50 términos y formar frases simples sábado 17 de mayo de 2025 | 2:30hs. En los últimos años se incrementaron las consultas por dificultades en la adquisición del lenguaje, especialmente durante los primeros años de vida. Aunque persiste la creencia de que los niños hablarán “cuando estén listos”, los fonoaudiólogos insisten en que no se debe esperar y advierten que la detección precoz y la intervención temprana son claves para evitar complicaciones en el desarrollo del lenguaje. En este contexto, la fonoaudióloga Florencia Ávalos comentó que muchos padres llegan a la consulta después de haber recibido consejos erróneos del entorno. En esos casos, suele recomendarse esperar hasta los tres años, cuando en realidad ya se podrían estar perdiendo oportunidades de intervención. "Hay papás que mencionan que esperaron mucho porque alguien les dijo que era normal que un niño no hable hasta los tres años. Pero si el chico comprende todo pero no tiene vocabulario o el léxico no corresponde a su edad, ya hay un retraso que debe atenderse cuanto antes". Además, explicó que no todos los retrasos en el lenguaje se resuelven solos. Algunos evolucionan hacia trastornos del desarrollo del lenguaje, donde ya se ven afectados tanto la comprensión como la expresión, lo que complejiza el tratamiento. Por otro lado, señaló que existen hitos claves en el desarrollo temprano que sirven como parámetro para detectar dificultades. A partir del primer año deben aparecer las primeras palabras, ya los dos años, un vocabulario mínimo de 50 términos y frases de dos palabras. "Entre los 12 y 18 meses de vida los niños deben empezar a decir palabras como 'mamá', 'agua' o 'leche', y comprender nombres propios y del entorno. A los dos años, además de hablar, deben entender entre 300 y 600 palabras aproximadamente". En cuanto al abordaje, el profesional detalló que el tratamiento se adapta al ritmo de cada niño y que no hay un plazo estándar para ver resultados. Lo importante es comenzar un tiempo y no generar frustración, ya que eso puede dificultar el proceso. "Cada chico tiene su propio ritmo. Lo que hacemos es escuchar a los padres en la anamnesis, detectar factores de riesgo y estrategias personalizadas. Si hay conductas disruptivas por exigencias inadecuadas, es más difícil avanzar en la terapia". Pantallas Asimismo, Ávalos resaltó la importancia de limitar el uso de pantallas y corregir hábitos prolongados como el uso de mamadera o chupete más allá de los dos años. "La OMS recomienda evitar pantallas de cero a dos años porque afecta el juego, la imaginación, la tolerancia a la frustración y el lenguaje. También hay que prestar atención a la alimentación y la musculatura oral. Si a los cuatro años siguen usando mamadera, eso perjudica labios, mejillas y paladar". Además, recomendó estrategias para estimular el lenguaje en casa, como leer cuentos con imágenes, hablarles a los niños cara a cara, fomentar el juego simbólico e incentivar la interacción con otros chicos. "Hay que evitar darles objetos solo porque los señalan. Lo ideal es que los nombren, que digan qué quieren. También es fundamental el contacto con otros niños, porque la base del aprendizaje es la imitación. Ellos absorben todo como una esponja". En relación a las posibles causas, subrayó que una de las primeras medidas es descartar problemas auditivos, ya que pueden interferir en la adquisición del lenguaje. Si el niño no habla y no se hizo una evaluación auditiva, lo primero que hacen los profesionales es la derivación al otorrinolaringólogo. "Si se detecta una pérdida, el tratamiento será diferente. Si se descarta, ahí sí se comienza con el trabajo en el lenguaje y la comunicación". De igual forma, recalcó que cuanto más temprano se interviene, mejores son los resultados, gracias a la plasticidad neuronal que se da entre los 0 y 3 años. "No hay que esperar. La plasticidad cerebral en esa etapa es muy alta, y el cerebro está en pleno desarrollo. Cuanto antes empecemos, más efectivo será el tratamiento. Esperar sólo retrasar el aprendizaje".

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