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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 13/05/2025 05:29
Por Manuel Iconicoff Cuando el calor aprieta a la siesta o cuando la ciudad aún duerme en plena madrugada, hay figuras que cruzan solitarias el paisaje urbano trotando en silencio. Son los corredores, atletas que combinan la pasión con la disciplina para llegar listos a cada nueva carrera. Guillermo Rodríguez es uno de los tantos uruguayenses que representa esa entrega silenciosa. A sus 38 años se lo puede ver trotando en soledad por la Defensa Sur, Isla del Puerto o en la vegetación de Paso Vera. Apasionado por el trail running combina trabajo, paternidad y entrenamientos intensos con un objetivo claro: llegar siempre un poco más alto, más lejos, más fuerte. Como él, muchos atletas de la ciudad se preparan para competir en escenarios imponentes como la Patagonia, Córdoba, Tilcara o incluso Chile. En esta entrevista, Guillermo comparte su historia: de los primeros trotes en la ciudad al sueño de correr el Ultra Trail del Mont Blanc en los Alpes. Una charla sobre esfuerzo, disciplina, camaradería y esa vos interior que solo conoce quien alguna vez sintió que en la montaña —como en la vida— no hay opción más que seguir. -¿Qué tiene correr en la montaña que lo hace especial? – La montaña de por sí ya tiene su encanto natural, es algo hermoso, por algo toda ciudad que tienen montaña tienen mucho turismo porque es el atractivo natural, ya sea para correr, para caminar, para hacer trekking, para escalar, para hacer bici, moto, todo lo que fuera. Para mí es algo hermoso, no sé si te podría describir con palabras lo que le genera uno, yo cuando corro una montaña me siento libre. Es la conexión de uno con la naturaleza, con la tierra con lo natural. ¿Y el Trail que tiene para vos? En el trail se comparte mucho. Por ahí te toca ir solo corriendo durante kilómetros o te toca ir con un colega que encontrás y capaz que ni siquiera lo conoces, pero te ponés a hablar y estás compartiendo la disciplina y compartís de dónde es y por qué corre, hace cuánto y a quién conoce y capaz es amigo de otro corredor que tuviste en otra carrera y ya te invita a que vayas a participar de alguna prueba en su ciudad. Hay mucha camaradería. Si uno se cae, no vas a seguir, por más que vayas peleando el primer puesto, frenás, lo ayudás, si ves que está bien, seguís, y si no, bueno, tratás de solucionar en el momento. Pero nadie te va a dejar tirado, eso es lo que tiene el trail a diferencia para mí con las carreras de calle. – Seguramente no empezaste corriendo carreras de aventura o Trail ¿cómo fueron tus inicios? – Arranqué en 2017. Comencé a correr por la ciudad, vivía por Aitana y corría hasta el Parque de La Loba, hacía unos ejercicios y volvía corriendo al trote. Siempre era como para hacer algo y no estar tan sedentario. Después empecé a hablar con un amigo que corre, Jorge Pérez Romero. Él ya estaba corriendo, empecé a ir a verlo en el Circuito de maratones de la ciudad. Un día me invitó, medio que me incentivó y me inscribí en una de las maratones que hizo Gendarmería. Ahí creo que corrí mis primeros diez kilómetros. Hice tres o cuatro carreras ese año. Jorge ya tenía más experiencia en carreras de montaña y me acuerdo que me dijo “cuando corras una de montaña no volvés más a las de calle”. A los meses hizo una carrera el club Achirense y corrí por primera vez una de aventura, denominada “cross country”, es entre los campos, había que pasar alambrados, lagunas, arroyos y quedé fascinado. El resultado fue bueno porque no era tan tanto correr sino que era más de destreza y yo tenía agilidad para eso entonces me fue bien y ahí ya me entusiasmé. Corrí en Concordia, en La Aldea y le agarré el gustito. Lamentablemente dejé un año y medio más o menos por problemas personales y en 2019 volví a entrenar. Fui a un gimnasio y había unos pibes que se estaban preparando para ir a correr una carrera a Córdoba y faltaban 25 días algo así, así que bueno me invitaron. Cuando conocí lo que era correr en montaña dije “no quiero otra cosa”. En 2019 hice dos carreras más, una en el 2020 y nos después nos agarró la pandemia. En el 2022 le metí con todo, ya con un entrenador muy bueno como Nahuel Luengo y prácticamente una vez por mes