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» Elterritorio
Fecha: 11/05/2025 11:46
Una jornada sobre ganadería organizada por el Inta y la Federación de Asociaciones Rurales y Forestales de Misiones convocó a más de 200 productores en Cerro Azul domingo 11 de mayo de 2025 | 3:00hs. Ganado, pasturas y forestaciones pueden brindar múltiples beneficios, se explicó en la jornada. Foto: Martín Ghisio El último jueves se realizó en el predio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Cerro Azul la jornada ganadera de Saberes y Experiencias. El encuentro también fue convocado por la Federación de Asociaciones Rurales y Forestales de Misiones y se sorprendió por su gran concurrencia. Hubo cerca de 200 participantes entre productores y estudiantes de algunas escuelas agrícolas. Los productores que se acercaron fueron de varias localidades desde la zona Sur hasta el Norte de la provincia. Se razonó desde el encuentro que hay interés por la ganadería ya que es una de las pocas actividades productivas que está brindando resultados medianamente positivos. Y hay esperanza entre los productores de seguir mejorando sus rodeos para poder tener mejores ventas en el futuro. Asociando más el árbol y la vaca Uno de los temas tratados en el encuentro ganadero fueron las bondades del sistema silvopastoril (ganado y bosques) en la provincia. Allí algunos técnicos del Inta mostraron ensayos de pasturas, ganado y bosques de pino. Y destacaron que con los años de investigación se vio el beneficio de bajar la densidad de plantación en las forestaciones para permitir la alimentación y el refugio de los animales. Luis Colcombet, uno de los disertantes en la posta sobre el sistema silvopastoril, se refirió al equilibrio entre árboles y animales para la rentabilidad del productor. "En Misiones tenemos una cultura más forestal, entonces nos cuesta concebir tener pocos árboles por hectárea. Nosotros estamos manejando un sistema y tenemos que salir de lo que nos enseñaron en la facultad tanto como agrónomos o como forestales donde tenemos que maximizar la producción de una producción, en este caso la madera. Pero aquí ahora estamos tratando de lograr un equilibrio entre el pasto y la madera", diferenció el técnico. Y detalló que hay que tener en cuenta los ciclos de precios bajos en algunas actividades. "Hoy estamos con la madera en un ciclo bajo de precios, lo mismo con la yerba mate en el último año y medio. Por eso hoy nos conviene priorizar el crecimiento forrajero, porque la ganadería está manteniendo precios cerca de su promedio. Entonces se apunta a tener un sistema silvopastoril". También se puntó al bienestar animal con los bosques integrados. Foto: Martín Ghisio El técnico explicó que el sistema cuida que haya hasta el suelo un máximo de 30% de sombra, para lo cual separan más las hileras de árboles. "Se piensan unos 150 a 200 árboles por hectárea. Se trabaja mucho sobre la calidad de esa madera". Explicó y dijo a los productores que apuntando al trabajo con poda sobre los árboles en un sistema silvopastoril se puede dejar de lado el raleo (poda de árboles defectuosos). "Hay que ver el costo de ese raleo que se trabaja con cosecha mecanizada. Tal vez se puede hacer uno, hay que ver la situación en cada caso". En cifras 200 Árboles por hectarea es el máximo que se proyecta para mantener un sistema silvopastoril y permitir buenas pasturas bajo cubiertas. En cuanto a la carga de animales por campo, Colcombet apuntó a tener en clara la cantidad de pastura disponible para los animales. "Para mí el mayor error es que un ganadero puede tener es sacar pecho con la cantidad de animales que puede medir en su campo. Nuestra recomendación es ajustar la carga al volumen de pasto realmente disponible. Entonces se puede optimizar el crecimiento individual del animal, así como tratamos de optimizar el crecimiento individual de los árboles cuando están a muy baja densidad". Explicó que tratar con mayor individualidad a los animales "nos da ventajas muy importantes porque podemos lograr terminar antes un animal para el carnicero. Así, un animal de 21 a 24 meses tiene un precio mucho mayor que un animal que tiene 30 a 35 meses de edad. ¿Por qué? Porque la terneza de la carne hasta los 24 meses es mucho mejor que cuando tiene más edad. Y detalló: “Nuestra apuesta para optimizar el sistema es tener un mayor crecimiento individual para tener esos 360 o 400 kilos antes de los 24 meses de edad del animal”. Estabilidad productiva Presente en la Jornada Ganadera, Darío Bruera, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales y Forestales de Misiones demostró que la ganadería asegura al productor un mínimo de estabilidad en precios. "La ganadería no tiene una gran rentabilidad, pero es una actividad más estable a lo largo del tiempo. Tal vez un año se pueda tener menos terneros pero siempre algo da. Y bueno, frente a la crisis yerbatera, la gente está mirando con otros ojos la posibilidad de producir más animales", explicó. Para el dirigente, oriundo de Andresito, una clave para ofrecer mayor estabilidad es que hay una cadena comercial más diversa y funcional. "Lo bueno que tiene la producción de carne es que tiene más mercado. Hay frigoríficos locales, hay muchos engordadores locales, hay ferias y remates donde llevar los animales. Entonces se tiene más oportunidades de vender la producción. Al menos hoy hay muchas más facilidades que hace 15 años atrás", recordó. Los organizadores valoraron la gran convocatoria al encuentro. Foto: Víctor Piris Y resaltó los espacios que se fueron creando para mejorar el destino comercial de la producción local. "Hay más asociaciones rurales que van teniendo sus remates y eso les da también a los productores un lugar más seguro para ofrecer su producción. Entonces se tiene más alternativa frente a una crisis de ir viendo lo que puede hacer". En referencia a su localidad, recordó que "Andresito tiene una historia ganadera bastante amplia, empieza en los 90 con la crisis yerbatera anterior. Y la ganadería siempre estuvo relegada a tierras de menor valor donde no se podía plantar yerba. Es decir que la actividad siempre estuvo. Ahora comenzó a mejorarse y darle más dinamismo con el frigorífico local, con la asociación ganadera local que hace dos remates en el año y eso le garantiza al productor que lo que hace vende. Llega un momento en la vida del productor que hace sus cosas y si no tiene a quién vender es muy triste. Entonces siempre trata de orientarse a alguna actividad que le asegure que le va a comprar su producción, sea tabaco, forestación, etcétera. Entonces la actividad ganadera hoy tiene varias alternativas para vender, varios remates, frigoríficos y eso le incentiva a producir”. El directivo destacó finalmente la importancia del Inta como entidad de consulta accesible a los pequeños productores. "Es muy difícil sino imposible que un pequeño productor de una localidad alejada de las grandes ciudades pueda pagar a un técnico para que lo asesore y guía en su trabajo. Por eso la importancia de recurrir a los técnicos del Inta", pareció.
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