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  • Remiten a juicio el caso de un hombre al que acusan de entrar a la casa de su ex para matar al novio – AL DÍA ENTRE RÍOS

    Parana » Al Dia ER

    Fecha: 15/05/2025 08:43

    La jueza de garantías, Elisa Zilli, consideró que el caso ya está para ser discutido en un juicio por jurado. La defensa desconoció el hecho y afirmó que tiene pruebas para demostrarlo. La jueza de Garantías, Elisa Zilli, remitió a juicio por jurado el caso de un hombre que ingresó a la casa de su expareja en Paraná y trató de matar al novio de esta con un cuchillo. El ataque se perpetró el jueves 2 de enero de 2025. Fue el primer hecho de violencia de género grave ocurrido en la capital provincial. Según se informó a AHORA, el Ministerio Público Fiscal, a cargo de Franco Bongiovanni, solicitó en la tarde de este miércoles la remisión a juicio de la causa contra José Gagioli por considerar agotada la etapa de Investigación Penal Preparatoria. En su presentación sostuvo que cuenta con “elementos de cargo suficientes” para mantener la acusación en un debate oral. Según la acusación fiscal, el hecho imputado a Gagioli ocurrió el jueves 2 de enero de 2025, alrededor de las 2.50. Esa madrugada, el imputado habría ingresado a la vivienda de su expareja, ubicada en Villaguay al 900 de Paraná, trepándose por los tapiales y caminando por los techos. Esto habría ocurrido a pesar de una prohibición previa de realizar actos molestos hacia la mujer, impuesta por un Juzgado de Familia en diciembre de 2024. Una vez dentro, Gagioli se habría dirigido contra Juan Arriondo, a quien le aplicó una puñalada. Todo sucedió ante la mirada de su expareja. El Ministerio Público busca que este comportamiento sea encuadrado legalmente como Homicidio Agravado por haber sido perpetrado “con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se ha mantenido una relación de pareja, en grado de tentativa”, e imputa a Gagioli en calidad de autor. El fiscal argumentó que el imputado “asumió un comportamiento previa y objetivamente apto para terminar con la vida de un tercero” al dirigir la punta del cuchillo a la zona torácica de Arriondo. Bongiovanni sostiene que la motivación fue una “venganza celotípica y machista”, enmarcada en un “contexto histórico de violencia contra la mujer en razón del género”. La fiscalía interpretó que la “muerte no pudo escapar al conocimiento, cuanto menos eventual, del imputado”. En ese sentido, fiscalía le adelantó a la jueza Zilli que pedirá una pena estimativa de 12 años y seis meses de prisión, aunque aclaró que esta pretensión podría modificarse durante el debate. Consideran como circunstancias agravantes la situación de vulnerabilidad de la víctima (atacado de madrugada en su vivienda), el contexto de violencia de género con consecuencias en terceros (hijo en común), y la penetración en la intimidad al ingresar de forma subrepticia. Por su parte, la defensa técnica de José Gagioli, ejercida por el abogado Augusto Lafferriere, presentó una formal oposición al requerimiento de elevación a juicio y solicitó el sobreseimiento de su defendido. La defensa argumentó que la supuesta materialidad y autoría de la calificación legal atribuida “no se encuentra en absoluto acreditada, ni mínimamente”. Según la defensa, la prueba aportada por la fiscalía es “débil”, “contradictoria”, “insuficiente” y “prácticamente inexistente” para demostrar que Gagioli ingresó con un arma blanca o con intención de matar o lesionar gravemente. Uno de los principales cuestionamientos de la defensa es a la credibilidad de los testigos y víctimas. Señaló que la expareja no afirmó haber visto a Gagioli con un cuchillo, sino que “se lo habría dicho Arriondo”. Argumentó que Arriondo “falta a la verdad en diversos pasajes de su narración”. La defensa ofrece pruebas que, según su exposición, acreditarían los antecedentes de Arriondo relacionados con “vicios y tóxicos” y denuncias judiciales previas por violencia de género en su contra. La defensa niega la existencia de “el más mínimo (ni eventual) dolo de homicidio”. Sostienen que si Gagioli hubiera querido matar, habría actuado de forma diferente, “ingresado decidido a matar, con un arma, se habría dirigido directo al objetivo y le hubiese dado muerte”, en lugar de “trepar ningún techo”. Consideran “poco lógico” que, si buscaba un “supuesto objetivo homicida premeditado”, trepara techos minutos después de haber estado dialogando en la puerta del domicilio. Asimismo, la defensa califica de “aberración” la pretensión de agravar la imputación basándose en que el hecho fue “perpetrado con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se ha mantenido una relación de pareja”, argumentando que esto constituye una analogía prohibida y una violación al principio de legalidad. Lafferriere rechazó la interpretación fiscal de una “venganza celotípica y machista” o contexto de violencia de género, proponiendo que la causa de los hechos debe buscarse en el intento de Gagioli de “proteger” a su hijo menor de un ambiente que describe como potencialmente perjudicial, dadas las circunstancias y los antecedentes de Arriondo.

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