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» La Capital
Fecha: 11/05/2025 17:36
Lucila Astesana comenzó a escribir desde niña, primero como un juego y luego como una forma de catarsis para sus problemas. El 8 de marzo Lucila Astesana cumplió 17 años y algo más de un mes después, el 11 de abril, presentó en sociedad su primera novela publicada. Se trata de “Todos Malditos”, “una historia de amistad, de locura y de amores que salvan, de princesas redentoras, de persecución, de traiciones, de mundos mágicos en guerra”. El eje del relato navega por un mundo fantástico de llaves doradas que llevan a universos escondidos y que comenzó a tomar forma durante el 2020 , en plena pandemia, cuando Lucila tan sólo tenía 12 años. Lucila vive en Sastre y es hija de Silvana y Alfredo y hermana menor de Angelina. Actualmente cursa el 5º año en la Escuela de Educación Secundaria Orientada Particular Incorporada Nº 8080 “Juan Bautista Alberdi”, en la cabecera del departamento San Martín. Desde pequeña su mamá -docente de nivel inicial- le inculcó el amor por la lectura y la escritura. Para conocer más sobre la joven autora cuyo trabajo literario inauguró la “Colección adolescentes” de la editorial santafesina 400 golpes -que es parte del stand de la Provincia de Santa Fe en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires-, La Capital dialogó con Lucila quien, con un poco de timidez y pidiendo no ser fotografiada, fue contando su historia en el mundo de las letras. –Empezó todo como un juego cuando era chica. Me la pasaba escribiendo, pero no como algo serio, sino para divertirme. –¿A qué edad empezaste a escribir cuentos, a notar que te gustaba contar historias? –A los 11 o 12 años y ahí es cuando empecé a escribir esto que hoy se publicó. Primero era un cuento y después lo fui alargando y bueno, llegó a ser una novela. –¿Cómo fue que te surgió la idea? –Encontré unas llaves muy viejas en el quincho de mi casa que estaban un poco sucias. Entonces las limpié un poco y descubrí que eran doradas, ¡Guau! Y se me ocurrió empezar a escribir una historia en base a eso. Surgió la idea que un grupo de chicas encuentra esas llaves y de allí se desarrolla la trama. –¿De qué trata la historia de “Todos Malditos”? –Empieza con el descubrimiento de las llaves y después aparecen los conflictos. En todo ese transcurso de cuando encuentran las llaves, las chicas descubren otro mundo y todos los otros reinos que hay en ese planeta. O sea, esas llaves abren un portal a otros mundos. Lucila Astesana 2.jpg –¿Cuántos personajes tiene la novela? ¿Muchos, no? –La protagonista es Isabela y también están sus amigas Roxana, Luz y Andrea. Pero además hay muchos otros personajes que comienzan siendo de una manera y terminan de otra, en realidad nadie es quien es. – Como dice la contratapa: “Nadie es quien es, hay entre todos un sueño profundo de distancia. Entre todos, los que existen y los que han existido. Todos inconfiables, extraños, feroces, divisibles. Todos malditos”. –Sí, es un conjunto de personajes que van cambiando a través de la historia. Cambian de nombres y de formas. –En la presentación del libro en la Biblioteca Popular San Martín de Sastre, la editora, Silvia Beltrán destacó tu gran poder de imaginación y que no cediste en cuanto a los cambios que te proponían para los personajes. –Por suerte logré que respetaran mis ideas y que cada personaje fuera lo más parecido a lo que yo me había imaginado. Obviamente hubo correcciones y aclaraciones de cosas que yo pensaba sobre ellos, pero que no estaban explicadas en el texto. Pero se mantuvieron como yo los imaginé, incluso con los cambios de nombres que quería. –¿Cómo surgió esto de pensar en publicar una novela en plena adolescencia? –Fue mucha suerte y gracias a la Biblioteca San Martín. Porque cuando hicieron la primera feria del libro acá, estuvo la gente de la editorial y decidí presentarle el libro. Lucila Astesana 5.jpg –¿Y qué pasó luego? Le mostré dos trabajos en realidad: esta novela y el otro que eran todos poemas y micro relatos. Les entregué el escrito a finales de 2023, y como no tenía noticias les insistí preguntando si les gustaba alguna de mis ideas. Al principio no estaban tan convencidos porque nunca habían trabajado ni con adolescentes, ni con el género fantasía. Es una editorial nueva. Hicieron una lectura del libro junto con un equipo donde también se incluyó una persona que tiene conocimientos del rango etario adolescente, para ver si era un libro que tenía impacto, si era viable. Así que con el apoyo de mi familia se imprimieron los primeros 50 ejemplares. Escritura joven –¿Cómo fue el momento en que te avisaron que publicarían tu libro? –El año pasado, justo en la semana que me quebré el peroné y los ligamentos del pie, recibí la llamada de la editorial y tener esa noticia me ayudó mucho a superar la situación. Ese día Silvia Beltrán me llamó y yo le conté, “Mira, me quebré.” Y bueno, trabajar con ella en ese momento me sirvió mucho para que no la pase tan mal estando todo el tiempo en cama. –¿Cómo fue el proceso de estructuración del libro? ¿Hubo contratiempos? –Desde la editorial me mandaban algunos capítulos para que los lea y diera el okey, porque yo no quería que cambiaran cosas o que lo editaran demasiado. En ese momento me di cuenta de que en el archivo que les mandé no estaba el final de la novela. ¡No sé qué cosa toqué en el Word y desapareció al final del libro! Por suerte tenía una foto de la página y no tuve que volver a escribirlo. –¿También colaboraste en el diseño de la