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» Sin Mordaza
Fecha: 09/05/2025 04:02
A sus 28 años, Soraya Benditez lleva adelante una vida intensa y llena de contrastes: es mamá de dos hijos, modelo profesional, estudiante, trabajadora online y, desde hace unos meses, la representante argentina elegida para competir en el certamen Miss Sudamérica, que se realizará en junio de 2026 en Lima, Perú. Nacida en la localidad santafesina de Florencia y radicada desde 2018 en Resistencia, Chaco, Soraya fue convocada directamente por la dirección del certamen. Su trayectoria en el modelaje, que comenzó hace dos años y que incluye su paso por Miss Universo Chaco, fue clave para su elección: “Vieron toda mi participación, vieron cómo me desempeño, y así fue como llegué a Miss Sudamérica”, relató Soraya. La propuesta del concurso va mucho más allá de los cánones tradicionales de belleza. “El certamen quiere representar a una mujer sin estereotipos, sin tantos requisitos como antes. Hoy se busca mostrar que la mujer no es solamente bonita por fuera, sino también por dentro, y que construyó una vida a base de esfuerzo y sacrificio”, remarcó. La historia de vida de Soraya también es parte esencial de su camino. En 2021 atravesó un período de depresión profunda con intentos de suicidio. “Yo no sabía quién era, ni mi valor. Todo lo que hacía era para agradar a los demás”, contó. En ese contexto, se casó y conoció a Dios, un punto de inflexión personal y espiritual: “Los requisitos más importantes para lograr tus sueños son primero descubrirte, y después creer en Dios”. Soraya había empezado una carrera en las fuerzas de seguridad —iba a ser oficial de Prefectura Naval— pero eligió priorizar la maternidad. “Decidí ser mamá a tiempo completo. Ellos me necesitaban más”, aseguró refiriéndose a sus hijos Thiago y Alejo, de 10 y 5 años. Hoy, combina el trabajo digital, el estudio online y el entrenamiento en el gimnasio de su agencia para prepararse de cara al certamen. La final de Miss Sudamérica no solo le dará la posibilidad de ser coronada como reina continental y ganar 3.000 dólares, sino también la oportunidad de transmitir un mensaje que trasciende la pasarela. “Para mí lo más importante es que otras mujeres puedan verse reflejadas en mí. Que sepan que se puede salir adelante, que se puede soñar en grande incluso cuando una ha tocado fondo”, expresó. Escuchar la nota completa:
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