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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 11/05/2025 14:12
El waterpolo es un deporte con poca difusión mediática y expansión de práctica a largo y ancho del territorio argentino. Su foco de atención -a través de la pantalla de televisión- está en épocas de Juegos Olímpicos o, en menor escala, de Juegos Panamericanos, donde el Seleccionado Nacional, con estructura aún amateur, es protagonista de las diferentes ediciones. En el país, el waterpolo está centralizado en Buenos Aires y Rosario, que no sólo nutren a la Selección Argentina, masculina y femenina, sino cuentan con estructuras acordes para el desarrollo de esta disciplina, tales como natatorios cubiertos y piletas con las medidas reglamentarias. De hecho, la máxima referente de este deporte parecido al hándbol, pero sobre el agua, es rosarina. Se trata de Cora Masip, apodada “La Messi del waterpolo”, quien en la actualidad reside en Gualeguaychú y acaba de impulsar la disciplina en el club Neptunia. Masip, exjugadora y actual entrenadora, vistió durante 17 años los colores de la Selección Argentina y, en 2002, se convirtió en la primera waterpolista nacional en irse a jugar a Europa. Unos años después de su retiro, en 2014, se instaló junto a su familia en nuestra ciudad y comenzó a frecuentar la piscina del club Neptunia para nadar recreativamente. Aunque la pileta local no cuenta con las medidas olímpicas, Cora descubrió que tiene las condiciones necesarias para llevar a cabo la práctica del waterpolo. Después de presentar un proyecto a la comisión directiva del club, su deporte desembarcó en Gualeguaychú, con la novedad de que el viernes comenzaron las clases, obviamente, con ella como profesora. Ahora ElDía se acercó al natatorio y mantuvo una charla con la protagonista, con el fin de conocer su historia como jugadora, el desarrollo de la disciplina en el país, como así también su influencia en el continente y en el mundo, y el arribo a la ciudad. “Mi vínculo con el waterpolo comenzó a los 16 años. Previamente, desde los 5 hasta esa edad, hice natación, y luego, por herencia familiar, me convertí en waterpolista, porque mi padre fue jugador y mis hermanos también lo practicaban. Enseguida tuve la oportunidad de pertenecer a la Selección Argentina, tanto en juveniles como en mayores, allá por 1996-1997. Mientras que, en 2002, tuve la oportunidad de irme a jugar a España y posteriormente dar el salto a Italia”, expresó como carta de presentación personal. Sobre lo que fue su experiencia en el Viejo Continente, profundizó: “Continuar mi carrera en Europa fue un sueño y algo utópico por aquellos años. De hecho, fui la primera jugadora argentina que emigró a Europa. Estuve una temporada en el club español Sabadell y después seis años en Italia, donde jugué profesionalmente en la Liga A1 (Primera División italiana)”. Mientras que, en Argentina, su club fue Sportsmen, de su Rosario natal. Allí se ganó el apelativo de “La Messi del waterpolo”. Sobre el nacimiento de ese apodo, con una sonrisa incómoda, explicó: “Creo que surgió a partir de una nota que nos hicieron en un diario de La Plata. Una de mis compañeras dijo, ‘ella es la Messi del waterpolo’, los entrenadores asintieron y quedó. La verdad que te comparen con Lionel es un gran orgullo porque es el máximo referente de su deporte, el más popular a nivel mundial y quizás, por mi experiencia, yo lo sea como waterpolista en Argentina. Es un halago, pero me da un poco de vergüenza (risas)”, se sinceró. “Creo que surgió a partir de una nota que nos hicieron en un diario de La Plata. Una de mis compañeras dijo, ‘ella es la Messi del waterpolo’, los entrenadores asintieron y quedó. La verdad que te comparen con Lionel es un gran orgullo porque es el máximo referente de su deporte, el más popular a nivel mundial y quizás, por mi experiencia, yo lo sea como waterpolista en Argentina. Es un halago, pero me da un poco de vergüenza (risas)” Consultada sobre el desarrollo de su disciplina en