viajaba a una carrera. ¿Cómo fue que decidiste ir por más, no solo participar sino a ir por un puesto importante? – En el proceso de 2020-2021 yo lo conozco a Nahuel Luengo. Un entrenador, profesor de educación física. Yo lo había visto correr y me flasheó. Tiene unas condiciones tremendas, es atleta de elite, estuvo en el seleccionado de trail muchos años y bueno, conozco a él y empecé a entrenar firme, 5 o 6 días a la semana y a cuidar un poco un poco más el tema de las comidas ya tomándolo un poco más en serio. Ahí fue que él me propuso que tenía que ir un poco más seguido a las carreras para que me vaya mejor. Entonces le metí una carrera por mes sacando enero y diciembre porque son los meses más complicados por el tema de las fiestas y el verano. -Cuando estás en una carrera ¿hay tiempo para contemplar el paisaje o los lugares? – Sí, siempre. No te parás a mirar pero en el momento que vas corriendo vas viendo a veces más, a veces menos. Por ahí te toca una carrera que vas a las chapas y no podés contemplar tanto pero siempre se observa. Además en las carreras tenés acceso a lugares que no podés entrar si no pagás para participar de ese evento. Hay lugares que son privados y no podés ingresar si no es por un evento o algo así, entonces siempre ves algo que no ves si no hacés la carrera. – ¿Cómo estás entrenando actualmente? – Hoy en día estoy entrenando solo, con los conocimientos que he aprendido y además hice un curso de introducción al entrenamiento de trail running que me sirvió mucho. Hago un entrenamiento duro pero se vuelve una rutina porque ya es parte de mi vida, del día a día. Generalmente son de 5 a 7 días de entrenamiento, previamente a una competencia son menos días, se descansa más. Pero para hacer un buen papel en la montaña hay que entrenar, no hay otra. Los entrenamientos son de una hora o dos, se puede combinar con bicicleta, con gimnasio también para fortalecer, pero básicamente es correr, hacer pasadas. Trabajo la altimetría para simular un poco la montaña, a veces parezco un loco haciendo dos o tres horas de subida y bajada en la Defensa Sur. ¿Cómo encontrás la motivación para entrenar en días que son los mejores, ya sea desde lo personal o lo climático? – Hay veces que uno viene con carga de entrenamiento, mucha carga de laburo, más la vida personal de uno. Yo soy papá y también a veces me conlleva tiempo y dedicación. En esos días la motivación para entrenar es saber que hay que entrenar, para mejorar, que hay que entrenar para no sufrir después en la montaña, porque uno va y quiere pelear ahí adelante siempre. Me gusta correr las carreras ahí adelante con los colegas que están siempre en las primeras posiciones; entonces uno encuentra la motivación en eso. Se hace más difícil para uno que entrena solo, los días grises, los días que hace frío, los que terminaste cansado de laburar y bueno, hay que apretar un poco los dientes, cambiarse y salir a entrenar. Creo que para la pasión uno siempre le encuentra el lugar, el momento y la fuerza la saca de ahí. Hay que tener disciplina y constancia y motivación. . ¿Qué tomás del trail para la vida? -El ir para adelante… creo que cuando estás en la montaña hay momentos que no das más porque la trepada te comió las piernas y hay que seguir porque quedan kilómetros hay que pelearla y batallar y creo que es como la vida misma, un poco de cada cosa, o sea, lo tomo de la vida para el trail y del trail para la vida. ¿Cómo te bancás enconómicamente para las competencias? – El presupuesto es neto de mi bolsillo, no hay otra. He hecho rifas, he vendido pizzas, de todo. aPor suerte siempre Ana, mi compañera , está dándome una mano. Con el paso del tiempo me he hecho un poco conocido y en alguna que otra carrera me invitan. El costo de las inscripciones es bastante alto entonces por ahí se complica a veces para poder costear todos los gastos. – ¿En qué pensás cuando corrés? – Y he pensado un montón de cosas, porque no es solo ir y correr. Tenés que ir cuidando el tema de la hidratación, cuándo se usan geles de rehidratación porque todo lo que uno va perdiendo hay que ir reponiéndolo. También hay que pensar en la hidratación, cuánto falta para el puesto, qué voy a comer, qué necesito, cómo me siento, si aprieto, no aprieto, si va otro adelante cerca como para