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Federal » El Federaense
Fecha: 09/05/2025 18:46
Este viernes, el tan esperado Masters 1000 de Roma dio inicio a su segunda ronda, pero las noticias no fueron favorables para las raquetas argentinas. En un evento donde el tenis se vive con pasión y dedicación, los cuatro representantes nacionales que saltaron a la cancha no lograron superar a sus oponentes, quienes en su mayoría contaban con un ranking superior. Resultados de la jornada El primero en enfrentarse a este duro destino fue Sebastián Báez, quien ocupaba el puesto número 33 en el ranking mundial. En un partido que prometía, sorprendió a todos al caer ante el checo Vit Kopriva, quien se encuentra en la posición 92. Esta derrota dejó en claro que, aunque el argentino lo intentó, no pudo imponer su ritmo y sucumbió ante la presión. Por su parte, Román Burruchaga, situado en la posición 135, se enfrentó al experimentado ruso Karen Khachanov, ubicado en el lugar 24 del mundo. A pesar de sus esfuerzos, el argentino no logró avanzar y se despidió del torneo, dejando una sensación de frustración entre sus seguidores. Otro de los representantes argentinos, Francisco Comesaña, quien ocupa el puesto 63, se enfrentó al joven talento danés Holger Rune, que ha ido escalando posiciones para llegar al número 10 mundial. A pesar de su valentía, el argentino no pudo superar este exigente reto y también se encontró fuera de la competencia. Finalmente, Camilo Ugo Carabelli, posicionado en la posición 60, cerró un desafortunado día para el tenis argentino al ser eliminado por el potente Alejandro Zverev, quien se encuentra en el segundo puesto del ranking ATP. La derrota de Carabelli simboliza el cierre de una jornada para el olvido, dejando a los fanáticos anhelando que los tenistas puedan recuperarse en futuras competencias. Una jornada desafiante A pesar de la contundente derrota, el esfuerzo de cada jugador no pasa desapercibido. Cada partido es una lección, y aunque los resultados no fueron favorables, la lucha de los argentinos en la cancha sigue siendo un motivo de orgullo y esperanza para el futuro del tenis nacional. Los seguidores de este deporte esperan que sus ídolos puedan aprender y volver a la competencia con mayor fuerza. El camino es largo y, aunque esta vez no fue el resultado deseado, el espíritu del tenis argentino sigue vivo y en constante búsqueda de nuevas victorias.
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