el país, expresó: “El waterpolo argentino está muy concentrado en Buenos Aires y Rosario y, aunque, hay en otras ciudades que también lo practican, es todo muy amateur, lo que se hace muy cuesta arriba para que haya una Liga Nacional que nuclee a equipos de todos los rincones”. En cuanto a los seleccionados nacionales, indicó: “A nivel continental tenemos a Estados Unidos, que es potencia mundial y hace podio en todos los Juegos Olímpicos, así que en relación a ellos todavía estamos lejos. En el plano sudamericano, Brasil fue históricamente el gran dominador, pero en los últimos años pudimos acortar la brecha y ganarle algunos partidos”. En sus 17 años como jugadora de Selección, donde fue capitana y referente, Cora disputó campeonatos Sudamericanos y los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, que fue la primera participación del combinado nacional femenino en la máxima cita del deporte americano, lo que empezó a marcar el crecimiento paulatino del waterpolo en el país. Hoy, a poco más de una década de haber colgado la gorra, el objetivo de la exjugadora rosarina, de 44 años, es enseñar, difundir y expandir la disciplina. Su primera gran semillita la plantó recientemente en Gualeguaychú. Sobre cómo se gestó el proyecto para el desembarco del waterpolo a la institución tricolor, a la ciudad y también a la provincia, explicó: “Cuando arribé acá, empecé averiguar sobre lugares para nadar y me dijeron que Neptunia era la única institución con pileta. Comencé a frecuentar el natatorio y noté que tiene características, como la profundidad de la piscina, para poder desarrollar la práctica. Armé un proyecto, lo presenté en las autoridades y así nació. El objetivo es que la disciplina se puede instalar en la ciudad, porque no había -no sólo- en Gualeguaychú, sino tampoco en Entre Ríos. En el verano tuve la oportunidad de estar en la colonia del club para enseñarle un poco a los chicos de qué iba este deporte, para que se puedan sumar durante el año, ya que al contar con una pileta cubierta se puede empezar hasta en invierno”. “La natación es súper saludable y completa y, a su vez, el plus que tiene el waterpolo es que es un deporte en conjunto, entonces al que le gusta el agua y jugar en equipo lo va a disfrutar. Asimismo, es complejo en el sentido de que tenés que flotar, no podés tocar el piso, tampoco agarrar el rival y se le suma la dificultad de manipular una pelota, pero eso lo hace aún más interesante y entretenido". Sobre las virtudes y atractivos de practicar waterpolo, Masip destacó: “La natación es súper saludable y completa y, a su vez, el plus que tiene esta disciplina es que es un deporte en conjunto, entonces al que le gusta el agua y jugar en equipo lo va a disfrutar. Asimismo, es compleja en el sentido de que tenés que flotar, no podés tocar el piso, tampoco agarrar el rival y se le suma la dificultad de manipular una pelota, pero eso lo hace aún más interesante y entretenido”. Las prácticas comenzaron oficialmente el viernes y las inscripciones aún permanecen abiertas en la secretaria del club para todos los interesados en incursionar la actividad. En principio, está destinada para grupos de edades entre 7 a 10 y 11 a 13 años, aunque el anhelo para el futuro es ampliar el rango porque significaría que la disciplina se asentó y sumó adeptos en Gualeguaychú. ¿En qué consiste el waterpolo? Es un deporte que se juega en el agua entre dos equipos de siete jugadores, incluido un arquero, todos con gorros de colores a juego. El objetivo es marcar goles lanzando el balón (al estilo hándbol) a la portería del equipo contrario, y lógicamente el equipo con más goles al final del partido (que tiene una duración de 32 minutos netos, divididos en cuatro tiempos de 8), se queda con la victoria. El waterpolo suele practicarse en una piscina de 3m de profundidad, de 30,6m por 20m para los hombres y de 25,6 metros por 20 metros para las mujeres, de modo que los jugadores no puedan tocar el fondo.
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