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» Diario Cordoba
Fecha: 10/05/2025 07:55
Dejarlo todo e iniciar una nueva vida. De eso va este filme, escrito y dirigido por Avelina Prat, la misma que firmara aquella estupenda y contenida Vasil en 2022. También de volver a empezar. Eso es lo que hace el profesor universitario de geografía que interpreta, con sabiduría, Manolo Solo (después de regalarnos ese gran trabajo que realizó a las órdenes de Víctor Erice en Cerrar los ojos). Después de encontrarse en una extraña situación que le deja en shock, cuando su mujer, de origen serbio y con la que lleva tres años casado, desaparece sin dejar nota alguna. Así se inicia este drama, yendo al grano. El protagonista decide abandonar su vida y desaparecer también, después de verse completamente perdido entre sus mapas, olvidando clases, alumnos, compañeros… y viajar al país vecino, donde conocerá casualmente a alguien que acabará suplantando para convertirse en jardinero, a las órdenes de una elegante y misteriosa mujer (interpretada con la maestría que la caracteriza por la gran María de Medeiros) que heredó una propiedad de su abuela. Con este drama, presentado en la última edición del Festival de Málaga, su directora se consolida. Volviendo a demostrar un humanismo, un saber mostrar y comprender al otro. Y llevándonos por el camino trazado, sin salirse nunca con desmesuras ni edulcorantes, dotando de poesía, tristeza y melancolía a su relato. Saudade, al fin y al cabo. Todos los personajes de esta historia tienen algo que esconder, algo que no conocemos, pero que al final será desvelado. El misterio, por tanto, será también protagonista en esta historia en la que se juega a volver a ser, buscando segundas oportunidades. Además, habrá un espacio para la comprensión del que viene de lejos, para entender las circunstancias que le llevaron a atreverse a emigrar con lo puesto y dejar atrás una vida que no le acababa de convencer, para intentarlo de nuevo en otro lugar. En definitiva, en tiempos como los que vivimos, un refugio donde encontrar la paz y tranquilidad necesarias para serenar nuestro espíritu no deja de ser un sueño… hecho película. Suscríbete para seguir leyendo
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