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» Diario Cordoba
Fecha: 15/05/2025 05:35
El pasado lunes se daba a conocer en la Biblioteca Pública Grupo Cántico un libro singular, lleno de sensualidad y vértigo ante las emociones que despierta. Se trata de Dunas en el tiempo, un cóctel perfecto de textos e imágenes debidos al cordobés Rafael Portal Moreno, quien además de psicólogo y profesor universitario es fotógrafo y poeta, facetas éstas que actualmente ha decidido priorizar sobre las otras. Como ya demostrara en sus anteriores publicaciones, La luz soñada, La belleza en la mujer que envejece y Córdoba íntima, esta última en colaboración con Manuel Gahete, Rafael Portal es un mago en el arte de armonizar lo escrito con lo visto, fruto de sus cualidades de gran observador y un temperamento literario que impregna todo lo que toca, sean palabras, imágenes o sueños. Tal como afirmó el periodista Francisco A. Carrasco en su presentación, es un libro «distinto, delicado» que habla del deseo de perderse en otros lugares y mimetizarse con ellos, «de la belleza, de la soledad, del silencio, del encuentro con uno mismo». Porque en el fondo se trata de eso, de desembarazarse siquiera por un tiempo de lo hollado, de las ataduras de una vida pautada, para adentrarse en lo desconocido con una búsqueda personal de sí mismo, en este caso a través de las arenas del desierto. Y además hecho, tanto el periplo como el libro (de Ediciones Fedro), a la manera de los viajeros románticos, pues de alguna forma ésta es la época que pretende recrear el autor plásticamente. Gracias al empleo de técnicas artísticas del siglo XIX y principios del XX, Portal desarrolla un lenguaje visual cercano a la pintura a modo de fotografía experimental. Son un total de 26 textos que narran la aventura de este creador de mundos, redactados de manera que no se sabe si es prosa poética o poesía en prosa, para explicar los episodios vividos o fabulados que se asoman a las fotos. «Una fotografía centrada en la obra, en el objeto, en sentir la piel de las texturas utilizadas», explica Portal en el prólogo. Se muestran 85 imágenes obtenidas con cámaras digitales y analógicas, software de edición fotográfica, impresión en láminas de acetato y emulsiones químicas -goma bicromatada, papel salado, procedimientos diazo y procesos basados en hierro y plata-. Todo ello permite lograr, en palabras del fotógrafo y escritor -poseedor de un gran archivo multicultural tras participar en proyectos de Cooperación Internacional al Desarrollo-, «distintos colores, gamas tonales, ausencia de enfoque, grano, brillo o manipulación sobre el papel, aspectos artísticos que comparten espacios comunes con las bellas artes». Se trata, pues, de un lenguaje muy personal que aúna riesgos técnicos, intuición y azar para revivir paisajes, arquitecturas y figuras humanas que habitan universos de arena, entre las que destacan poderosos rostros de mujer, algunos de inequívoco toque años veinte, como en una novela de Paul Bowles o su traducción al cine. Muchas de estas imágenes fueron glosadas en el acto de presentación por la pintora Julia Hidalgo, amiga de Portal desde que la retrató para el precioso libro La belleza en la mujer que envejece, ya citado, un canto a la vida y a la plenitud que puede surgir en la última etapa de la existencia. Julia Hidalgo, a quien el autor definió como «un pincel inquieto», echó mano de su sensibilidad y amplios conocimientos -cabe recordar que durante muchos años ha ejercido la docencia en la Escuela de Artes y Oficios y otros centros- para «interpretar, analizar y desvelar -dijo- algunos misterios que encierra su mágica cámara de fotos». En suma, Dunas en el tiempo ofrece arte y literatura en sublime combinación, una aventura exótica y un viaje hacia el centro de uno mismo. *Periodista
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