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» La Capital
Fecha: 15/05/2025 16:40
Alejandro C. fue acusado por el crimen de María Pereyra, atacada en diciembre de 2023 en la casa que alquilaba en zona sudoeste para robarle electrodomésticos Los sospechosos de matar a golpes a la jubilada María Isabel Pereyra, arrojada a un pozo ciego de la casa que alquilaba en la villa La Cariñosa, no estaban lejos de ese lugar. La investigación a cargo del fiscal Patricio Saldutti arrojó que los atacantes eran vecinos de la mujer en el mismo terreno de Vicente Medina al 4700 y que la mataron para robarle electrodomésticos. Uno fue detenido dos meses después y otro quedó imputado este miércoles como coautor del crimen cometido en diciembre de 2023. Se trata de Alejandro C., quien quedó en prisión preventiva por el plazo legal de dos años acusado de un homicidio calificado criminis causa. Es decir, cometido para garantizar un robo. El delito se pena con prisión perpetua . Esa figura le atribuyó el fiscal Saldutti durante una audiencia imputativa que se realizó en el Centro de Justicia Penal ante el juez Hernán Postma. Por el caso está preso desde el 24 de febrero de 2024 Gustavo Ezequiel C., acusado de los mismos delitos. María Isabel Pereyra tenía 71 años, estaba jubilada y vivía en una casa que alquilaba en la zona sudoeste de Rosario, en una angosta calle de tierra entre baldíos a la altura de Uriburu al 4700. La mujer se había radicado allí unos dos meses antes, en la parte posterior de un terreno que tenía otra vivienda al frente. Vivía sola con su perrito. El crimen ocurrió entre la noche del 25 y la madrugada del 26 de diciembre del 2023. Un nieto la encontró muerta luego de un día de insistir en vano comunicarse por teléfono. “Ella lo había criado a ese nieto, que era el que más la contactaba. Cuando entró a la casa lo primero que vio fue que estaba todo revuelto”, contó entonces a La Capital una hija de la víctima que había estado con su madre el día anterior en la celebración de la Navidad. “Ella tenía una casa pero la tuvo que vender por un problema con un familiar”, dijo, sin poder digerir la noticia. En medio del desorden típico de un robo, el nieto escuchó el llanto del perrito que provenía del fondo del terreno. Se acercó y confirmó el peor de los escenarios. La mujer estaba sin vida, boca abajo, en el pozo ciego del fondo del terreno donde se ubican dos casas precarias. Llamó a los vecinos y a la policía, que no constató en el cuerpo heridas de bala o arma blanca. La mujer había sido asesinada a golpes. >>Leer más: Prisión preventiva a uno de los acusados de matar a una vecina en villa La Cariñosa Ramas en el pozo ciego La investigación determinó que la habían atacado para robarle varias pertenencias: una garrafa; un ventilador de pie; una pava eléctrica; un televisor de 32 pulgadas; un parlante de música de color negro con luces de colores; una billetera con documentos, tarjetas y dinero; un par de zapatillas y un celular. De acuerdo con la imputación, el crimen fue cometido con la finalidad de facilitar el robo y procurar la impunidad de los agresores, ya que eran personas conocidas de la víctima. Los imputados junta a una mujer aún prófuga, dijo el fiscal, trasladaron el cuerpo hasta el fondo del terreno que compartían, lo descartaron en el pozo y lo taparon con ramas. Luego, en las primeras horas de la madrugada del 26 de diciembre, los imputados se presentaron ante los vecinos de la zona y les ofrecieron a la venta los elementos robados. De las tres personas con pedido de captura por el caso, el primero en caer fue Gustavo C., de 30 años, fue detenido en febrero de 2024 en Villa Gobernador Gálvez. A quien se sumó este miércoles como imputado por las mismas acciones Alejandro C.
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