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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/05/2025 22:40
Estefanía Pasquini expresó su sueño de ampliar la familia junto a Alberto Cormillot, mostrando gratitud por convertirse en madre La nutricionista y esposa del reconocido médico Alberto Cormillot, Estefanía Pasquini, sorprendió a sus seguidores al hablar abiertamente sobre su deseo de volver a ser madre. En una ronda de preguntas con su comunidad de Instagram, abordó sin filtro temas vinculados a su maternidad, su relación de pareja y su experiencia personal frente a las críticas. La interacción con sus seguidores ocurrió el domingo por la noche, cuando habilitó una caja de preguntas en sus redes. Entre decenas de consultas, una llamó especialmente la atención: “¿Te gustaría darle un hermanito a Emilio o Adro se pone celoso?”, le escribió un usuario, en alusión a su hijo y su perro. "Amaría tener otro", respondió Pasquini al ser consultada por sus seguidores sobre la posibilidad de un segundo hijo La respuesta fue inmediata y contundente: “Amaría tener otro”, aseguró. “Emilio siempre dice ‘¿y si compran otro Emilio?’”, agregó divertida. Además, se mostró agradecida por haber podido ser madre: “Agradezco haber podido tenerlo a él”, expresó. El hijo de la pareja, Emilio, tiene tres años y nació cuando Cormillot tenía 83. En redes sociales, Pasquini compartió cómo cría a su hijo Emilio con límites saludables, evitando el castigo físico En el mismo ida y vuelta con sus seguidores, la nutricionista también se refirió a la forma en que educa al menor. Ante la pregunta sobre si su hijo crece en un entorno de libertad total o con reglas, respondió con claridad: “Es un niño. Si no le pongo límites hoy, el día de mañana se los pone la vida y no va a entender nada”. En este sentido, la madre hizo una diferenciación explícita entre los límites saludables y la violencia: “Ojo, límites que no es lo mismo que andar rompiendo los huesos por cualquier cosa”, dijo, echando por tierra toda idea de castigo físico o disciplina desmedida. La diferencia de edad entre Estefanía Pasquini y Cormillot no impidió que desafíen estereotipos con su sólida relación Aunque el foco estuvo puesto en su deseo de tener otro hijo, el contexto no es menor. Estefanía Pasquini tiene 39 años y Alberto Cormillot, 86, una diferencia de edad que dio que hablar desde que oficializaron su relación. Sin embargo, mostraron que, juntos, logran desestimar los estereotipos. Ambos comparten la crianza de Emilio y se involucran en sus actividades profesionales. Además de referirse a su rol de madre, Estefanía también abordó las críticas recibidas en redes sociales y las inseguridades físicas con las que convive, a pesar de ser nutricionista. Le preguntaron cómo hace para que los comentarios negativos “le resbalen”, y su respuesta fue directa: “Pienso... ‘¿Qué sé yo quién es esta persona que me está escribiendo?’, ‘¡qué mal que debe estar para venir a tirar mala onda a alguien que no conoce y no le hace nada!’… Y se me pasa... Porque veo que yo no tengo la necesidad de hacerlo, que su vida verdaderamente debe ser una m...”. Pasquini enfrentó críticas negativas y explicó su enfoque para no dejarse afectar por comentarios hirientes en redes sociales Además, la profesional de la salud relató que hubo etapas en las que se sintió “fea, gorda y sin ganas de cambiar”. Según relató: “Miles de veces me quedé sin salir por eso, sin querer conocer a alguien, queriendo hacerme lo que sea con tal de ver mi cuerpo distinto, queriendo tomar lo que sea para bajar, buscando magia”. La nutricionista reveló detalles íntimos sobre sus inseguridades físicas y cómo logró superarlas con el tiempo Luego, continuó relatando un verdadero testimonio de fortaleza. “Subía fotos con Photoshop para sentir que me decían cosas, sabiendo aún que era todo una mentira. Bajé, volví a engordar, cuando volví a engordar me odié por haberme visto y sentido bien y aún así tirar todo por la borda”, continuó. Finalmente, cerró su experiencia personal dejando ver cómo dejó de lado sus inseguridades: “Cuando tenía atracones me quería quedar encerrada y ni ir a trabajar del malestar que sentía. Era como una resaca de comida lo que tenía. Pasé por muchas hasta lograr un equilibrio y además entender que sea el peso que sea, mis valores pasaban por otro lado”, cerró.
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