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» Elterritorio
Fecha: 11/05/2025 11:33
El Territorio está pronto a cumplir 100 años de rica historia y en este informe especial repasamos algunos de los casos criminales más estremecedores y emblemáticos de la historia policial misionera domingo 11 de mayo de 2025 | 6:06hs. Foto: Guadalupe De Sousa El vasto archivo de El Territorio, que data de 1925 y que en pocos días se convertirá en centenario, resalta un sinfín de estremecedores casos policiales que por su trascendencia siguen tan vigentes en la memoria de los misioneros, a pesar del paso de las décadas. Repasar los registros criminales de Misiones lleva a un extenso recorrido que comienza el 2 de junio de 1925. El primer ejemplar de este matutino ya tuvo entre sus páginas la crónica de un homicidio y refiere al ataque que sufrió Mark Parish, quien caminaba junto a Viera y que fuera víctima de dos disparos. Ese mismo año, pero un mes más tarde, se narró la historia de Julia Murillo, una mujer que fue ultimada de dos disparos por parte de su expareja, José Mega. En ese hecho, una víctima colateral del frenético ataque fue un amigo de la mujer; Juan Olivera, quien murió también a causa de un disparo de arma de fuego. Luego, el repaso continúa con lo ocurrido en diciembre de 1935 siendo la víctima Lucas Bien (41). El colono transitaba por Garupá con su hijo menor de edad y fue atacado a machetazos y cuchillazos por negarse a trasladar a desconocidos en el mismo vehículo. Tras ese horrible crimen, los homicidas huyeron, mientras el niño controló a los caballos y llegó a la comisaría de Candelaria con la pesada carga y el cuerpo sin vida de su padre. Si nos referimos a la década del 40, por nombrar dos hechos, se pueden narrar las historias de José Ostrowski y de Manuel Antonio Ramírez. El primero fue asesinado en la localidad de Azara tras una presunta discusión por el amor de una mujer. En ese contexto, recibió siete puntazos de parte de su agresor. Mientras, en el caso del periodista Ramírez, fue abatido en la vereda de su propia casa por un hombre identificado como Marcos Tavárez Castillo. También se hace mención a lo ocurrido el 29 de octubre de 1972 en Oberá. César Augusto Díaz Franco, de 19 años, golpeó en la cabeza con un mojón de madera a un yerbatero de apellido Hultgren, de 82, con intenciones de robo. Lo mismo hizo con Cecilia Núñez de Acosta, de 65 años, quien se encontraba en la finca y que en ese momento intentaba comprarle al comerciante. Momificado y sepultado A su vez, este recuento también le otorga un apartado al cruento asesinato de Juan Carlos González, de 51 años, quien fue hallado enterrado y momificado en el patio de su vivienda en el barrio Los Pinos, de Posadas. Por el caso fueron detenidos Víctor Delgado y Marcelo Leiva, quienes serían parte de un trío amoroso. El caso conmocionó al barrio porque el cadáver habría permanecido en el lugar más de cuatro meses. También el recorrido de casos no puede dejar pasar por alto la seguidilla de asesinatos ocurridos entre 1980 y 1983 en Posadas. Ramón Daniel Domínguez y Adolfo Luis “Lauchín” Rodríguez, fueron, son y serán llamados en toda clase de archivo policial de nuestra provincia como los Asesinos de Itaembé Miní. Las andanzas del despiadado dúo criminal fueron descubiertas el 16 de enero de 1983, luego de su última aparición en el campo delictivo. Las distintas pruebas en su contra fueron las que al tiempo catapultaron a ambos hacia un final que los llevó a admitir la responsabilidad en los asesinatos de dos reconocidas parejas de estudiantes de esta ciudad como lo fueron Fernando Aníbal Marín y Laura Silvana Sirimarco y Gustavo Omar Bolano y Wilfrida Noemí Lenguaza. Incluso, se los responsabilizó por el crimen de Ricardo Núñez, un supuesto cómplice al que habrían asesinado a golpes cuando estaba a punto de delatarlos. Por otro lado, la última década estuvo signada por violentos crímenes, que marcaron no sólo los folios de los tribunales sino a la sociedad misionera toda. De ese período de tiempo, recordamos en este informe el triple homicidio en el barrio Yacyretá (2012) de Posadas, por el que Juan Orbino se reconoció culpable y cumple a día de hoy una condena de 35 años de prisión efectiva en la cárcel de Loreto. Está acusado de matar a su pareja María Fleitas y a los dos hijos de ésta: mutiló los cuerpos y los ocultó en una fosa, debajo de una cama en la vivienda que compartían en la chacra 111. Más relatos escalofriantes siguen resonando en la capital provincial y quedaron registrados en el archivo de El Territorio. El femicidio de Horacelia Marasca (2015) se inscribe como uno de los homicidios agravados más brutales en la historia de Misiones. Por este hecho, Martín Monzón -quien fue pareja de la adolescente de 16 años- fue condenado a prisión perpetua tras confesarse autor del crimen y aportar detalles sombríos del ataque. Lo que dejó el sanguinario homicidio de Ramón Da Rosa en Cerro Corá en 2021 todavía estremece. Desde un primer momento la acusación se centró en José Andrés Quednau, quien está acusado de matar a puñaladas al hombre, quitarle sus órganos y comerse parte de su corazón. Además, está acusado por femicidio en grado de tentativa contra Teresa del Carmen, quien era su expareja y actual novia de Da Rosa. Para profesionales del Cuerpo Médico Forense, Quednau no presentaba ningún trastorno mental al cometer semejante crimen. Compartí esta nota:
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