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  • La sorprendente relación entre caminar 5.000 pasos diarios y la reducción del riesgo de cáncer

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 16/05/2025 12:47

    Aunque caminar más rápido está asociado a un menor riesgo, la cantidad total de pasos es lo que realmente impacta (Imagen Ilustrativa Infobae) Un estudio destacado de la Universidad de Oxford arrojó luz sobre la relación entre la cantidad de pasos que una persona da diariamente y su riesgo de desarrollar cáncer. El trabajo involucró a más de 85.000 participantes en el Reino Unido, quienes usaron monitores de actividad para medir tanto la cantidad como la intensidad de su movimiento diario. La investigación duró aproximadamente seis años, y sus hallazgos sugieren una relación inversa entre la cantidad de pasos diarios y el riesgo de cáncer. Los investigadores descubrieron un patrón claro: caminar más de 5.000 pasos al día comienza a mostrar beneficios significativos en términos de reducción del riesgo de cáncer. Aquellos que alcanzaron los 7.000 pasos diarios vieron una reducción del 11% en su riesgo, mientras que para quienes daban 9.000 pasos, este riesgo disminuyó un 16%. Sin embargo, más allá de los 9.000 pasos, los beneficios comenzaron a estabilizarse y las diferencias en la reducción del riesgo fueron marginales y con variables ligeras entre hombres y mujeres. El estudio muestra que caminar más de 5.000 pasos diarios empieza a ofrecer una protección significativa contra el cáncer (Imagen Ilustrativa Infobae) Este estudio no solo se centró en la cantidad de pasos, sino también en la intensidad de la caminata. Aunque caminar más rápido se asociaba con un menor riesgo de cáncer, cuando se consideraron otros factores de actividad física, la velocidad no presentó una diferencia estadísticamente significativa. Esto sugiere que el factor crucial es la cantidad total de pasos, no la rapidez del movimiento. Asimismo, la investigación mostró que sustituir el tiempo sedentario por actividad ligera o moderada también reducía el riesgo de cáncer. Sin embargo, cambiar actividad ligera por moderada no ofrecía beneficios adicionales, lo que destaca que lo esencial es simplemente moverse más, sin importar la velocidad. Relación entre el número de pasos diarios y el riesgo de desarrollar cáncer Esta evidencia sugiere que promover la caminata entre la población podría ser una medida efectiva de salud pública (American Cancer Society) La conexión entre la actividad física diaria, específicamente en términos de pasos dados, y el riesgo de desarrollar cáncer fue el foco del estudio. Como se vio, los investigadores observaron que aumentar el número de pasos que una persona da cada día puede traducirse en una disminución del riesgo de cáncer. Los científicos encontraron que existe una relación entre la cantidad de pasos diarios y las probabilidades de desarrollar hasta 13 tipos diferentes de cáncer. Es relevante que estos resultados se mantuvieron consistentes incluso después de ajustar por factores demográficos, índice de masa corporal y hábitos de vida, como el tabaquismo, se indicó en el trabajo. Por eso, los autores estimaron que esto sugiere que efectivamente es el incremento en el número de pasos el que está asociado con la reducción del riesgo de cáncer, independientemente de otros factores. De esta manera, según el estudio, la simple acción de añadir más pasos a la rutina diaria se presenta como una estrategia potencialmente eficaz para disminuir el riesgo de cáncer. Caminar más no solo mejora la salud general, sino que parece ofrecer una defensa significativa contra determinados tipos de cáncer. Comparación de actividad ligera y moderada en la reducción del riesgo de cáncer Acciones simples como usar escaleras en vez de ascensores o caminar durante llamadas telefónicas pueden incrementar significativamente la actividad diaria (Imagen Ilustrativa Infobae) La investigación sobre la relación entre la actividad física y el riesgo de cáncer no solo se centra en la cantidad de ejercicio realizado, sino también en la intensidad de dicho ejercicio. Un aspecto clave es cómo la actividad de diferentes intensidades, es decir, actividad física de intensidad baja (LIPA) y de intensidad moderada a vigorosa (MVPA), influye en el riesgo de desarrollar cáncer. El estudio en cuestión, que empleó acelerómetros para medir la actividad física de los participantes, destaca que tanto la actividad ligera como la moderada a vigorosa están asociadas a una reducción en el riesgo de cáncer. La LIPA y la MVPA mostraron una relación inversa con la incidencia de cáncer, incluso después de ajustar por otras variables como factores demográficos y de estilo de vida. Este hallazgo sugiere que no es necesario realizar actividad física extrema para obtener beneficios significativos en la reducción del riesgo de cáncer. El análisis del estudio indicó que sustituir una hora diaria de comportamiento sedentario (CS) por actividad de intensidad baja (LIPA) o moderada a vigorosa (MVPA) resultaba en una reducción del riesgo de cáncer. Sin embargo, el cambio de actividad ligera a moderada no ofrecía beneficios adicionales sobre el riesgo de cáncer, lo cual enfatiza que lo crítico es la sustitución del tiempo sedentario por cualquier tipo de actividad física, independientemente de su intensidad. El mensaje que se extrae de esta investigación es contundente: cualquier nivel de actividad física es preferible a un estilo de vida sedentario. Moverse más, ya sea a una intensidad ligera o moderada, reduce el riesgo de cáncer, haciendo que la mejora de la salud sea accesible para un mayor número de personas. Beneficios de la actividad física ligera y la prevención del cáncer Sustituir tiempo sedentario por actividad ligera ya muestra beneficios en cuanto a la reducción del riesgo de cáncer (Imagen ilustrativa Infobae) Un aspecto notable de los estudios recientes sobre la actividad física y el cáncer es el fuerte respaldo a la actividad ligera, como caminar, como una medida preventiva accesible contra diversos tipos de cáncer. Tradicionalmente, se destacaba la importancia del ejercicio vigoroso para mantener la salud; sin embargo, investigaciones actuales indican que incluso formas de ejercicio menos intensas pueden tener un impacto significativo. Los estudios muestran que caminar tan solo tres kilómetros al día, lo que equivale a aproximadamente 4.000 pasos o alrededor de 40 minutos de caminata ligera, puede contribuir a una mejor salud a largo plazo y disminuir el riesgo de cáncer. Este enfoque destaca la viabilidad de incorporar pequeños incrementos de actividad a lo largo del día para sumar beneficios, especialmente para aquellos que no buscan un régimen de ejercicio riguroso o estructurado. Las recomendaciones sugieren maneras de integrar más actividad ligera en la rutina diaria. Ejemplos incluyen optar por las escaleras en lugar del ascensor, dedicarse a caminatas durante los descansos laborales, realizar llamadas telefónicas mientras se camina o elegir estacionar el coche más lejos de lo habitual. Estas prácticas no exigen cambios drásticos en el estilo de vida, pero comportan beneficios significativos.

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