no ir solo, por momentos no vas solo y va charlando con otro, compartiendo historias de vida, un poco eso. Y cuando estás solo es estar maravillado por el lugar, por mirar donde estoy. A veces cuando vas llegando al lugar el día previo a la carrera decís “¿hasta ahí tenemos que subir?” y después cuando estás ahí arriba decís “pucha, lo que puede lograr el ser humano cuando se lo propone”. -¿Cómo es un día habitual de entrenamiento? – Hay días que me levanto a las 6 de la mañana, salgo de trabajar a las 12, entreno a la siesta como algo rápido para que me haga bien la digestión y salgo a las 14 a entrenar para las 15:30 a estar listo un baño y al laburo de vuelta hasta las 20. A veces necesito descansar a la siesta y a la nochecita hago un entrenamiento, por ejemplo voy a la Isla del Puerto. Cuando tengo más tiempo me voy para el lado de Paso Vera, me gustan mucho los lugares naturales y no correr tanto en el asfalto. ¿Cuáles competencias se te vienen? – Estoy preparando para junio correr Turmalina, en La Falda. Es una carrera muy linda que ya he participado en otras ediciones. Después por segunda vez me pude inscribir en Vulcano Ultra Trail que es una carrera que se hace en Chile en el volcán Osorno, que ahí voy a correr 50 kilómetros con 3.500 de denivel positivo, una carga muy dura y desafiante. En noviembre me voy a Los Hornillos, Córdoba a correr 37 kilómetros, posiblemente en septiembre me inviten a Jujuy nuevamente, así que podría llegar a ir a Tilcara. En agosto tenemos acá el Rocha Trail Running en Villa Elisa, que es una organización que se ha puesto mucho las pilas. En septiembre creo que hay otra que está organizando Flor Cabrera en La Aldea y bueno me quedaría octubre que ver que puedo llegar a conseguir y julio que están descubiertos pero bueno viendo a ver que opción puedo llegar a conseguir para correr. – Por una cuestión natural o biológica si se quiere, va a haber un momento en que ya no puedas bajar un tiempo y hacer un recorrido tan largo. ¿Pensás en eso? ¿Cómo manejás lo de llegar a un techo? – Y en lo generacional no pienso, siempre me creo joven, seguramente algún día me va a caer la ficha. Creo que cada etapa tiene su fuerte, yo antes era un poco más fuerte en el tema de velocidad, hoy me he hecho más fuerte en resistencia. Mi idea mía a futuro es combinar las dos cosas, todavía estoy bien, estoy joven. Hoy en día ha crecido un montón la actividad del trail running y todos entrenan para competir. Los jóvenes están muy fuertes porque antes no había tantos, hoy en día todos empiezan y quieren estar ahí adelante compitiendo, peleando, batallando y uno tiene que entrenar y ponerse fuerte para poder dar batalla. Yo desde que corro y entreno para competir nunca dejé de estar entre los primeros diez, hay carreras que me toca estar entre los primeros cinco. A veces me ha tocado ganar, otras veces me ha tocado salir segundo, pero nunca llegué más del puesto número 10. Entonces uno va queriendo pelear eso, de no perder eso y bueno, se sabe que para poder estar entre los primeros días hay que entrena, hay que sacrificarse. – ¿Cuál fue el lugar más lindo que te ha tocado correr? – Creo que el lugar más lindo para correr es la Patagonia Argentina, me tocó correr del lado de Chile y es hermoso. Si bien el norte es precioso por ahí es más amable el terreno de la Patagonia, es un suelo más blando y por los paisajes también pero bueno, todo lugar creo que tiene su encanto. – ¿Hay un lugar con el que soñás ir a correr? – Mi deseo sería poder correr la UTMB, que es la Ultra Maratón de Mont Blanc, se realiza en tres países ahí en el corazón de los Alpes, Suiza, Francia e Italia. La sede en Chamonix y es el evento más grande de trail running del mundo corren más de 10.000 corredores. -¿Qué le dirías a un corredor que no se anima al Trail? – Le digo que se anime, pero que se prepare porque no hay vuelta atrás. Después que probás correr en un entorno natural y tan lindo como es la montaña, yo creo que no hay vuelta atrás. Que entrenen y que respeten los procesos. Hoy puede ser que muchos de los que se inician ya quieren correr una ultra o saltan de correr 10 kilómetros a querer correr 60 o 100 y por ahí creo que está más bueno ir disfrutando de cada distancia.
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