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» Diario Cordoba
Fecha: 08/05/2025 19:25
El papa Francisco abrió un camino de cambio en diversos frentes, muchos de los cuales quedaron abiertos y ahora heredará su sucesor, el estadounidense Robert Francis Prevost, que gobernará la Iglesia católica como León XIV. Repasamos esos retos que tendrá sobre la mesa el nuevo Pontífice. El papa Francisco ya tuvo que hacer equilibrios en la batalla entre los reformistas (la Iglesia alemana), los conservadores (la norteamericana) y la curia vaticana, conservadora en la doctrina y moderada en las formas. León XIV deberá lidiar también con ello. Nombrado por Francisco, es de la línea continuista. Habrá que ver cómo gestiona las divisiones del clero en asuntos como el celibato, el papel de la mujer, o el matrimonio homosexual). Tras una cumbre de obispos en 2019 dedicada exclusivamente "a la protección de los menores de edad", Francisco prometió una "batalla sin cuartel" contra la pederastia. A partir de aquel momento, el Vaticano dio la orden de investigar internamente a los acusados, de abrir oficinas de atención a las víctimas y de eliminar el secreto pontificio sobre estos delitos, entre otras reformas. A pesar de los pasos dados, las víctimas se quejan de que el clero sigue sin estar obligado a denunciar los abusos ante los tribunales civiles y de que la reparación que les ofrecen en las distintos países e Iglesias es desigual. El nuevo Papa encontrará este asunto sobre la mesa y deberá decidir si avanza hacia una mayor transparencia de los casos y una reparación para las víctimas. De ello dependerá que la credibilidad moral de la Iglesia en este ámbito quede restaurada. A nivel de organización interna del Vaticano, deberá continuar con la reforma de la Curia romana iniciada por Francisco. Una reforma que buscaba una mayor eficiencia, descentralización y modernización. Así como combatir la corrupción financiera y promover mayor transparencia en el manejo de recursos. Dos frentes dispares que deberá atender el Papa es el de los fieles. Mientras en Europa y en EEUU la Iglesia sufre una pérdida de fieles y la secularización avanza a pasos agigantados, en los países de África, Asia y América Latina las dinámicas son muy diferentes, con un importante crecimiento del catolicismo. Si en Europa y EEUU, el Papa deberá repensar el papel de la Iglesia en sociedades cada vez menos creyentes, en el Sur Global, el reto es apoyar a comunidades cristianas que en muchos lugares son minoritarias. Francisco convocó el Sínodo de la Sinodalidad que abrió la puerta a la participación de colectivos que hasta entonces no habían sido llamados. Uno de ellos, las mujeres. También dio pasos con el nombramiento de más mujeres en cargos clave del Vaticano. Sin embargo, quedaron en el aire asuntos como el diaconato femenino e incluso el sacerdocio. Habrá qué ver qué postura adopta aquí el nuevo Papa. El medioambiente fue una de las grandes apuestas de Francisco. Firme defensor de la naturaleza, fue el primer Papa en dedicar una encíclica, la 'Laudato Si', al medio ambiente y a la crisis climática. Su sucesor tendrá el reto de recoger el testigo e impulsar la agenda climática en un momento en que el planeta afronta desafíos climáticos y fenómenos extremos. Otro de los desafíos, que ya abrazó Francisco, será el de velar por los derechos de los migrantes, los pobres y las personas más vulnerables en un mundo de crecientes desigualdades. Fomentar el diálogo interreligioso, especialmente con el islam y el judaísmo y mantener el papel de mediador en conflictos y zonas de tensión religiosa. Francisco tuvo una postura clara ante ante guerras como la de Ucrania, el conflicto en Gaza o las tensiones en Asia. Al nuevo Papa le tocará mantener el equilibrio entre diplomacia y ética ante violaciones de derechos humanos, populismos o dictaduras. Uno de los asuntos delicados será el de China. El gigante asiático y el Vaticano han mantenido una relación compleja. El último episodio; el nombramiento de dos obispos chinos después de la muerte de Francisco.
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