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  • Van a hacer 3 años que pagó su casa, pero la empresa sigue sin darle respuestas: “son los ahorros de mi vida”

    Gualeguaychu » El Argentino

    Fecha: 12/05/2025 08:42

    Jonathan Leiva, al igual que decenas de personas de diferentes puntos del país, abonó los ahorros de toda si vida para tener su propia vivienda, pero desde la firma Montreal Viviendas S.A. sólo le ofrecen excusas. “Quiero mi casa o que me devuelvan el equivalente a la plata que yo pagué”, expresó. Lunes, 12 de Mayo de 2025, 7:54 Por Luciano Peralta Van a hacer 3 años que pagó su casa, pero la empresa sigue sin darle respuestas: “son los ahorros de mi vida”. “Una docente reclama hace dos años que le entreguen una casa prefabricada”; “Una empresa de viviendas santafesina denunciada por estafas en Córdoba”; “Denunció a empresa de construcción de casas: pagó 16 mil dólares y fue estafada”; “Pusieron casi un millón de pesos por su casa, pero todavía la están ‘esperando’". Los títulos se repiten cuando al googlear Montreal Viviendas S.A. en internet. Si bien los casos son diferentes, todos comparten una característica: el incumplimiento del contrato firmado. En algunos casos, los afectados recibieron su casa prefabricada luego de reclamos públicos o, incluso, demandas judiciales, otros pagaron parcial o totalmente el valor de la vivienda y nunca recibieron nada. Este es el caso de Jonathan Leiva que, si bien nació en Buenos Aires, toda su familia, incluidos sus padres y sus abuelos, son de Gualeguaychú. Desde siempre su idea fue asentarse en Gualeguaychú, vivir en la ciudad y trabajar de lo que sabe hacer. Jonathan es chef y había proyectado comenzar con su emprendimiento gastronómico en su propia casa, pero se cruzó en su camino con la firma Viviendas Montreal S.A. y todo se complicó. En diálogo con EL ARGENTINO, contó: “Con la intención de venirme a vivir definitivamente a Gualeguaychú, para trabajar de lo mío, empecé a buscar empresas de casas prefabricadas y me decidí por esta, por Viviendas Montreal, porque era conocida, porque tenía mucha publicidad en las redes sociales y en los diferentes medios de comunicación, eso hizo que me genere confianza. Me acerqué a la sucursal de Campana en agosto del 2022 y la primera entrega de dinero la hice el 30 de septiembre de ese mismo año. Posteriormente, hice dos pagos más y ejecuté un gran porcentaje de la totalidad de la casa, que contemplaba dos habitaciones, un living-comedor, la cocina y dos baños”. Hace casi 3 años atrás, Jonathan desembolsó cerca de 5 millones de pesos para tener su casa, lo que representó los ahorros de toda su vida. “Mucho tiempo tuve dos trabajos para poder ahorrar. De hecho, con el tema de la compra de la casa, me vine a vivir a Gualeguaychú, a la casa de mi abuelo, porque él había sufrido una ACB y vine a cuidarlo. Afortunadamente, pude trabajar de home office todo ese tiempo. Fueron momentos complejos, durante algunos meses no me pude abocarme a seguir los reclamos sobre mi casa, porque tenía que cuidar a mi abuelo, que tuvo un segundo ACV y después terminó falleciendo. Fueron momentos de mucha angustia”, remarcó el joven chef. Por contrato, la empresa tenía 115 días hábiles para hacer entrega de la vivienda (todo esto está documentado), pero, como en muchos otros casos, ese plazo nunca se respetó. Jonathan tendría que haber recibido su vivienda en septiembre del 2023. Pero no fue así y, cuando se cumplió ese plazo, se comunicó con la firma, desde donde le informaron que habían cerrado los calendarios, tanto para el steel frame (estructura de metal, durlock y revestimiento de ladrillo) como para la construcción en madera (los dos modelos ofrecidos entonces). Y que para las casas de steel frame volverían a abrirse en abril del 2024. “Para ese momento me puse a juntar el dinero de la contra entrega, que era un monto que debía pagar cuando ellos me entregasen e instalasen la casa, además de