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» Comercio y Justicia
Fecha: 12/05/2025 08:05
Por Luis Esterlizi (*) Sátrapa: se refiere a una persona que gobierna de forma despótica, abusando de su poder y mostrando ostentación. Artificioso: falso, ficticio, artificial. “El artificioso tinglado se vino abajo con estrépito”. Engatusar: en Argentina, significa persuadir o ganar la voluntad de alguien mediante halagos, engaños o cualquier otro medio para lograr un objetivo. Es un verbo coloquial que implica un comportamiento astuto y a veces engañoso. Fracaso del artificioso plan presidencial Como introducción, Héctor Giuliano -licenciado en administración y finanzas, experto en deuda pública y externa, nos dice: “El FMI reconoce en el nuevo acuerdo firmado con Milei, que la deuda de Argentina es prácticamente impagable. Estos avatares pasan también en los países, en las administraciones como en los organismos internacionales como el FMI, donde mucha gente no quiere quedar pegada con las improlijidades que en este caso el Fondo ha cometido. Se produjo con el salvataje que le concedieron a Macri y ahora con el salvataje a Milei. La cantidad de dólares que ha contraído es de 44.000 millones de dólares, no a desembolsarse en forma inmediata. Veinte mil millones de dólares del FMI, US$12.000 millones del Banco Mundial, US$10.000 millones del Banco Interamericano de Desarrollo, US$2.000 millones en préstamos con garantía de títulos y se habla de otros que se están gestionando de US$4.000 mil millones más. Esto nos está diciendo que, en un año y cuatro meses, Milei ha contraído lo que Macri obtuvo en dos años que lo llevó al fracaso. Por lo tanto Milei ya fracasó ya que tuvo que recurrir a estos más de 40.000 millones de dólares para sostener su artificioso plan de ajustes salvajes sin haber logrado en forma categórica el déficit cero ni terminar definitivamente con la inflación. Un segundo plan de ajuste Por lo tanto, Milei impone un segundo plan de ajuste, pero esta vez a las provincias y municipios e incluso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), para que bajen sus impuestos y quiten todos los subsidios posibles, generando las primeras reacciones en el transporte urbano de Buenos Aires, que -indudablemente- repercuten negativamente sobre la población en general que utiliza dicho servicio, agravando la pérdida del poder adquisitivo, que le impedirán tratar de vivir dignamente. Pero este presidente anarquista de mercado no manifiesta ninguna molestia por tener que prolongar el tema de la inflación ya que vuelve a prometer que ésta se acabará finalmente a mediados del año que viene. Con esto les está diciendo a los argentinos que aún el ajuste no terminó porque en todas las provincias, intendencias, municipios e incluyendo a la CABA viven los más de 40 millones de argentinos, que seguirán siendo víctimas de estos artificios financieros, cuando también: “El Mercado sospecha de la mano del Gobierno en la baja del dólar a $1.130 (La Voz del Interior, edición del pasado día 9). Como el sátrapa supone que su “éxito” fue conseguido con la firma del acuerdo con el FMI y el explícito apoyo de la directora Gerente de ese organismo, Kristalina Georgieva, para las próximas elecciones, cree tener asegurado de ese modo el cierre del año financiero con buenos volúmenes de exportación en este primer semestre, ya que impuso quitas de las retenciones en forma temporaria hasta el 30 de junio, cuando volvería a imponer mayores aranceles la exportación. Éste es el modo de gobernar, mediante continuas imposiciones y amenazas a todo el espectro del campo y a todos los argentinos, ya que ningún poder le pone límites y todos deben caer bajo el peso de sus artificios, sobre todo cuando más necesita de dólares para sostener su artificioso esquema financiero. Elecciones que no entusiasman al pueblo En primer lugar, pensamos que, con las elecciones de segundo término, será imposible superar la tremenda situación de extrema gravedad en lo político, económico y social que hoy padecemos. Y aunque muchos argentinos creen que con nuestro voto cumplimos con el derecho constitucional y ser democráticos, terminamos dándonos cuenta de que somos vilmente utilizados para su planes e intereses personales. Debemos admitir que hoy asistimos a una decadencia dirigencial que está totalmente ausente de nuestros