tapa? –Sí. También participé en el diseño de tapa, que significó un cambio en el estilo que tiene la editorial. Yo había hecho los dibujos de cada uno de los personajes, entonces tuve un par de reuniones virtuales con Victora Tolisso que fue la ilustradora a quien le mostré mis carpetas con dibujos y la idea que tenía para la tapa. Por ejemplo, mi idea era poner el portal y que la protagonista que es Isabela se caiga del portal. Lucila Astesana 6.jpg –Se dice que no hay que juzgar un libro por la portada, pero en este caso, es un ingrediente que llama la atención. –Sí, el color verde tiene impacto. Llama la atención y es distinto a la estética de los otros libros de la editorial. La dibujante leyó el libro y supo interpretar mi idea y quedó hermosa. En mi caso compré muchos libros sólo porque me interesó el diseño de la tapa, sin conocer el contenido. Cuando son ediciones más baratas la tapa no es tan linda, pero creo que es un factor importante que llame la atención para atraer al lector. –¿De dónde te nutrís para obtener ideas e inspiración? –Leo mucho y también miro muchas series. Me gusta el animé y me gusta generalmente los libros que son de fantasía, batallas, guerras. Aunque nunca leí la saga Harry Potter, ni Crepúsculo, no me interesa... Principalmente empecé a escribir después de ir leyendo varios libros. Me gusta mucho Laura Gallego García. Mi mamá nos inculcó a mi hermana y a mí la lectura. Tenemos muchos libros en casa. También duermo mucho y suelo tener todos sueños muy raros que uso como fuente de inspiración. –¿Te gusta escribir sólo dentro del género fantástico? –Me siento más cómoda en el fantástico. Me cuesta más escribir cosas como un policial, por ejemplo; tengo que pensar mucho y no me da mucha gana (risas). El fantástico está bueno porque vuela la imaginación. Porque, de hecho, hay muchos mundos ahí. –Dijiste que empezaste a escribir como un juego ¿Qué estaba pasando en ese momento, qué año era? –Fue en el 2020, en la pandemia. Fui poniendo cosas que yo pensaba que estaban buenas, pero si leo ahora lo que escribí hace que 4 años me da pena (risas). Pero bueno, cada vez que lo releía, lo volvía a escribir, luego lo imprimí, lo anillé y me pareció que el libro estaba terminado. Pero al año siguiente me puse a escribir de nuevo y le agregué más capítulos. Lucila Astesana 4.jpg Escribir para superar problemas –¿Cómo y cuándo escribís? ¿Tenés una rutina? –En todo momento. Todo el día. A veces a la madrugada. Mi psicóloga me dice que tengo una buena forma de expresar las cosas que siento, escribiéndolas. Escribir es como una terapia que me ayuda a solucionar conflictos poniéndolos en palabras. O sea, siempre me gusta crear cosas nuevas. Muchas veces la escritura a me ayudó a superar muchos problemas en toda la adolescencia. Principalmente cuando escribía microrrelatos o cuentos era la mejor forma que tenía para desahogarme. –Cuando hablás de escribir hacés un gesto con la mano ¿Escribís a mano o en la compu? –Escribo a mano, en letra imprenta minúscula, aunque no es muy linda. Tengo cientos de cuadernos. Me encanta comprarme libretas y cosas de librería. Necesito escribir primero mis ideas a mano, explicando toda la situación de cómo lo puedo plasmar en el libro y después trato de ponerlo en palabras. Me gusta que cada personaje tenga una perspectiva, o sea, que se vea lo que siente ese personaje. No me gusta narrar en tercera persona. Todos los personajes narran algo de lo que pasa en la historia. Así me gusta más porque siento que le da más misterio. Porque ese personaje a lo mejor no sabe la intención que tiene el otro, en cambio el narrador en tercera persona ya sabe lo que va a pasar. Una vez que cierro la idea lo paso en limpio a la compu. Si no tengo papel y se me ocurre algo grabo un audio en el celu y luego lo paso al papel. –Cursás 5º año. ¿Estás pensando si el año que viene vas a hacer algo relacionado con la escritura?¿Te querés ir a estudiar a algún lado, o no tenés ni idea? -No estoy muy segura de qué hacer todavía. La idea de estudiar Letras o algo así me copa pero no sé si voy a ser tan buena... –Bueno, pero ese es el miedo que tiene todo el mundo cuando se va a estudiar... ¿En lo inmediato, hay algún relato en el que estés trabajando? –Siempre estoy escribiendo algo. Lo empiezo, lo dejo a la mitad porque a lo mejor no me gustó y digo, bueno, en otro momento por ahí vuelve a despertar. Tengo muchas historias que había empezado y dejé inconclusas y muchas están relacionadas con “Todos Malditos”. –¿Por qué “Todos Malditos”? Es fuerte el nombre. –En realidad, en un primer momento la novela se llamaba algo así como “Nada de otro mundo”. Pero cuando la llevé a la editorial ya se llamaba “Malditos”. Después, durante las correcciones, me sugirieron agregarle el “Todos” que para que tenga más impacto. –¿Hubo amigos o gente de tu edad que conocían tu relato? –Mi prima Juli que vive en Tostado tuvo que aguantarse audios muy largos donde le iba contando la historia. Ahora el que quiera puede buscar el libro en la biblioteca y leerlo. También mucha gente que vino a la presentación se llevó un ejemplar. –¿Te gusta también el arte además de la escritura? –Sí, con la venta de los libros me compré una tablet para seguir dibujando porque antes dibujaba en el teléfono y claramente no veía nada (risas). Tengo carpetas con dibujos por toda la casa. –¿Quizás también puede ser una punta para encontrar una futura vocación? –Sí, también puede ser una opción para el futuro, aún no lo sé.
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