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» El litoral Corrientes
Fecha: 11/05/2025 14:14
El rechazo a la ley de Ficha Limpia en el Senado puso de manifiesto que la casta está más viva que nunca, a ambos lados de la grieta, y que el gobierno de Javier Milei no se baña en agua bendita. Pero además, agregó un nuevo y grave elemento en la compleja negociación que La Libertad Avanza y el PRO mantienen en la provincia de Buenos Aires para buscar un acuerdo que les permita enfrentar con éxito al peronismo y al kirchnerismo, como lo admitió el mismo Mauricio Macri. El Gobierno había sido bastante remolón para permitir el tratamiento de Ficha Limpia en la cámara de Diputados. Un proyecto que impedía a los políticos con condena por corrupción ratificada en segunda instancia, presentarse en elecciones nacionales. Ya en ese momento trascendía la intención de los libertarios de no impedir una candidatura de Cristina Kirchner, pues apostaban a que la polarización fuese el mejor negocio para ganar las elecciones legislativas y sumar un buen número de representantes en el Congreso de la Nación. Pero no tuvieron más remedio que aceptar su tratamiento y su aprobación, izando la bandera de la transparencia y la lucha contra la corrupción. En ese momento no molestaba tanto que el proyecto tuviese el sello de la diputada macrista Silvia Lospennato. Después de todo, la alianza de LLA con el PRO funcionaba, a los tumbos pero bastante bien, en el Parlamento. Pero todo cambió en el Senado. Cristina Kirchner recibió una ratificación en la Cámara de Casación de su condena a 6 años de cárcel por la causa Vialidad y debió recurrir a la Corte Suprema de Justicia para no ir a prisión y poder presentarse en las elecciones legislativas de octubre. Además, Lospennato se convertía en candidata a legisladora porteña en los comicios desdoblados y Ficha Limpia era una victoria que la Casa Rosada no le quería dar. Encima, el escándalo por el caso Libra -o criptogate- se instalaba en Diputados, y no solo afectaba al Presidente sino también a Karina Milei y a integrantes del Gabinete. Se requería entonces una “mano amiga” que aliviara esta situación. En todo ese escenario, se instalaron muchas sospechas en el Senado y creció la posibilidad de que la ley se modificara para volver a tratarse en Diputados después de las elecciones porteñas. O que directamente sea rechazada, que fue lo que ocurrió el miércoles por la noche, en medio de un escándalo. Los responsables habían dejado los dedos marcados y Misiones quedó en el medio de la polémica. Los senadores Sonia Rojas Decut y Carlos Arce se habían dado vuelta, votando en contra. Esa noche, con Milei a la cabeza, el Gobierno descargó toda la responsabilidad por la caída de Ficha Limpia en el PRO y el periodismo. Todo estaba saliendo a pedir de los libertarios hasta que desde Misiones llegó la noticia que el jefe político de los dos senadores, el exgobernador Carlos Rovira, había admitido que ordenó votar en contra por pedido de Milei. Desde el Gobierno nacional salieron a desmentir rápidamente la versión y cualquier contacto de Milei con Rovira. Fue el propio jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el encargado de defender al Presidente: “No tiene ni el teléfono (de Rovira)”, dijo. Pero en Misiones se instaló la versión de que el pedido no llegó directamente de Milei sino a través de Santiago Caputo, o de alguien cercano al súper asesor. Francos se había asomado al escándalo horas antes cuando reconoció que estaban los votos para la aprobación de Ficha Limpia después de que el propio Milei dijera lo contrario. El tiempo dirá quién tiene la razón, pero lo concreto es que la caída del proyecto de ley deja en superficie olas que benefician a Milei y sus libertarios. Cristina Kirchner podrá ser candidata a legisladora bonaerense o nacional. Su presencia profundiza el enfrentamiento de la expresidenta con el gobernador Axel Kicillof y el peronismo provincial. Y además, Lospennato se quedó sin una victoria política. Lo que se dice una carambola a tres bandas. La propia Lospennato no pudo ocultar su furia y frustración el mismo miércoles. Hasta pensó en renunciar a su candidatura, pero fue convencida por el propio Mauricio Macri para continuar la lucha. Macri también reconoció que lo ocurrido en el Senado hizo más compleja aún la posibilidad de un acuerdo electoral en la provincia de Buenos Aires, donde ya venía complicado porque el PRO quiere una alianza partidaria que incluya también a radicales y Milei solo quiere sumar macristas a las listas de LLA. Habrá que esperar el resultado de las elecciones del próximo domingo en la Ciudad de Buenos Aires para, a partir de ese momento, barajar y dar de nuevo. Milei y su hermana Karina se han pegado a la campaña del vocero presidencial Manuel Adorni para apuntalar su figura, frente a las candidaturas de Lospennato y el opositor Leandro Santoro, que figura al frente en varias encuestas. El domingo también será en el Vaticano la misa que inaugura el pontificado de León XIV. La Casa Rosada ya tiene la invitación para Milei, Karina y una reducida comitiva, como quería el Presidente. Si bien el cardenal Robert Prevost es estadounidense (nacionalizado peruano), lo cual fue una buena señal para Milei, no tiene absolutamente nada que ver con el pensamiento de Donald Trump. Es más, León XIV tomará y desarrollará el legado del papa Francisco en lo referente a la protección de los pobres y los mayores, la promoción del diálogo y la unidad, y la preocupación del cambio climático. Por otra parte, no debe esperar el Presidente un cambio en el discurso de los obispos argentinos, que muchas veces no cae bien en el Gobierno nacional. Ellos también seguirán la línea de Francisco y hasta la profundizarán. Pero a Milei, ese escenario no parece preocuparlo. Está inmerso en el control de la marcha de la economía, del ajuste y la baja de la inflación. Y en buscar enemigos hasta debajo de las piedras. En ese sentido, los periodistas que no tocan la melodía preferida del Presidente son señalados como los culpables de todas las cosas que no le salen bien al Gobierno. Ahora entró por la variante de denunciarlos antes la Justicia por supuestas calumnias e injurias, como hizo con Viviana Canosa, Carlos Pagni y Ari Lijalad. En Balcarce 50 admiten que esas denuncias no prosperarían durante la investigación judicial, pero señalan que el objetivo de Milei se cumple con el solo hecho de llevar a periodistas a los tribunales. Es la señal que quiere dar. Además, Milei eleva día a día el nivel de insultos e insta a un sector de los argentinos a odiar cada vez más a los periodistas, con el riesgo que eso significa. En esto parece superar el enfrentamiento que Cristina Kirchner tuvo, desde sus dos presidencias, con los hombres y mujeres de prensa que no le eran afines. Ahora, Milei volvió a colocar a Cristina donde más la prefiere: en el otro costado del ring electoral, sin importar los costos que deba pagar. TN
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