desgracias y desvelos y solo nos buscan, muchas veces con prebendas, en aquellos momentos en que se da la pelea constante entre buenos y entenados, entre oficialistas y opositores, entre duros y blandos, entre probos y coimeros, etcétera. Una democracia vacía de pueblo no es una buena señal en cuanto a resguardar su legitimidad. En las elecciones en Santa Fe para elegir a los convencionales para la Reforma Constitucional solo concurrió a votar 55% del padrón electoral. De ese porcentaje 34,61% votó la fórmula del gobernador Pullaro. El PRO obtuvo el segundo lugar con 15,15% y tercero quedó LLA, con 14,11%. El resto fue repartido entre los seis partidos y coaliciones restantes. En definitiva, de un padrón de 2.834.383 electores, sólo votaron alrededor de 1.559.000 ciudadanos. Porque si el entusiasmo del pueblo ha desaparecido o no se lo vé en casi nada, es inútil pensar que podamos verlo feliz y alegre ante la proximidad de un acto electoral, sobre todo porque muchos argentinos viven y sufren lo que no ve, no sufre ni le interesa a Milei: la miseria, la pobreza, la desocupación, la falta de servicios básicos, el cierre de comercios, carnicerías, panaderías, y miles de pymes. Basta de engatusar al pueblo Todo esto sucede mientras él y su ministro de economía dan sus discursos en salones cerrados, frente a importantes representantes de corporaciones financieras, que aprovecharon esta sobrevaloración ficticia del peso y el aumento de tasas de interés para hacer fortunas con lo que popularmente se denomina ”bicicleta financiera” (carry trade). Pero a pesar de todo lo que padecemos de este cavernario, finalmente muchos argentinos comprueban que este nuevo plan de ajuste evidencia que este anarquista de mercado ha blanqueado sus verdaderas intenciones sobre lo que pretende hacer de Argentina. Por eso constituye una persistente amenaza contra los valores y virtudes nacionales, contra el trabajo y la producción industrial, contra la existencia de las pymes, cooperativas y mutuales, universidades públicas y privadas, obligaciones éticas y morales del Estado en salvaguarda de la armonía, equilibrio e integración con justicia social . Su denigrante interés está puesto en convertir a Argentina en una colonia de los imperios y que le importa trabajar sutilmente sobre la juventud para que sueñen y vivan pendiente de conductas adictivas tales como apostar en la ruleta financiera, gozando del placer de ganar dinero sin estudiar ni trabajar. A los que no quiere y no le importa lo que les suceda, es a los pobres, a los humildes, a los viejos y jubilados, a trabajadores, a profesionales y mucho menos a la juventud con capacidad y voluntad de ser parte del avance tecnológico y habitante privilegiado de un país que tiene todo lo que se necesita para ser una auténtica Nación. Por eso, quienes formamos parte de la sociedad argentina nos vemos completamente ignorados y bajo la amenaza constante sobre qué tipo de ajuste o maltrato nos volverá a someter para demostrar su odio ya que ese odio forma parte de su ADN y, de allí, sus ajustes salvajes. Estoy convencido que su odio también se debe porque disiente con el contenido y sentido de nuestras luchas para ser libres y soberanos y también por desconocer nuestra auténtica historia, ignorar nuestros principios, desvalorizar nuestras costumbres y hábitos que nos distinguen como un pueblo solidario, luchador y defensor de la auténtica libertad y justicia social y porque ignora que los pueblos son eternos y que unidos y organizados son capaces de enfrentar y vencer a los déspotas y dictadores, como los argentinos ya lo hicimos en otros momentos de nuestra historia. Mientras los gobernantes deben tener presente que sus mandatos son transitorios y a veces circunstanciales y que muchos de ellos nos han valorado por lo que somos y por lo que nos proponemos ser. Por eso como sátrapa, que es lo que este Gobierno nacional ha demostrado ser, jamás podrá vencernos en nuestra fe, en nuestras convicciones y nuestros ideales de libertad, independencia y soberanía, ya que no nos preocupa el tiempo ni las generaciones que nos imponga esta lucha. Esta comunidad está preparada para resurgir entre las miserias impuestas y hacer nuevamente de este país una gran Nación. (*) Ex ministro de Obras Públicas de la Provincia de Córdoba
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