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Parana » Adn21
Fecha: 08/05/2025 20:31
El proyecto que le hubiera impedido a Cristina Kirchner ser candidata en las elecciones nacionales cayó por un boicot de aliados del oficialismo cuando el Gobierno negocia con el kirchnerismo los jueces para completar el máximo tribunal El fracaso de la ley de ficha limpia demostró la incapacidad de la política de sanearse a sí misma, mejorar la calidad del Congreso y poner la lupa sobre la idoneidad de los candidatos. Demostró asimismo el poder de Cristina Kirchner, doblemente condenada, para evitar que la norma acabara con su postulación como candidata a legisladora nacional en las próximas elecciones. Ahora solo queda el camino de la Justicia. Si la Corte Suprema de Justicia confirma su condena antes de la fecha de oficialización de candidaturas en la provincia de Buenos Aires o a nivel nacional, Cristina Kirchner no podrá postularse. “Una vez más le van a pedir a la Justicia que resuelva los temas que la política no puede resolver”, dijo a LA NACION una fuente de los tribunales tras la sorpresiva votación en el Senado. En la Corte seguían el debate con particular interés. La ley cayó por la resistencia del kirchnerismo, que batió el parche con que se trataba de una norma que buscaba la proscripción de su líder, pero fundamentalmente cayó por el decisivo voto de dos aliados del Gobierno: los senadores del Frente Renovador de Misiones, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut. La votación quedó 37 a 36 en favor de Cristina Kirchner. Aun los senadores que se habían separado de su bloque para formar uno propio cerraron filas para proteger a su jefa política. Los senadores misioneros, aliados de la Casa Rosada, habrán tenido sus razones para proteger a la expresidenta, sin embargo sus votos confluyen con varios intereses del oficialismo. Por un lado, el gobierno de Javier Milei prefiere a Cristina Kirchner candidata, para polarizar, como hasta ahora, y no a Cristina Kirchner declamando ser víctima de la proscripción y sin poder competir. Al mismo tiempo, la aprobación de la ley de ficha limpia hubiera implicado darle el triunfo a Silvia Lospennato, diputada de Pro, promotora de la iniciativa y competidora de Manuel Adorni, el vocero presidencial, en las elecciones porteñas del 18 de mayo. No era oportuno regalarle ese triunfo. Estas no dejan de ser especulaciones políticas basadas en análisis de lo que circula en la superficie. Pero la caída de la ley es un gesto brutal de algo más profundo. Ficha limpia cayó en momentos en que el Gobierno está manteniendo negociaciones secretas, subterráneas, con el kirchnerismo para completar la integración de la Corte Suprema de Justicia con dos candidatos antes de las elecciones de octubre. Fuentes del oficialismo reconocieron a LA NACION la existencia de este plan y señalaron que las conversaciones incluyen la posibilidad de que uno de los jueces sea propuesto por el Gobierno y el otro, por el kirchnerismo. En las últimas tres semanas, el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, les dijo a encumbrados magistrados que estaban empantanados porque el candidato que había propuesto el kirchnerismo no era aprobado por el oficialismo. Se requieren dos tercios de los votos del Senado para aprobar estas postulaciones, una mayoría que no lograron Ariel Lijo ni Manuel García-Mansilla, postulantes del Gobierno. Las negociaciones podrían ser más amplias e incluir el nombre del futuro Procurador General de la Nación (también hacen falta los votos del kirchnerismo en este caso) y algunos de los nombres de los 150 candidatos a jueces cuyos pliegos retiene el Poder Ejecutivo y no envía al Senado, a pesar de que hace seis meses anunció en conferencia de prensa que los mandaría. Para aprobar los pliegos de estos últimos basta una mayoría simple. La negociación por la Corte El Gobierno avanza con las conversaciones con un ramillete de nombres en la mano, que incluyen a algunos postulantes que ya casi descartó y a alguna mujer. Hasta se mencionó a un camarista federal entre los candidatos. Detonante o no del fracaso de la ley, estas negociaciones existen, cinco meses antes de las elecciones nacionales en las que la expresidenta podría ser candidata. Con el fracaso de esta ley ahora podrá hacerlo, pues ficha limpia impedía que fueran elegidos candidatos que tuvieran una condena con un doble conforme dictada, como mínimo, 190 días antes de la elección nacional, es decir, cuando se pone en marcha el calendario electoral. Cristina Kirchner cumplía con todos los requisitos. Ahora, sin ley, tiene el camino allanado. Ficha limpia aumentaba los requisitos para llegar a ser funcionario público. Ponía la vara más alta y derribaba los requisitos de la “doctrina Pichetto”. Como Menem Esta interpretación jurisprudencial del senador nacional que blindó a Carlos Menem contra el desafuero, y a la propia Cristina Kirchner, señalaba que los fueros solo podrían caer ante una sentencia firme, es decir, cuando la Corte Suprema de Justicia rechazara el último de los recursos del imputado. Ahora queda firme esta idea de que solo con un fallo de la Corte que derribe la presunción de inocencia podrá avanzarse sobre los corruptos. Ahora hay que esperar a la Corte Suprema. Aún cuando los tratados internacionales y las convenciones de protección de los derechos humanos señalan que para ejecutar la condena puede bastar un doble conforme como garantía procesal del acusado y de la certeza jurídica.
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