juntar plata para el flete, que era a cargo del cliente. En abril me vuelvo a contactar con la empresa y me preguntan si ya tenía la platea lista, porque la platea de la casa estaba a cargo mío y tenía que tenerla resuelta para cuando vengan a instalarla. Yo ya me había ocupado de contratar un albañil, de construir la platea con las dimensiones y las características que ellos me habían informado, en tiempo y forma”, relató. Fue en ese contacto que le informaron que, una vez más, no iban a cumplir con lo acordado, que “no sabían si en diciembre del 2024 iban a poder seguir con el calendario” de entrega de viviendas. Las explicaciones que recibía telefónicamente de la sucursal de Campana de la firma eran que “tenían solo una cuadrilla de trabajo”, que “no tenían precio del acero”, que “estaban entregando solo dos casas por mes”, entre otras. Ante ello, en diciembre del año pasado decidió acudir a la Oficina de Defensa del Consumidor de Gualeguaychú, desde donde se pidió una primera audiencia para el 17 de diciembre del 2024, pero los representantes de la firma no acudieron y tampoco respondieron a la notificación. Lo mismo iba a pasar con las dos citaciones posteriores. A través de un número de WhatsApp, lo único que recibía el damnificado eran excusas: que la situación estaba complicada; que la persona que estaba encargada del área de Fábrica había sido desvinculada; que la persona nueva recién empezaba y no tenía las herramientas ni la información suficiente para asesorarlo, etcétera. En septiembre próximo se cumplirán tres años de que debería haber recibido su casa. En búsqueda de ayuda, además de asesorarse con un abogado, Jonathan conoció un grupo de Facebook de personas que habían pasado situaciones similares con la compra de viviendas prefabricadas. A partir del cual se sumó a un grupo de Whatsapp, pero sólo de damnificados de la firma Montreal. “En febrero de este año, se contactaron conmigo para informarme que había fallecido el dueño de la firma. Aunque otros damnificados ya me habían informado que el dueño, José María Navas Bernal, había pasado todo a nombre de su padre”, relató el joven de Gualeguaychú que, al día de hoy, pese a haber pagado cerca de 5 millones de pesos en el año 2022, de su vivienda no tiene absolutamente nada. Ni noticias. “Quiero mi casa o que me devuelvan el equivalente a la plata que yo pagué”, concluyó. “No hay justicia” Erika Patricia Schultz es de Bahía Blanca y también fue clienta de la empresa denunciada. Compró su casa en agosto del 2017 y recién fue entregada recién en mayo del 2018, pero nada fue como lo esperaba. En diálogo con EL ARGENTINO contó que, como el caso de Leiva, fue un proceso muy complejo y angustiante. Dijo al respecto: “no cumplieron con los plazos legales estipulados y cuando me la entregaron la casa estaba incompleta. El albañil que me enviaron no era de la empresa, nunca se hizo presente nadie de la empresa, las estructuras estaban mal armadas. Cuando me di cuenta que estaban haciendo todo mal y que no era lo que me habían prometido, frené la obra y recurrí a la justicia”. En este sentido, relató: “Estuve como cinco años con la casa parada, sin tocar nada. Fuimos a juicio y lo gané, eso fue en el 2022. Pero cuando fuimos a cobrar lo del juicio, supuestamente no tenían nada, no había nada para cobrar. Yo he hablado con mucha gente, con periodistas, funcionarios e, incluso, con jueces federales, pero estamos atados de pies y manos en este tema, no hay justicia para estas cosas. El mecanismo es siempre similar para los que somos estafados, hay mucha gente que pasó por lo mismo, mucha gente pagó la casa y no le dieron nada”, indicó la bahiense que, luego de mucho tiempo de desgaste emocional y gasto económicos, terminó desarmando la estructura y volviéndola a armar por su cuenta, obviamente, haciéndose cargo de todos los gastos y sin respuesta alguna de Viviendas Montreal S.A.

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