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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 16/05/2025 00:18
El Jefe del Consejo de Ministros de Perú y todo su gabinete renunciaron en medio de la inestabilidad política del país. Gustavo Adrianzén dejó su cargo antes de enfrentar una moción de censura en el Congreso. Estuvo apenas 14 meses. El Gobierno de Perú oficializó la dimisión del gabinete de ministros, tras la renuncia que presentó el martes el primer ministro, Gustavo Adrianzén, un día antes de que el Congreso debatiera y votara hasta cuatro mociones de censura presentadas en su contra. Se trata de un episodio más dentro de la inestabilidad política que atraviesa el país. La salida de los ministros, a los que la ley obliga a dejar el cargo cuando renuncia un primer ministro, fue oficializada mediante sendas resoluciones individuales publicadas este miércoles por la Presidencia del Consejo de Ministros en el diario oficial El Peruano. En el caso de Adrianzén se señaló que, vista su «renuncia irrevocable» al cargo de Presidente del Consejo de Ministros, se le da «las gracias por los importantes servicios prestados a la Nación». La misma fórmula se aplicó en las demás resoluciones, que fueron suscritas por la presidenta peruana, Dina Boluarte, y por Adrianzén, quien debe seguir despachando hasta ser sustituido en el cargo, muy probablemente en las próximas horas. El primer ministro renunció antes de tener que someterse al debate de las mociones de censura presentadas por diversas bancadas por su presunta «incapacidad» para enfrentar la lucha contra la ola de criminalidad que afronta el país. Medios peruanos como Perú 21 señalaban que el funcionario «se aferró con uñas y dientes» al cargo. Adrianzén aseguró que decidió dejar el cargo «pensando en los altos intereses de la patria» y que durante sus casi quince meses en el Ejecutivo tuvo tantos logros que son «imposibles de enumerar», a pesar de que una encuesta publicada el pasado fin de semana señaló que la presidenta tiene una aprobación que roza el 0%. Además, el saliente primer ministro sostuvo que gobernó el país «en sus horas más difíciles», pese a que llegó al cargo cuando ya había terminado la ola de protestas que tuvo que gestionar su predecesor, Alberto Otárola, entre diciembre de 2022 y marzo de 2023. Boluarte debe ahora nombrar a un nuevo primer ministro, que será el cuarto en sus dos años y medio al frente de Perú, que planteará la conformación de un nuevo gabinete, en el que pueden estar algunos de los ministros salientes. Luego deberá acudir al Congreso para solicitar un voto de confianza en un plazo máximo de 30 días La caída de Adrianzén en la moción de Censura hubiera derivado forzosamente en la renuncia de todo el gabinete ministerial de acuerdo con la legislación peruana. La censura estaba asegurada la tarde del martes luego que las principales bancadas anunciaron que respaldarían con sus votos el pedido. El parlamento unicameral, controlado por una media docena de bancadas de derecha, necesitaba un mínimo de 66 votos de entre sus 130 representantes para castigar al alto funcionario y por añadidura a todo el gabinete obligado a renunciar por ley. Boluarte es una de las gobernantes más impopulares del mundo, su aprobación cayó a un histórico 2% este mes según la encuesta del fin de semana. Enfrentaba el casi seguro voto de castigo del Congreso y al mismo tiempo la ira popular. Sin partido propio, la mandataria gobierna apoyada en una coalición de fuerzas de derecha que ostentan la mayoría legislativa. Horas antes, la presidenta cambió sorpresivamente a tres ministros, entre ellos el de Economía y el de Interior. La posición de los partidos que controlan el Congreso dejó solo a Adrianzén, cuya oficina había desmentido más temprano que fuese a renunciar. Fuente: Clarín
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