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Parana » Reporte1007
Fecha: 09/05/2025 13:39
La muerte de Gustavo Godoy, un trabajador municipal de Paraná -era director de Control de Plagas y Vectores- que falleció el 13 marzo mientras esperaba la provisión urgente de un marcapasos por parte del Iosper, reavivó las críticas hacia la obra social provincial. Su caso fue expuesto públicamente por su esposa en redes sociales, generando una fuerte repercusión. Ante ello, el interventor de Iosper, Mariano Gallegos, dio su versión en el programa Cuestión de Fondo (Canal 9), negando que la demora haya sido la causa del fallecimiento. Sin embargo, este jueves la familia del paciente salió a responder con dureza, desmintiendo las declaraciones del funcionario y reiterando que la espera del dispositivo fue clave en el desenlace. Declaraciones de la hija del empleado municipal En diálogo con el programa Un martillo para darle forma (Radio Plaza), Ludmila Godoy, hija del hombre fallecido, dijo: “Ayer habló Gallegos, interventor de Iosper, diciendo sinceramente una gran mentira porque mi papá no estaba con antibióticos, sí estaba con un catéter porque él llegó con insuficiencia cardíaca. Era una operación fácil, era rápida por el tema de que en tres días a mi papá le daban el alta. Fui reiteradas veces a Iosper a preguntar. El médico constantemente me decía en cada ocasión que estaban a la espera del marcapasos, que él lo denunciaba constantemente de mañana y que sí, que estaba, estaba todo para ponerlo, pero que no llegaba. La empresa, la que lo tenía que enviar, no, no estaba para enviarlo. Después que sí, que ya estaba autorizado y nunca llegó. El médico nos decía que mi papá no estaba como para estar en terapia porque él estaba bien. Con el catéter que le habían puesto estaba bien con sus pulsaciones, con el ritmo cardíaco y están en espera del marcapasos, pero nunca llegó”. Y ahondó: “Él tenía diálisis y de ahí lo derivaron a la Guardia. Me llaman a mí porque yo era como su tutora legal, porque mi mamá no se puede hacer cargo porque trabaja de tarde. Entonces era yo la que tenía que firmar los papeles y demás, y cuando le pregunto al médico me dice, que lo que necesita es un marcapasos por la insuficiencia cardíaca. Justo agarra el fin de semana largo y el marcapasos tenía que llegar el lunes. No llegó ni el lunes ni el martes y así estuvimos hasta el 13 de marzo que falleció”. Enseguida, recordó que se presentó en el Iosper muy enojada por la demora y que consultó qué es lo que sucedía. “Era la misma respuesta. Me decía que estaba todo bien para que llegara. Que estaba todo autorizado para que llegara a la clínica, pero yo le preguntaba cuál era la razón de por qué no llegaba. Porque en lo en lo que es la clínica Entrerriana, a mí me mostraban que ellos estaban pidiendo continuamente el marcapasos y la única contestación que yo siempre tenía era de que sí, que estaba todo autorizado, pero que había que esperar a la empresa que lo daba”.
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