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Fecha: 14/05/2025 12:41
El profesor Paul Reber, especialista en psicología de la Universidad Northwestern, abordó un tema que es preocupante para todos, en una reciente entrevista con la revista Scientific American. En un contexto donde el concepto de «infoxicación», la sobrecarga por exceso de información, gana cada vez más atención, surgen interrogantes sobre los posibles efectos negativos que este fenómeno podría tener en el funcionamiento y la salud del cerebro humano. La saturación informativa actual proviene principalmente de dos fuentes, los medios digitales tradicionales y las plataformas de redes sociales. Estas últimas fomentan un consumo constante de contenido a través del desplazamiento infinito, el “deep scrolling”, donde abundan tanto noticias falsas como información de escaso valor o relevancia. Este flujo ininterrumpido de datos genera un entorno donde la capacidad de atención y procesamiento del cerebro se ve constantemente desafiada. Cómo impacta el exceso de información en el cerebro El profesor Reber ofrece datos reveladores sobre la capacidad cerebral: «Las neuronas trabajan en conjunto para procesar múltiples recuerdos simultáneamente, multiplicando exponencialmente nuestra capacidad de memoria». Según sus cálculos, el cerebro humano podría almacenar hasta 2,5 petabytes de información, equivalente a un millón de gigabytes. Para poner esto en perspectiva: si el cerebro funcionara como un dispositivo de grabación, esta capacidad permitiría almacenar tres millones de horas de programación televisiva o mantener una grabación continua durante 300 años antes de agotar su espacio. Aunque técnicamente nuestro cerebro está equipado para manejar enormes volúmenes de información, la realidad actual presenta desafíos. El exceso de datos puede generar alteraciones conductuales que impactan negativamente en el bienestar general, demostrando que incluso con esta impresionante capacidad, existen límites prácticos en el procesamiento de información. El experto advierte sobre los riesgos de la sobreexposición informativa: «La infoxicación que enfrentamos diariamente, tanto en nuestra vida personal como profesional, puede desencadenar el síndrome de fatiga por exceso de información». Este fenómeno no solo genera ansiedad y estrés, sino que también afecta significativamente la productividad laboral. El problema radica en que dedicamos gran parte de nuestra jornada a actividades improductivas: buscar, clasificar y procesar información que, en la mayoría de los casos, resulta irrelevante. Este proceso representa un desperdicio considerable de recursos valiosos como tiempo, energía y esfuerzo cognitivo, lo que finalmente impacta negativamente en nuestro rendimiento y bienestar general.
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